ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

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sabido que Carlos V quiso llevar consigo para esta ocasión un gran número de artistas y escritores. Tras la derrota del ejército imperial, Carlos V ordenó regresar a España, desem- barcando en Cartagena el 1 de diciembre de 1541. Honorato Juan siguió entonces a la Corte, circunstancia que facilitó que en 1542 el César le confiara, junto con Juan Ginés de 167 Sepúlveda, ¡a educación de su hijo y heredero En consonancia con el ambiente cada vez más contrario a los planes de estudios que Silíceo había trazado para la educación de don Felipe, años más tarde (1558), un testigo directo de los cambios que acaecieron en la corte filipina a partir de 1541, Juan Páez de Castro, escribirá al conocer que Felipe II había escogido como maestro de don Carlos: “De el Señor Honorato loan todo es verdad quanto V - merced escrive, y nunca hombre de sus 168 partes ha estado en su cargo después que ay Reyes en España” . Un elogio que, fallecido Silíceo el año antes, podía realizarse sin temor alguno a la ira del entonces cardenal, y que permite atisbar el importante papel que el humanista valenciano tuvo en la educación del monarca. Hecho que Alvar Núñez Cabeza de Vaca subraya en la dedicatoria al infante don Carlos de sus Comentarios al descubrimiento del Rio de la Plata: “ Con el mismo zelo eligieron sus Magestades a Honorato Ivan a quien encomendaron el enseñamiento y erudi- cion de V. A. por tener conocida su mucha Christiandad, virtud y letras de los muchos años, que en sus casas Reales ha servido, y particularmente el Rey Principe nuestro señor -.169 en sus estudios ¿En que corriente humanística puede incluirse a Honorato Juan? Existe una curiosa visión historiográfica sobre Honorato Juan que ve en él a un escolástico, e incluso a un “reaccionado” ~ta primera digamn~, ar~riAn vs h~co ~n el único tesám~io de Lorenzo 167. En una relación impresa en italiano sobre el linaje de los Joan, se dice de Honorato que “primieramente sen’? 1 ‘imperadore Carlo y. molti anní col canco di gentil ‘huomo della sua casa Reale, & lo serte? nelle guerre, & conquiste, e pur al Ré Principe D. Filippo, assistendo, ne ‘suoi Ssudii, sendo alí ‘hora il Maestro suo Juan Martina Siliceo”. (Teatro Genologici supplemenro della famigua Giovanni. (5.1. s.a, siglo XVII). Apud Códice Centelles, fol. 93r). 168.Cit. por CAMPO MUÑOZ, Maria Isabel. Honorato Juan, humanista, maestro de príncipes y obispo de Osma. (Soria, Caja General de Ahorros y Préstamos de Soria, 1986), p. 53. 169.Ci:. en Elogios. Op. ci:., p. 40. 394
Palmireno, quien en el prefacio de su Tractado e Imitatione Ciceronis (1560), dedicado a Honorato, asegura que Honorato Juan desterró de los estudios de gramática la lección de Erasmo y de Policiano, y la sustituyó por la de Cicerón, nada expuesta a corromper las costumbres de ¡a juventud170, dato que bien puede corresponderse con las lecciones que impartiera en la citada cátedra de gramática y de retórica, llamada de Lorenzo Valía. El elogio de Palmireno fue después recogido por todos los biógrafos posteriores del humanista valenciano, como testimonio de que Honorato estuvo en la nómina de los antierasmistas 171• La cita de Palmireno merece ser matizada. En primer lugar, sorprende encontrar en este humanista aragonés una afirmación de tono tan contrario a Erasmo. Sólo un año antes, con motivo del Indice promulgado por Valdés, respiraba aliviado porque los Adagios de Erasmo no habían sido incluidos, como el Papa quería en su catálogo172. Esto le escribía el mismo Palmireno que había defendido en la universidad de Valencia, frente a la opinión de Beuter, 173 - el empleo por los estudiantes de la Copia de Erasmo, triunfando Palmireno . Este mismo fue en 1563 testigo a favor del erasmista Jerónimo Conqués, durante su proceso inquisito- rial174. Conqués fue condenado a abjurar “de vehementi” en 1564 ¿Obligó esta condena a que Palmireno se desmarcara del, pensamiento de Erasmo por miedo a ser relacionado con el condenado, su amigo? Las palabras de Palmireno hay que situarlas más bien en el contex- to de la polémica entre ciceronianos y anticiceronianos. Situadas en su contexto las palabras de Palmireno, resta por responder a la acusa- ción de que fue un reaccionario. Es Joan Fuster quien emplea emplea por primera ese cali- 175 ficativo, oponiendo a Honorato Juan la figura del intelectual progresista Furió Ceriol 170.PALMIRENO, Juan Lorenzo. De vera & .facili imitatione Ciceronis. (Zaragoza, 1560), fol. 3r. 171 .LOPERRAEZ CORVALAN, Juan. Descr¿~ción histórica del obispado de Osma con el catálogo de susprelados (Madrid, 1788). 1, p. 428. 172.En BATAILLON. Erasmo y España. Op. ci:, p. 719 173. Vid. GALLEGO BARNES, Andrés. Juan Lorenzo Palmireno. (Zaragoza, 1982), p. 96. 174.BATAILLON. Erasmo y España. Op. ci:, p. 732. 175.FUSTER, Joan. Rebeldes y heterodoxos. (Barcelona, 1972), Pp. 163 y ss. 395
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Capítulo IX. La maduración del er
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