El primer canon que se debe observar es éste: "no forcéis un texto espiritualizándolo." Esto seriaun pecado contra el sentido común. ¡Cuán terriblemente se ha maltratado y despedazado laPalabra de Dios por cierta clase de predicadores que han dado tormento a ciertos textos parahacerlos revelar lo que de otro modo nunca habrían dicho! El Sr. Slopdash, de quien RowlandHill nos habla en sus "Diálogos de una Aldea," es tipo perfecto de una clase numerosa depredicadores. Lo describe como haciendo un discurso sobre las palabras del panadero de Faraón:"Tenía tres canastillos blancos sobre mi cabeza," Gén. 40:16. Valiéndose de este texto, ese"necio, tres veces ungido," como le llamaría cierto amigo mío, ¡discurrió sobre la doctrina de laTrinidad. Un ministro cristiano muy amado, hermano venerable y excelente, y uno de losmejores predicadores de su distrito, me dijo que un domingo echó de menos a un labrador y a suesposa, en el culto de su capilla. Continuó extrañándolos en la congregación por muchassemanas, hasta que un lunes, encontrando por casualidad al marido en la calle, le dijo: "-Quémilagro, Juan, no le he visto a usted por mucho tiempo."- "No señor," respondió aquél, "no noshemos aprovechado del ministerio de usted tanto en estos últimos días como antes." -"¿De veras,Juan? lo siento mucho." -"Bien, hablando con toda franqueza, le diré a usted que nos gustan a miy a mi mujer, las doctrinas de gracia, y por tanto, hemos asistido recientemente a los cultos delSr. Bawler."- "¡Ah! ¿usted se refiere al hermano que funciona en culto de los Altos Calvinistas?"-"Sí, señor, y estamos muy contentos: recibimos muy buen alimento allí, dieciséis onzas en cadalibra. Nos estábamos muriendo de hambre bajo el ministerio de usted, aunque le respetaré a ustedsiempre, señor, como hombre." -"Muy bien, amigo; por supuesto que usted debe asistir dondepueda conseguir el mayor bien verdadero; pero ¿qué recibió usted el domingo pasado?" -"¡Oh,señor! tuvimos un culto muy precioso: en la mañana tuvimos... tal vez no deba decírselo a usted,pero realmente disfrutamos un gran privilegio " -"Si, pero ¿en qué consistió, Juan?"-"Señor, elministro nos explicó de un modo admirable y precioso, aquel pasaje que dice: 'Si tienes grandeapetito, pon cuchillo a tu garganta cuando te sentares a comer con algún señor.'-"Si, y ¿qué dijoel predicador sobre aquel texto?" -"Bien, señor', le diré a usted lo que él dijo, pero quiero saberprimero ¿qué hubiera usted dicho sobre este pasaje?" -"No sé, Juan, me parece ahora que no lohubiera escogido; pero si hubiera tenido que predicar sobre él, habría dicho que una persona muyafecta a comer y beber, debe estar muy sobre si mientras se halle en presencia de los grandes,pues de lo contrario, se arruinará a si <strong>mis</strong>mo, La glotonería, aun en esta vida, es ruinosa." -"¡Ah!"dijo el hombre, "eso es la interpretación seca de usted. Como dije a mi mujer el otro día, desdeque comenzamos a oír al Sr. Bawler, se nos ha abierto la Biblia de tal modo, que podemos vermucho más en ella que antes." -"Si y ¿qué les dijo a ustedes el Sr. Bawler concerniente a sutexto?" -"Bien. Comenzó diciendo que un hombre que tenía grande apetito, era un jovenconverso, que siempre tenía muchas ganas de oir la predicación, y siempre quería alimento; peroque no estaba siempre bien informado en cuanto a la clase de comida que le convendría mejor." -"Bien, y ¿enseguida, Juan?" -"Dijo que si el joven converso se sentara con un señor, es decir, conun predicador de la ley, las consecuencias serian para él muy tristes." -"Pero, ¿qué hubo del'cuchillo, Juan?"--"Señor, el Sr. Bawler nos dijo que era una cosa muy peligrosa la de oír a los predicadores de laley, que, a no dudarlo, arruinarían al que lo hiciera; y que eso sería lo <strong>mis</strong>mo que el que secortaran la garganta. "Me supongo que el asunto fue llamar la atención sobre los efectos dañososde permitir a los jóvenes cristianos que escuchen a otros ministros de los de la escuela hiper-Calvinista; y la lección sacada fue la de que este hermano bien podría poner un cuchillo a su76
garganta antes que asistir a un culto de su ministro anterior. Esto fue excederse en el modo deinterpretar y aleccionar. Críticos, entregamos los caballos muertos tales como éstos, a vuestravoracidad. Por mucho que los laceréis o devoréis, no os reprenderemos.Hemos oído hablar de otro sujeto que se ocupó de Proverbios 21:17, "Hombre necesitado será elque ama el deleite; y el que ama el vino y ungüentos no enriquecerá." Los Proverbios son uncampo favorito para los que espiritualizan. Aquí ejercen su aptitud para alegorizar con todalibertad. Nuestro hombre dispuso del pasaje del modo siguiente: "El que ama el deleite," es decir,el cristiano que goza de los medios de la gracia "será hombre necesitado," es a saber, será pobreen espíritu; y "el que ama el vino y ungüento," es decir, el que disfruta de las provisiones de laalianza y goza del aceite y vino del Evangelio, no enriquecerá," es a saber, no se estimará a si<strong>mis</strong>mo como rico: enseñando así la excelencia de los que son pobres en espíritu, y como deseenregocijarse de los deleites del Evangelio. Este es un pensamiento muy bueno y propio, pero no loencuentro en aquel texto. Todos habéis oído hablar de la interpretación famosa dada por el Sr.Guillermo Huntingdon, al pasaje de Isaías 11:8: "Y el niño de teta se entretendrá sobre la cuevadel áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna del basilisco." "El niño deteta," es decir, el nene en la gracia, "se entretendrá sobre la cueva del áspid," es a saber, sobre laboca del Arminiano. Entonces sigue una descripción de los juegos en que los cristianos sencillossobrepujan en sabiduría a los Arminianos. Los profesores de la otra escuela de teología,ordinariamente han tenido a bien no responder a sus opositores en el <strong>mis</strong>mo espíritu, de otromodo, los Antinomianos bien podrían haberse encontrado en el <strong>mis</strong>mo rango que los basiliscoscon sus opositores, desafiándolos jactanciosamente en la boca de sus cavernas. Esta clase deabuso sólo perjudica a los que lo emplean. Las diferencias teológicas se explican y se esfuerzanmucho mejor, por medios enteramente distintos de estas bufonadas. Los efectos producidos porla pura estupidez unida al amor propio, son a veces muy cómicos. Basta que se refiera unejemplo. Un buen ministro me dijo el otro día, que había estado predicando recientemente a sucongregación sobre los veintinueve cuchillos de Esdras. Estoy cierto de que él sabrá manejarestos utensilios prudentemente, pero no pude menos de decirle que esperaba que él no hubieraimitado a aquel sabio intérprete que vio en el número impar de cuchillos, una referencia a losveinticuatro ancianos del Apocalipsis. Un pasaje de los Proverbios dice así: "Por tres cosas sealborota la tierra, y la cuarta no la puede sufrir; por el siervo cuando reinare, y por el neciocuando se hartare de pan; por la mujer aborrecida cuando se casare, y por la sierva cuandoheredare a su señora." (Prov. 30:21-23). Un ministro muy afecto a espiritualizar, dice que estaspalabras son una representación figurada de la obra de la gracia en el alma, y que enseñan lo queperturba a los Arminianos y los hace pensativos. "Un siervo cuando reine," es decir, pobressiervos tales como nosotros, cuando nos sea dado reinar juntamente con Cristo; "un necio cuandose harte de pan," es a saber, pobres hombres necios tales como nosotros, cuando nos sea dadocomer del mejor trigo de la verdad del Evangelio; "una mujer aborrecida cuando se case," esdecir, un pecador cuando se una a Cristo; "una sierva cuando herede a su señora," es a saber,cuando nosotros, que éramos pobres siervos o esclavos bajo la ley, lleguemos a disfrutar losprivilegios de Sara, y a hacernos herederos de nuestra señora. Estas son unas cuantas muestras delas curiosidades eclesiásticas, que son tan numerosas y apreciables como las reliquias que serecogen en gran número todos los días en el campo de batalla de Waterloo, y son recibidos porlos pocos instruidos como tesoros inapreciables. Pero os he ahitado y no quiero malgastar másvuestro tiempo. Yo creo que no es necesario amonestaros que os apartéis de toda esta clase deextravagantes absurdos. Tales cosas deshonran la Biblia, insultan el sentido común de los77
- Page 1 and 2:
DISCURSOS A MIS ESTUDIANTESPLATICA
- Page 3 and 4:
colegio de los mismos, ha sido viva
- Page 5 and 6:
te curaste a ti mismo? Tú que pret
- Page 7 and 8:
crezcan;" esto que con frecuencia s
- Page 9 and 10:
enemigo os mira con especial atenci
- Page 11 and 12:
Aarón, no deben estar santificadas
- Page 13 and 14:
que debemos huir a todo trance. Est
- Page 15 and 16:
ellos con mis palabras." Ezeq. 3:1-
- Page 17 and 18:
hambre infinita e insaciable por la
- Page 19 and 20:
conocer lleno de sentimiento, dejan
- Page 21 and 22:
una congregación numerosa, y las b
- Page 23 and 24:
llamamiento de esta naturaleza, si
- Page 25 and 26: De la propia manera, a los que no p
- Page 27 and 28: haber leído toda clase de literatu
- Page 29 and 30: cosas como ministros de Dios, en mu
- Page 31 and 32: en el papel más que las palabras "
- Page 33 and 34: descanso para nuestro espíritu, si
- Page 35 and 36: a decir que ora tanto como debe, en
- Page 37 and 38: unción que usamos no nos viene del
- Page 39 and 40: ***PLATICA IVNuestra Oración Públ
- Page 41 and 42: disponemos a la práctica de nuestr
- Page 44 and 45: toda cortesía, pero con igual firm
- Page 46 and 47: si se quiere, con importunidad." Un
- Page 48 and 49: menos poco expresivo, puesto que no
- Page 50 and 51: "Vosotros que creéis tan firmement
- Page 52 and 53: Por último, os digo esto en confia
- Page 54 and 55: sus razones son como dos granos de
- Page 56 and 57: inmortalizado en su "Dunciad» sol
- Page 58 and 59: pecados de los hombres de negocios,
- Page 60 and 61: pueden escogerse, pero el órgano y
- Page 62 and 63: inspirada que pueda serle más úti
- Page 64 and 65: triste de los pacientes seglares qu
- Page 66 and 67: cualquier caso, un ejercicio provec
- Page 68 and 69: No es sino un chapucero el que al p
- Page 70 and 71: empeño, pero el otro texto rehusó
- Page 72 and 73: Juan Foster sobre el deber de aprov
- Page 74 and 75: consiste en la conformidad de su al
- Page 78 and 79: oyentes, y humillan al ministro. No
- Page 80 and 81: Cuando el apóstol San Pablo encuen
- Page 82 and 83: menospreciado de lograr la salvaci
- Page 84 and 85: dijo: "Luego, hermanos míos, él e
- Page 86 and 87: disonante de todas. Tan sólo la gr
- Page 88 and 89: oportunos, pero yo nunca he podido
- Page 90 and 91: personas, sacad todos los registros
- Page 92 and 93: concebirse, que el zumbido constant
- Page 94 and 95: estar equivoco. Señores el predica
- Page 96 and 97: posturas graciosas y a propósito a
- Page 98 and 99: una copa de vinagre fuerte mezclado
- Page 100 and 101: hacer desviar los pensamientos de v
- Page 102 and 103: costumbre de dividir mis sermones e
- Page 104 and 105: interesan, y les pide su atención.
- Page 106 and 107: Si necesitarais de otra cosa para c
- Page 108 and 109: aquel despierta luego y exclama: ¿
- Page 110 and 111: excelencias, apenas ha podido sobre
- Page 112 and 113: fastidiosa es la de atender a uno d
- Page 114 and 115: abundantes. Trabajad afanosamente e
- Page 116 and 117: Sin titubear yo en lo más mínimo,
- Page 118 and 119: para un nominativo, o un acusativo
- Page 120 and 121: sabríais qué hacer. Vuestras alte
- Page 122 and 123: Además la mayor parte de nosotros
- Page 124 and 125: soledades. Los hombres de Dios que
- Page 126 and 127:
tercer cielo y allí escuchar cosas
- Page 128 and 129:
mancha sobre el buen nombre que ten
- Page 130 and 131:
probar en si mismos cuán Inútil e
- Page 132 and 133:
de modales que en su concepto, les
- Page 134 and 135:
Muy conveniente sería que de nuevo
- Page 136 and 137:
Nosotros también somos hombres de
- Page 138 and 139:
preciso que no incurra en el error
- Page 140 and 141:
Además, las personas que los tuvie
- Page 142 and 143:
como si siendo calvos os comprarais
- Page 144 and 145:
ecurrir al libro impreso, de un mod
- Page 146 and 147:
Además, por desprovistas que esté
- Page 148:
i"Al principio lo que más me preoc