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PAGINAS I A XII.qxd - World Resources Institute

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Mejor gestión significa mayor participación, además de responsabilidad. Porconsiguiente, el dominio público internacional, que incluye a las NacionesUnidas, debe abrirse más a la participación de muchos sectores cuyacontribución es esencial para manejar el camino hacia la mundialización.Dependiendo de los temas concernientes, se puede incluir a las organizacionesciviles, sector privado, parlamentarios, autoridades locales, asociacionescientíficas, instituciones educativas y a muchos otrosInforme del Milenio del secretario general de las Naciones Unidasde infraestructura en 2002. Si la mayoría de los bancos internacionalessigue esa iniciativa y acepta dichos criterios, tendría un granrepercusión tanto en el carácter medioambiental de las carteras deinversión de los bancos como en la habilidad de las comunidades afectadaspara tener voz en las actividades que aquéllos financian(Phillips y Pacelle 2003:A1).Las regulaciones que gobiernan los mercados del capital podríanir más allá de tales iniciativas voluntarias a fin de hacer los flujosfinancieros internacionales más transparentes y responsables. Porejemplo, la Securities and Exchange Commission de los EstadosUnidos exige a las empresas cotizadas en bolsa informar de los procesoslegales que conciernen al medio ambiente pendientes contraellas. Sin embargo, esta regulación apenas se aplica en el planonacional y mucho menos contra las operaciones internacionales delas empresas estadounidenses o contra las empresas extranjeras consede en los Estados Unidos (Seymour et al. 2002:194). Si existierauna norma para que las empresas multinacionales divulgaran informaciónsobre sus pasivos medioambientales en todo el mundo, otorgaríapoder al activismo accionarial para promover la responsabilidadempresarial de cada empresa individual a corto plazo, yobligaría a los mercados a premiar a las compañías cuya actuaciónambiental fuera mejor a la larga.Las finanzas del sector públicoEl volumen total de fondos canalizados a través de instituciones financierasinternacionales públicas, como las agencias bilaterales de ayuday los bancos multilaterales de desarrollo, queda empequeñecido antelos flujos privados –por un factor casi de siete a uno en el año 2000–(Banco Mundial 2002b:32). No obstante, el potencial de estos financierospúblicos de incidir en el tipo de inversión privada es significativo.Por ejemplo, la mayoría de los préstamos para proyectos de infraestructurasgrandes en los países en desarrollo se garantiza a través delcrédito a la exportación y de las agencias de promoción de inversionesde los países industrializados, como la Overseas Private InvestmentCorporation de Estados Unidos (Seymour et al. 2002:177).Los bancos multilaterales de desarrollo también impulsan losrecursos privados proporcionando financiación conjunta y garantíasde préstamos a proyectos específicos, y son capaces de imponer susevaluaciones medioambientales propias, difusión de información yprácticas de consulta pública para estos proyectos. Estos estándaresy procedimientos proambiente sirven a menudo como normas internacionalesde facto. Por ejemplo, los mencionados Principios delEcuador se basan en las normas de la Corporación de las FinanzasInternacionales (CFI) del Banco Mundial.Por otra parte, los bancos multilaterales de desarrollo, a menudoen colaboración con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ejerceninfluencia sobre las políticas nacionales de los países a través depréstamos de ajuste estructural y sectorial (véase Recuadro 2.2).Normalmente, las condiciones relacionadas con dichos préstamosalientan a los gobiernos a abrir sus economías a las inversionesextranjeras creyendo que todo ello promueve el crecimiento económicoy reduce la pobreza. Se ha cuestionado la validez de esa creenciatras la crisis financiera asiática de los años 1997 y 1998. Los paísesasiáticos, además de abrir las puertas a los inversores, habíanrelajado el control sobre los flujos monetarios que entraban y salíandel país, deviniendo sus monedas vulnerables a las fluctuaciones delos mercados internacionales. Al surgir la crisis, las monedasnacionales cayeron en picado de un momento a otro, devastando laeconomía y aumentando la pobreza.Las consecuencias para el medio ambiente se vieron de inmediatoal aumentar la presión sobre los bosques y otros recursos de accesolibre según la gente se iba quedando sin trabajo y buscaba fuentes deingresos. El Banco mundial y el FMI insistieron en que para salir dela crisis se aumentara la apertura a las inversiones internacionales,incluso en los sectores más sensibles al medio ambiente. En Indonesiapor ejemplo, las condiciones anexas al paquete de medidas de rescatefinanciero consideradas por el FMI incluían la liberalización de lasinversiones en las plantaciones de palmas de aceite, lo que supone unimpulso a la deforestación (Seymour y Dubash 2000:90, 94).Mundialmente, ha sido positivo, aunque lento, el reciente avancede integrar la sostenibilidad del medio ambiente y la participaciónpública en las operaciones de las instituciones financieras internacionalespúblicas. Los bancos multilaterales de desarrollo estáncreando gradualmente políticas que amplían la difusión informativa,obligan a realizar evaluaciones medioambientales y a consultar al ciudadano,y proporcionan mecanismos de responsabilidad para inversionesde proyectos específicos (Maurer et al. 2003:4-8).El avance ha sido inferior en cuanto a asegurar la aplicación deestas políticas, y la introducción de las cuestiones medioambientalesen todas las decisiones de política de préstamos. Por ejemplo, en unCapítulo 7: La gestión de los asuntos ambientales en el ámbito internacional165

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