ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

evidente la utilidad pedagógica que esta obras tenían para cualquier joven estudiante de
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latinidad. Calvete adquirió esta pequeña enciclopedia de la AntigUedad -si atendemos a su
encuadernación tras la Copia-, no sólo como un instrumento que le permitiera empapar a
don Felipe en la cultura antigua, sino también como un manual de consulta oil hoc, para
que comprendiera las citas y ejemplos de estilo latino que Erasmo vertía en aquella, y
resolviera las dudas que tuviera para componer sus ejercicios de redacción. El Elucidarium
de Estienne, adquirido solo unos meses antes, cumplía idéntico cometido.
En esta misma línea se adquirieron la Cornucopia y el Calepino, los dos dicciona-
nos latinos más utilizados y recomendados en la época. En la Cornucopia de Niccoló Perot-
ti (1429-1480) estaba muy presente la nueva filología iniciada por Lorenzo Valía con sus
Elegantiae. Perotti inició su diccionario como un comentario sobre Marcial, pero se convir-
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tió posteriormente en un magno repertorio filológico y gramatical de la lengua latina . El
monje agustino Ambrogio Calepino (1435-1511) fue el autor de otro célebre diccionario
latino impreso en 1502. Reeditados y ampliados en las décadas posteriores, ambos dicciona-
nos son recomendados por Vives, con el objeto de que el alumno, mientras fuera leyendo
los autores clásicos, tuviera siempre a mano “el vocabulario de la lengua latina: a saber el
Calepino o Perotto, al cual recurrirá en caso de duda acerca de una voz latina” 82 Si bien
Vives advierte que los diccionarios de Perotti y Calepino no eran todo lo buenos que sería
de desear, lamentándose de que en la época hubiera una gran carencia de buenos vocabula-
nos, o de que las obras antiguas de Varrón, Festo o Marcelo fueran tan escasas83. La
misma renuencia muestra Erasmo hacia el diccionario de Perotti, aunque también lo reco-
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mienda en su opúsculo a Pedro Viterio
80.RBME. 63-IV-18, n0 2. Dictionarivm Poeticvm, Elucidarius carminum uulgb inscrip¡um.
(Lyon, Sebastián Gripho, 1538). In 8~.
81 .WEISS. “El humanismo desde Petrarca hasta Erasmo”. Op. cd, p. 181.
82.VIVES. Pedagogía pueril. Op. cit. Carta 1, p. 731.
83.VIVES. Pedagogía pueril. Op. ci:, pp. 745-746.
84.” Entre los [gramáticos]modernos, no aprecio yo ventaja apreciable, si ya no es que Nicolás
Peroto me parece más diligente que los otros, pero sin superstición”. ERASMO. Plan de
estudios. Apud. Obras escogidas. Op. cit, p. 445.
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