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Discursos a mis estudiantes - David Cox

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garganta antes que asistir a un culto de su ministro anterior. Esto fue excederse en el modo deinterpretar y aleccionar. Críticos, entregamos los caballos muertos tales como éstos, a vuestravoracidad. Por mucho que los laceréis o devoréis, no os reprenderemos.Hemos oído hablar de otro sujeto que se ocupó de Proverbios 21:17, "Hombre necesitado será elque ama el deleite; y el que ama el vino y ungüentos no enriquecerá." Los Proverbios son uncampo favorito para los que espiritualizan. Aquí ejercen su aptitud para alegorizar con todalibertad. Nuestro hombre dispuso del pasaje del modo siguiente: "El que ama el deleite," es decir,el cristiano que goza de los medios de la gracia "será hombre necesitado," es a saber, será pobreen espíritu; y "el que ama el vino y ungüento," es decir, el que disfruta de las provisiones de laalianza y goza del aceite y vino del Evangelio, no enriquecerá," es a saber, no se estimará a si<strong>mis</strong>mo como rico: enseñando así la excelencia de los que son pobres en espíritu, y como deseenregocijarse de los deleites del Evangelio. Este es un pensamiento muy bueno y propio, pero no loencuentro en aquel texto. Todos habéis oído hablar de la interpretación famosa dada por el Sr.Guillermo Huntingdon, al pasaje de Isaías 11:8: "Y el niño de teta se entretendrá sobre la cuevadel áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna del basilisco." "El niño deteta," es decir, el nene en la gracia, "se entretendrá sobre la cueva del áspid," es a saber, sobre laboca del Arminiano. Entonces sigue una descripción de los juegos en que los cristianos sencillossobrepujan en sabiduría a los Arminianos. Los profesores de la otra escuela de teología,ordinariamente han tenido a bien no responder a sus opositores en el <strong>mis</strong>mo espíritu, de otromodo, los Antinomianos bien podrían haberse encontrado en el <strong>mis</strong>mo rango que los basiliscoscon sus opositores, desafiándolos jactanciosamente en la boca de sus cavernas. Esta clase deabuso sólo perjudica a los que lo emplean. Las diferencias teológicas se explican y se esfuerzanmucho mejor, por medios enteramente distintos de estas bufonadas. Los efectos producidos porla pura estupidez unida al amor propio, son a veces muy cómicos. Basta que se refiera unejemplo. Un buen ministro me dijo el otro día, que había estado predicando recientemente a sucongregación sobre los veintinueve cuchillos de Esdras. Estoy cierto de que él sabrá manejarestos utensilios prudentemente, pero no pude menos de decirle que esperaba que él no hubieraimitado a aquel sabio intérprete que vio en el número impar de cuchillos, una referencia a losveinticuatro ancianos del Apocalipsis. Un pasaje de los Proverbios dice así: "Por tres cosas sealborota la tierra, y la cuarta no la puede sufrir; por el siervo cuando reinare, y por el neciocuando se hartare de pan; por la mujer aborrecida cuando se casare, y por la sierva cuandoheredare a su señora." (Prov. 30:21-23). Un ministro muy afecto a espiritualizar, dice que estaspalabras son una representación figurada de la obra de la gracia en el alma, y que enseñan lo queperturba a los Arminianos y los hace pensativos. "Un siervo cuando reine," es decir, pobressiervos tales como nosotros, cuando nos sea dado reinar juntamente con Cristo; "un necio cuandose harte de pan," es a saber, pobres hombres necios tales como nosotros, cuando nos sea dadocomer del mejor trigo de la verdad del Evangelio; "una mujer aborrecida cuando se case," esdecir, un pecador cuando se una a Cristo; "una sierva cuando herede a su señora," es a saber,cuando nosotros, que éramos pobres siervos o esclavos bajo la ley, lleguemos a disfrutar losprivilegios de Sara, y a hacernos herederos de nuestra señora. Estas son unas cuantas muestras delas curiosidades eclesiásticas, que son tan numerosas y apreciables como las reliquias que serecogen en gran número todos los días en el campo de batalla de Waterloo, y son recibidos porlos pocos instruidos como tesoros inapreciables. Pero os he ahitado y no quiero malgastar másvuestro tiempo. Yo creo que no es necesario amonestaros que os apartéis de toda esta clase deextravagantes absurdos. Tales cosas deshonran la Biblia, insultan el sentido común de los77

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