ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

Esta impresionante exhibición de la erasmofilia de Calvete, trasladada sin ningún
tipo de trabas a la biblioteca principesca era también compatible, de manera paradójica, con
la compra de las obras más representativas del antierasmismo Entre agosto y noviembre de
1545 también se incorporan a las lecturas de don Felipe El propio Calvete de Estrella alentó
tales disputas, como lo demuestra la compra en 1545, por un lado, de la Opera omnia de
Erasmo, y por otro lado de las obras más conocidas de polémica antierasmiana, la Theolo-
gia restituta de Carvajal y la Antapologla pro Alberto mo de Sepúlveda, junto con otras
inclinadas a favor del holandés, reflejo, quizá, de un debate que se desarrollé en la intimi-
dad principesca sobre la ortodoxia erasmiana. La lectura de estas obras, sin embargo, no
varió lo que sin duda, puede interpretarse como un magno proyecto bibliográfico (sobre el
que estamos trabajando en un nuevom proyecto de investigación), que encontró en el bi-
blismo y el helenismo dos de sus facetas más representativas.
El creciente interés del príncipe Felipe por la exégesis bíblica se percibe en su bi-
blioteca de manera muy temprana, y se contmúa a partir del final de sus estudios, cuando la
adquisición en 1545 de las Omnia Opera de Erasmo puso por vez primera en sus manos el
Novum Instrumentum del holandés. Al mismo tiempo Calvete adquirió los seis tomos de la
Biblia Poliglota Complutense. El 13 de marzo de 1546, estando en Alcalá, don Felipe
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mandó comprar a Diego de Zúñiga, “vna bliuia (sic) en quatro lenguas , probablemente
un ejemplar de la Políglota Complutense, ya que en el mismo año Juan de Medina encua-
dernó cierta “bliuia de tres lenguas, en seis cuerpos”, que puede corresponderse con la
adquirida a Zúñiga por el Príncipe. Recordemos que aunque habitualmente se hace referen-
cia a esta edición cisneriana de las Sagradas Escrituras como biblia trilinglie, se imprimió
en latín, griego, hebreo y arameo. La adquisición de esta nueva Políglota (en 1545 Calvete
había comprado otra en Salamanca, nos revela el creciente interés del Príncipe por el bi-
blismo, alentado por sus preceptores pocos años antes como parte de su educación teológi-
ca. Las razones por las que mandó comprar otra edición completa de esta Biblia son un
misterio. Quizá el hecho de que la Biblia cisneriana fuera muy rara, le animó a no dejar
pasar la oportunidad de enriquecer su biblioteca con más de un ejemplar. O quizá sólo le
120.AGS. CSR. Leg. 36. Fol. 1”, fol. 185r.
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