ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

3. La incorporación de Honorato Juan y Juan Ginés de Sepúlveda
a las clases del príncipe (1542).
Al regresar Carlos V a España en 1541 se planteé de nuevo el problema de la educa-
ción del príncipe. A pesar de la vuelta de Silíceo a la corte, en compañía del propio César,
y de que éste no deseaba que don Felipe siguiera bajo su influencia, también se puso de
manifiesto el carácter temporal de la elección de Calvete de Estrella como maestro del
príncipe. Como Cobos había advertido al Emperador, Calvete había sido escogido sólo
como una solución temporal, esperando que cuando el monarca estuviera de nuevo en
España, lo que se esperaba en pocos meses, el propio Carlos y tomara las decisiones que le
parecieran más adecuadas para solucionar el problema. Y así fue. Era necesario encontar
una fórmula distinta que evitan que la educación del heredero estuviera a expensas de las
idas y venidas de su maestro a la corte desde Cartagena. No se ha conservado documenta-
ción alguna al respecto, pues al estar Carlos y en España todo este asunto se despachó a
boca con Zúñiga, y quizá también con Cobos. Así pues, sólo podemos limitarnos a consta-
tar que en 1542 se encomendé a Honorato Juan y a Juan Ginés de Sepúlveda que se reunie-
ran con el príncipe para hablar en latín y que así éste se aficionara más a esta lengua. Así lo
recuerda Sepúlveda en su crónica del Emperador:
“Acerca de la instrucción y estudios de su hijo, ya desde el año anterior, 1542, habla
decidido Carlos que con su preceptor el obispo de Cartagena interviniesen en las reuniones
literarias Honorato Juan, valenciano, de casa noble, versado en Griego y Latín, y Juan
Ginés de Sepúlveda, cordobés, autor de esta historia, para que hablando éstos con él y ente
sí, se aficionase más al latín” 90.
Sepúlveda no aclara mucho más a este respecto. No obstante, es de suponer que la
decisión imperial se produjo en Valladolid, donde Carlos V habla convocado Cortes de la
Castilla en febrero de 1542, pues Sepúlveda sólo residió los seis primeros meses del año en
90.LOSADA, Angel. Juan Ginés de Sepúlveda a través de su ~episro1ario”y nuevos documentos.
(Madrid, 1949), p. 93. Traducción del autor. El original latino en SEPULVEDA. Opera.
II, Pp. 189-190.
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