ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

también en las monedas y en los títulos e inscripciones epigráficas”’ 40, idea tomada de los
humanistas italianos y extendida desde el Cuatrocento. Quizá los preceptores de Felipe II
recordaron, al instruirle en esta disciplina, el ejemplo de Alejandro Geraldini, excelente
arqueólogo y coleccionador de inscripciones antiguas, profesor del príncipe don Juan, de
sus hermanas las infantas y de algunos jóvenes nobles españoles a fmes del siglo
pero, sin duda, participaban de una afición cortesana por al antigUedad, muy extendida ya
en el entorno del príncipe. El propio Felipe había sido espectador en febrero de 1541 de una
máscara, celebrada en Madrid con motivo de la boda de los Duques de Sesa, en la que
“salieron doce caballeros de la mesma manera que vemos las estatuas de Roma, armados a
caballo”, en cuyas monturas y vestimentas se había imitado los modelos romanos, y ante la
que un anónimo relatos juzga: “ Fué muy vistosa y agradable máscara, por tener tanto
resabio de lo antiguo, por manera que casi estaban como los colosos, o figuras antiguas, a
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caballo. Todos éstos eran caballeros cortesanos
El interés de Honorato Juan y de Juan Ginés de Sepúlveda por la anticuaria se refleja
en el códice con inscripciones antiguas que recopiló Zurita, muchas de las cuales le fueron
proporcionadas por los dos preceptores de Felipe 11143. Sepúlveda, que se habla formado
en Italia, adquirió aquí la predilección por la epigrafía como fuente de la AntigUedad. La
afición de Honorato Juan por el mundo de las antigUedades pudo ser adquirida de su maes-
tro Strany, gran erudito y coleccionista valenciano, cuya colección de medallas y de anti-
140.ERASMO. Plan de estudios. Op. cit., p. 449.
141.C4fra VEREDAS RODRIGUEZ, Antonio. El Príncipe Juan de las Espaflas (1478-1497).
(Avila, 1938), pp. 100-101.
142.En SIMON DIAZ. Relaciones de actos públicos. Op. cit., p. 3. Describe asimismo sus
ropajes y monturas: ‘Y. todos venían en muy hermosos caballos en pelo, sin más guarnición
de sendos cojinetes sin estribos; por forma de armas traían coseletes y celadas, y todas las
otras piezas, que en aquella forma debían ser de acero, de cuero plateado. Traían cubiertos
unosmantos de damasco azul, prendidos con un nudo sobre el hombro derecho, por manera
que el brazo derecho quedaba libre y levantado con sus espadas desnudas en las manos”.
143.Irascripciones de memorias romanas y españolas antiguasy modernas”. Op. cit., BNM. Ms.
3610. Las inscripciones recopiladas por Honorato (ff. 10-28v, 33v, 37v) parecen ser de su
propio mano. El manuscrito fue propiedad de Zurita, a quien Honorato enviaría esta lista de
inscripciones. A la muerte del cronista aragonés, pasaron a manos del Doctor Moreno, y de
éste a Felipe Pui. Ya en el siglo XVII, el Conde de Guimerá las reencuadernó y restauró.
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