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Discursos a mis estudiantes - David Cox

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te curaste a ti <strong>mis</strong>mo? Tú que pretendías ser una luz brillante, ¿has sido arrojado a las tinieblaspor siempre?" ¡Oh! si alguno tiene que perderse, que no sea de esta manera. Perderse bajo lasombra de un púlpito, es cosa muy terrible pero lo es mucho más perecer desde el púlpito<strong>mis</strong>mo!Hay un pasaje pavoroso en el tratado de Juan Bunyan titulado "Suspiros del Infierno,"que a menudo repercute en <strong>mis</strong> oídos: "¡De cuántas almas," dice "no han sido los ministrosofuscados el medio de destrucción por su ignorancia! La predicación de los tales no fue para lasalmas, mejor que el arsénico para los cuerpos. Muchos de ellos, es de temerse que tengan queresponder por poblaciones enteras. ¡Ay amigo! te digo que al haber tomado por tarea predicar alpueblo, tal vez has tomado la de hacer una cosa que no puedes decir qué es. ¿No te afligiría verque toda tu parroquia marchara tras de ti para el infierno, exclamando: "Esto tenemos queagradecerte, pues tuviste temor de hablarnos de nuestros pecados para que no dejáramos deapresurarnos a ponerte viandas en la boca? ¡Oh, malvado, maldito, que no te contentaste siendoun gula ciego como eras, con caer en el hoyo tú <strong>mis</strong>mo, sino que nos has conducido a él tambiéna nosotros contigo!"Richard Baxter en su "Pastor Reformado," entre otras muchas solemnes cosas, escribe loque sigue: "Tened cuidado de vosotros <strong>mis</strong>mos, no sea que os halléis faltos de esa graciasalvadora de Dios que ofrecéis a los demás, y seáis extraños a la obra eficaz de ese Evangelioque predicáis; y no sea que a la vez que proclamáis al mundo la necesidad de un Salvador,vuestros corazones le vean con menosprecio, y carezcáis de interés en él y en sus salvadoresbeneficios. Tened cuidado de vosotros <strong>mis</strong>mos, repito, no sea que perezcáis a la vez queexhortáis a otros a que se cuiden de perecer, y no sea que os muráis de hambre, a la vez que lespreparáis el alimento. Aunque se haga la promesa de que brillarán como estrellas, a aquellos quevuelvan a muchos al camino de la rectitud, (Dan. 12:3,) esto es en el supuesto de que los taleshayan vuelto primero ellos <strong>mis</strong>mos a él; y no podría ser de otra manera, porque semejantespromesas se hacen coeterís paríbus, et sup posítís supponendis. Su propia sinceridad en la fe, enla condición de su gloria, simplemente considerada, si bien sus grandes trabajos ministerialespueden ser una condición de la promesa de su gloria mayor. Muchos hombres han amonestado aotros para que no vayan al lugar de tormentos, al cual ellos <strong>mis</strong>mos, sin embargo, se apresuran air: se hallan ahora en el infierno muchos predicadores, que centenares de veces han exhortado asus oyentes a poner el mayor cuidado y una diligencia suma en evitarlo. ¿Puede racionalmenteimaginarse que Dios salve a los hombres tan sólo porque éstos ofrezcan la salvación a los demás,a la vez que la rehúsan para sí y porque comuniquen a otros, aquellas verdades que por su partehan visto con descuido y menosprecio? Andan vestidos de andrajos muchos sastres que hacenricos trajes para otros; y apenas pueden lamerse los dedos algunos cocineros que han aderezadopara los demás platillos suculentos. Creedlo, hermanos, Dios nunca ha salvado a nadie porquehaya sido predicador, ni porque haya tenido habilidad para ello, sino porque ha sido un hombrejustificado y santificado, y en consecuencia, fiel en el trabajo de su Señor. Cuidad por tanto deser primero, aquello que persuadís a otros que sean; creed en lo que diariamente los persuadís aque crean, y hospedad en el corazón al Cristo y al Espíritu que ofrecéis a los demás. El que osmandó que amarais a vuestros prójimos como a vosotros <strong>mis</strong>mos, implicó en ese precepto el deque os amaseis a vosotros <strong>mis</strong>mos, y no odiaseis ni destruyeseis tanto a vuestras personas como aellos."Hermanos míos, que estas importantes máximas causen en vosotros el efecto debido. Nopuede haber necesidad, seguramente, de agregar nada más; pero permitidme os ruegue que os5

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