ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

Gandía enviaba a don Felipe, hijo del Vizconde de Ebol, las fabulas 274 de Esopo y las Novelas
de Bocaccio, en italiano, para que fuera aprendiendo esta lengua . Como hemos visto,
Calvete sólo adquirió unas pocas obras en este idioma para el príncipe. No ocurrió así con
el italiano. El “toscano”, como solía ser denominado entonces, era, junto con el latín o el
griego, una de las lenguas del Renacimiento. El hecho de que este movimiento tuviera su
cuna en Italia, y que humanistas como Dante, Petrarca o Bocaccio escribieran una parte
muy importante de sus obras en su idioma materno, había elevado al toscano, considerado
como el romance italiano culto, hasta la altura de lengua del Humanismo.
274.” Mucho quisiera hallarme tan qerca, que pudiera senzir al señor don Felipe, cuyas manos
beso, de leelle algo en toscano, aunque no lo entiendo para oillo de otros. Pero ya que esto no
puede ser, van essos libricos. En el verdezuelo ay vnas fabulas de Ysopo en latin y en toscano
lo vno con lo otro, y con la moralidad que esta en cada cabo seran fa~il Fde -roto-] entender,
las novelas de Joan Vocaqio tanbien, por ser prosa, y sin difflcultad faqilmente se entrara por
ella. Los otros autores que tratan otras materias de amores, y enseñan su dotrmna, para la hedad
de su merced, son defficiles y para la de otros imposible, y quien otra cosa dixiere que no
valga por testigo en este caso”. (FZ. Carpeta M. 22-847. Juan de Borja, duque de Gandía, al
Vizconde de Evol. Gandía, 6-mar-1542).
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