ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

3. El suediolo del Príncipe, reflejo de sus inquietudes humanísticas.
Esa rica vida cultural también se ve reflejada en el propio Felipe, a través de su
studiolo y de la biblioteca que contenía, siudiolo en el que, a pesar de la inquietud de Silí-
ceo por reconducir a su pupilo hacia ámbitos más ortodoxos, se percibe de manera muy
notable la influencia del cenáculo humanístico circundante. La intervención de Calvete de
Estrella es de nuevo fundamental. Es él quien recibe por parte del príncipe Felipe la misión
de realizar nuevas compras de libros, pero esta vez de una manera masiva, entre agosto de
1545 y 1547. Al parecer, la publicación en 1545 de la Bibliorheca Universal de Conrad
Gesner motivó en Felipe el deseo de convertir su librería juvenil, de un carácter pedagógi-
co, en una biblioteca de tono enciclopédico, donde se recogieran todos los autores, las
obras, las disciplinas y las lenguas, al estilo del proyecto bibliográfico que Gesner propoma.
La aspiración, sin embargo, no era nueva. Ya en 1537 Hernando Colón había elevado un
memorial a Carlos Y, exhortándole a crear una biblioteca del saber universal de su tiempo,
y en 1544 Francisco de Monzón, en su Espejo de principe chrisdano, animaba a los sobera-
nos a crear grandes librerías, centros de saber y de cultura. Así pues, la recepción de la
obra de Gesner en España no aportaba grandes novedades al respecto, pero permitió galva-
nizar unos antelos intelectuales, hasta entonces dispersos, y que encontraron en la Corte de
don Felipe un espacio donde concentrarse. Al finalizar 1545, Calvete de Estrella llegó a
remitir al Príncipe un total de casi doscientos cincuenta títulos. En 1546, la adquisición de
libros se moderó un poco, “sólo” doscientos, comprados todos en la feria de Medina del
Campo. Pero en 1547 la cifra se disparó: cerca de trescientos títulos, en griego, en toscano
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y en latín fueron comprados para la biblioteca principesca
La cantidad es suficientemente explicativa acerca de las dimensiones que en esta
época llegó a alcanzar la Librería rica. A partir de 1548 el tiempo de las compras masivas
de libros había pasado. Felipe había logrado reunir una de las bibliotecas más completas de
1 12.El inventario de todas estas compras masivas de libros, junto con su signatura, al fmal en el
apéndice dedicado a la Librería rica de Felipe II entre 1545 y 1557.
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