ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

Lyricae”, con poemas a la Virgen, San Juan Bautista, y San Cristóbal, son un inspirado
ejemplo de poesía cristiana, en la que la técnica del acróstico es empleada para enseñar el
“Pater noster” o el “Ave María” y otros textos devotos. Otras rasgos erasmizantes se refle-
jan en su poesía, como el cristocentrismo, en la “Meditatiunculae in symbolum apos¡oli-
cum”, con el acróstico “Christo”, e irenismo en la dedicada al “quinquagesimum psalmum”,
donde Cabrera elogia la paz. En definitiva, un ejemplo de la poesía erasmizante española
que sitúa a Cabrera junto a un Alvar Gómez de Ciudad Real.
En relación con este cenáculo de humanistas cortesanos, vinculados al príncipe
Felipe, debe citarse otro grupo de cortesanos, nos referimos, en particular, a nonbres como
los del abad Enríquez, Juan de Zúñiga y Antonio de Rojas, ya citados, o los de Luis Zapata
o Alonso Enríquez, cuyos perfiles se coaesponden con los de una nobleza afecta a las
letras, en la que las ideas erasmianas toman cuerpo social. Luiz Zapata, paje de la Empera-
triz, y después de don Felipe, también ha de incluirse en la nómina de este cenáculo eras-
mizante que prosperó al calor de la Casa del Príncipe desde 1545. Su erasmismo ha sido
puesto de manifiesto tras el brillante estudio de Márquez Villanueva91. En 1544 el príncipe
pidió para él las alcaidías y tenencias del Comendador Zapata, su padre
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, y en 1548 fue
uno de los pajes que le acompañaron durante su Felicísimo viaje. De más difícil adscripción
es la figura medio cortesana medio bufonesca de don Alonso Enríquez de Guzmán. Llegado
a la corte del Príncipe en 1543, encontró pronto cobijo a su lado y alcanzó gran privanza en
sus asuntos. Hombre liviano y poco dado a los estudios, tuvo escasa influencia en la vida
intelectual de la Corte, pero en su autobiografía relata y retrata algunos aspectos de ésta que
no pueden pasarse por alto. Zúñiga fue uno de sus protectores, según agradece en su auto-
biografía, y a quien atribuñía gran parte del mérito en la buena formación de don Felipe:
Es muy sabio y muy honnado en verdad, y como tal le fué encargado tan principal cargo.
En el qual se governó tam bien que sin pesadumbre ni desacato, tuvo al Prlnqipe bien doc-
trinado graciosa y agradablemente. Verdad es que el Prínqipe le ayudó mucho con su buen
91 .MARQUEZ VILLANUEVA, Francisco. “Don Luis Zapata o el sentido de una fuente
cervantina”.Revista de Estudios Extremeños. XXII (1966), p. 507-508.
92.AGS. E. Leg. 12, fol. 147.
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