Cinismos Retrato De Los Filosofos Llamados Perros.pdf
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Principios para tina ética lúdica<br />
hombre soportar un bazo inflamado o un diente cariado<br />
que un alma estúpida, ignorante, ruin, arrogante, voluptuosa,<br />
servil, irascible, cruel, perversa, en una palabra,<br />
completamente corrompida."- <strong>Los</strong> males que sufre la humanidad<br />
pueden resumirse en un único y mismo orden:<br />
los hombres están enfermos de no saber vivir en libertad<br />
y de no conocer las delicias de la autonomía, la autosuficiencia<br />
y el pleno gobierno de uno mismo. La gran salud,<br />
diría Nietzsche. <strong>Los</strong> síntomas son evidentes: el g"usto por<br />
lo frivolo, la liviandad, el dinero, el poder, los honores, la<br />
mezquindad, la estrechez de proyectos, el conformismo<br />
y la sujeción a ideales seculares tales como el trabajo, la<br />
familia o la patria.<br />
En el camino de la curación, con las técnicas de liberación<br />
propuestas por los cínicos, los individuos alcanzan<br />
una dimensión estética, pues "desde cierta altura -escribe<br />
Nietzsche- se v^e una totalidad: el conjunto de los<br />
pensamientos del filósofo, las obras del artista y las buenas<br />
acciones".' Obrar según el punto de vista cínico es<br />
esculpir la propia existencia como una obra de arte, informar<br />
la materia en el sentido aristotélico: dar volumen,<br />
superficie, naturaleza, espesor, consistencia y armonía a<br />
la vida cotidiana que de ese modo se transfigura. Una vida<br />
debe ser el resultado de una intención, un pensamiento<br />
y un deseo, y todo hombre debe ser como el artista<br />
que apela al conjunto de su energía para producir un objeto<br />
irrepetible, único.<br />
Diógenes detesta más que nada a los hombres que<br />
contribuyen con ardor y determinación a su propia alienación<br />
y se abandonan al azar y la suerte con la mayor de<br />
las pasividades. <strong>Los</strong> cínicos aborrecen la indolencia. La<br />
2. Ihíd, 7. 8. 9.<br />
3. Nietzsche, El libro del filósofo (ed. francesa, pág. 16).<br />
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