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PAGINAS I A XII.qxd - World Resources Institute

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el trabajo de niños o prisioneros, que mantengan horas de trabajo ybeneficios razonables, que permitan la presencia de sindicatos y quemantengan niveles adecuados de salud y de seguridad (Levi Strauss &Co. 2003). Levi Strauss consultó con algunas ONG y elaboró su códigobasándose en los principios de la Organización Internacional delTrabajo y la legislación laboral de los Estados Unidos (Butler 2003).Otro enfoque habitual utilizado es que una asociación comercial elaboreun código, que después es adoptado por un grupo de empresas. Laidea es que un sector empresarial determinado se comprometa a cumpliruna serie de normas estándares mínimas, controlándose entre igualespara promover su cumplimiento eficaz. Por ejemplo, the Kenya FlowerCouncil, que representa a un grupo de cultivadores y exportadores de floresdel país, elaboró un “Código de Comportamiento” por el que susmiembros se comprometen a minimizar el uso de pesticidas, a deshacersede las substancias químicas de forma segura y a aceptar auditorías sobresus compromisos dos veces al año (Kenya Flower Council 2003).Algunos códigos se han elaborado negociándose entre los diversosinteresados, incluyendo a las organizaciones no gubernamentales, yéstos tienden a ser más exigentes e insistentes en las medidas de responsabilidad.Un ejemplo es el Código del Forest Stewardship Council(FSC), o Consejo Mundial de Bosques (CMB) en español, para operar enla silvicultura: es un conjunto de normas para gestionar de forma sosteniblelas tierras productoras de madera que los madereros deben demostrarque cumplen para poder comercializar su madera con el sello de“certificada” y poder usar el logotipo de la marca comercial FSC (FSC2003). Algunas ONG también proponen códigos ejemplares de conductaque les gustaría que las industrias siguieran. Amnistía Internacional,por ejemplo, propone un conjunto de principios sobre derechos humanosque las compañías pueden utilizar para elaborar su propio código de conducta(Amnistía Internacional 1998). Finalmente, algunos códigos hansido elaborados por organismos intergubernamentales, como el de laOrganización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),cuyas “Directrices para las Empresas Multinacionales” conforman unconjunto de principios y normas de cumplimiento voluntario para manteneruna correcta conducta empresarial que abarca varias áreas, comola seguridad del producto, el medio ambiente, la administración del personaly la difusión pública de la información. Los gobiernos que aceptanesas Directrices acuerdan promover estos principios ante las compañíasmultinacionales de sus países. Sin embargo, el código y sus principiossólo tienen función asesora y no poseen ningún método para rastrear oasegurar su cumplimiento (OCDE 2000:6, 15, 17-24, 41).¿Son eficaces los códigos?En la medida en que los códigos de conducta inspiran a las compañías aexaminar sus prácticas empresariales, extienden la divulgación a losinteresados y sugieren compromisos importantes para el autocontrol,éstos pueden ser herramientas valiosas. Por ejemplo, según los informesrecibidos, el “Responsible Care Program” –un código de conducta detalladoque cumplen muchos de los mayores fabricantes de substanciasquímicas del mundo– ha originado cambios significativos en el modo dedirigir las empresas y relacionarse con las comunidades locales.El “Responsible Care Program” fue adoptado por primera vez en1986 por las compañías químicas canadienses y posteriormente porel Consejo Internacional de Asociaciones de Empresas Químicasdurante los años noventa. Se ha extendido posteriormente a losfabricantes químicos de 47 países. Con este código, las empresas secomprometen a fabricar, almacenar y transportar los productos químicosde forma responsable, y a relacionarse activamente con lascomunidades donde trabajan (ICCA 1999; ACC 2002; ACC 2003).Aunque algunos expertos cuestionan la eficacia del “ResponsibleCare Program”, los miembros de la industria citan resultados significativos.La versión canadiense de ese programa exige presentar uninforme público sobre las emisiones de ciertos agentes contaminantes,señala una reducción del 50% de los vertidos totales entre 1992 y 1996(Harrison 1999:37). The American Chemistry Council informa que susmiembros, los cuales deben participar todos activamente en el programaamericano, redujeron las emisiones de substancia químicas tóxicas enun 58% de 1988 a 1997, mientras aumentaron su producción el 18%(ACC 2002). No está claro, sin embargo, qué cantidad de reducciones sederivan de la adhesión al “Responsible Care Program”, frente a las normativasmás estrictas del gobierno u otros factores (Harrison 1999:37).Si se elaboran apropiadamente, los códigos de conducta del sectorindustrial pueden constituir para la sociedad civil un motor que obliguea las empresas a mejorar su comportamiento, involucrar activamentea los ciudadanos y comunidades en las decisiones importantes,y brindar más información sobre sus operaciones e impactos. Los códigosexhaustivos que se supervisan y verifican de forma independientepueden suponer para los interesados un medio influenciador en la conductaempresarial en aquellos lugares donde la aplicación de la políticareguladora del gobierno sea débil. Por ejemplo, en El Salvador, laempresa de ropa GAP estableció un grupo independiente de supervisiónen cooperación con el Centro Interconfesional de ResponsabilidadEmpresarial, La Empresa por la Responsabilidad Social, y el Comitéde los Sindicatos para verificar el cumplimiento de GAP con su códigoempresarial (Jenkins 2002:44).Los códigos de conducta que son la base de los programas de certificacióndel producto o de eco-etiquetado pueden brindar a los consumidoresmayor acceso a la información sobre el ambiente y losimpactos sociales de los productos. Muchos códigos fomentan el “sentidoecológico” de la cadena de suministro pidiendo a las compañíassignatarias que extiendan el concepto de responsabilidad a las actividadesde sus proveedores y de sus subsidiarias (Jenkins 2002:49).Un instrumento limitadoPara que tengan sentido, los códigos de conducta deben contenercláusulas claras sobre el cumplimiento de los amplios principios queconciertan. Para que el resto del mundo las considere creíbles, debencontener también requisitos de supervisión del comportamiento delas empresas que los adoptan. Idealmente, la supervisión deberíarealizarla un ente independiente de la empresa. Desgraciadamente,muy pocos códigos de conducta contienen tales disposiciones, dejandoa los ciudadanos con pocos medios de asegurarse que las compañíascumplan realmente lo que sus códigos prometen (Jenkins 2002:43).Los códigos de conducta con frecuencia resultan vagos y son pocomás que declaraciones genéricas sobre principios empresariales,careciendo de objetivos específicos o conductas que pueden medirse.Por ejemplo, menos de 40 de los 587 planes de actuación empresarialque se sometieron al Registro y Desafío Voluntario de Canadá contraCapítulo 6: Impulsar la responsabilidad empresarial117

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