ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

era ya capaz de leerlo y de escribirlo, pero poco más. Homero y los poetas griegos fueron
el lfmite de sus estudios de belenidad. Esto no debemos enfocarlo como un fracaso. En
ningún momento fue intención de sus preceptores convertirle en un gran helenista, sólo en
un príncipe, futuro rey, amante de las lenguas y de la literatura clásicas. Y aquí es donde
acertaron - Gracias a las enseñanzas de Calvete, Honorato y Sepúlveda, Felipe II no sólo fue
un monarca culto, sino también un defensor de la exégesis bíblica. Aunque con la conclu-
sión de los estudios de don Felipe en 1545, Calvete no compró más libros en este idioma,
tanto en 1545 como en 1546, al año siguiente el Príncipe dio a Calvete su visto bueno para
la adquisición de una completa colección de obras clásicas en griego, magnífica selección
que vino a completar su biblioteca y a convertirla en un centro de helenismo, dentro de un
amplio renacer de estos estudios en la Castilla de la década entre 1544) y 1550, proceso todo
él muy vinculado con la Corte. Características de centro helenístico que después herederá la
Real Biblioteca de El Escorial.
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