ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

Honorato se relacioné con distintos medios intelectuales, intimando con el Nicolás Grudio
(cuyo nombre vuelve así a salir relacionado como uno de los elementos claves sobre los que
pivotó el encuentro entre los humanistas flamencos y los españoles del séquito del
Príncipe). A diferencia de Calvete, que obtuvo permiso de Felipe para residir en Amberes
a su marcha, en 1551 Carlos y le ordenó que regresase a España en servicio de su hijo 137.
Grudio le dedicará la citada epístola en verso, despidiéndole:
Sin mi a tu patria bolveras, y ella
Boluera a ti a tener luzida estrella:
Con tu esplendor coronaras a España,
Donde en postrer alarde
Puso Titán el lecho de la tarde.
Compañero leal del Gran Filipo
Vnico honor de Iberia te anticipo 138
Grudio elogia también al grupo de eruditos que acompañó al príncipe hasta los
Países Bajos, en especial a Calvete, pero también a Gonzalo Pérez, Garcilaso, Juan de
Benavides y Pedro de Avila139. Y se imagina a Honorato siendo recibido en España por
sus amigos, pidiéndole que saludara de su parte a Zurita, “, mi antiguo generoso confiden-
te”, “Germano secundo”, Sepúlveda y Resende, “cuyos nombres entiendo 1 Que nunca ha
de poder mi sentido~~í~W. Pero la incorporación más notable en este viaje fue la del doctor
Constantino, a quien el príncipe Felipe llamó para que le sirviera en su Casa, fiado de su
gran fama espiritual:
Doctor costantino canonigo de la Sancta yglesia de Seuilla porque teniendo reía-
Qion de vuestras letras y buenas calidades que en vuestra persona concurren me quiero
seruir de vos en esta jornada, encargamos os que luego os desocupeis y os partais y vaiais a
bar~elona para XXIIII de septiembre, a donde plaziendo a dios sere yo para el dicho tiempo
o pocos dias despues y alli se entendera en lo que toca a vuestro asiento, que en ello me
hareis plazer y seruicio y si quisieredes podreis yros en las galeras despaña que partiran de
137.Cédula del Príncipe para que se le libren a Honorato Juan sus gajes como gentilhombre del
Emperador, pues éste Je había ordenado que volviese a España en su servicio. (Madrid,
24-nov-1551). AGS. E. Lib. 71, fol. 136.
1 38.Traducción castellana del original latino por don Francisco de la Torre, caballero de
Calatrava. En Elogios. Op. cit., p. 89.
139.Ibídem, p. 90.
140.lbídem, p. 96.
667