ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

5. El hebreo, el arameo y el ¡trabe: El orientalismo filológico en la escuela
palatina.
De manera paralela al estudio y aprendizaje de las dos lenguas clásicas del Renaci-
miento, con la salida de Silíceo de la escuela palatina se inició un gran interés por introducir
también al príncipe en el estudio de las lenguas semíticas, en particular el hebreo, si bien
esta formación se completó con cierta curiosidad, muy temprana, por el árabe. Cuando en
1540 don Felipe visitó las aulas de la universidad complutense, su maestro destaca que
entendió a todos los lectores, excepto al de hebreo. Carencia a la que pronto se quiso dar
solución. Es muy notable la preocupación de los nuevos preceptores del Príncipe mostraron
por que don Felipe aprendiera, además del latín y del griego, algo del hebreo. Esto revela
un deseo de introducir a su regio alumno en una de las grandes aventuras filológicas e inte-
lectuales del Humanismo: la crítica textual o exégesis de la Biblia, junto con una apertura a
lo oriental, que desmiente, en parte, la “letargia plurisecular” que se atribuye a la cultura
española con respecto al mundo musulmán 253
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diccionario trilingúe, latín, griego y hebreo, del humanista alemán Sebastián Mtinster254
[Figs. 16 y 17]. Cabe atribuir, pues, la adquisición de este título a Calvete de Estrella,
quien nombrado maestro de los pajes unos meses antes, ya por entonces, con el amparo de
Zúñiga, inició la adquisición de una selecta librería para el príncipe Felipe, con nuevos
criterios pedagógicos. En los años siguientes el hebreo se hizo un pequeño hueco entre los
253.Vid. MILHOU, Alain. “Desemitazión y europeización en la cultura española desde la
época de los Reyes Católicos hasta la expulsión de los moriscos”. Lo cultura del Renaz.xemen¡.
Homenatge al pare Miquel Batllori. Monografies Afanuscñts. 1