ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

te y de Zurita se unió en 1542 el de Juan Ginés de Sepúlveda, gran amigo del Pinciano8, y
elegido este año por Carlos y como preceptor de su hijo Felipe. Las cartas del comendador
a Sepúlveda y Zurita, entre 1540 y l548~ son una vía, aunque limitada, para penetrar en el
interior de sus relaciones con Calvete de Estrella, Gonzalo Pérez, Sepúlveda, Honorato
Juan, Páez de Castro y Cristóbal de Orozco, al tiempo que nos permiten enmarcar el
ambiente intelectual de la corte filipina durante la década de los cuarenta.
La entrada de Calvete en la Corte llegó pareja con un inmediato y súbito cambio de
la educación del Príncipe. En relación con su presencia debe destacarse que entre los meses
de abril y octubre de 1541, Zúñiga mandara librar al librero Juan de Medina un gran
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número de pagos por la compra y encuadernación de libros para el el estudio principesco
¿Fue Calvete quién adquirió también esta importante remesa de libros? En septiembre
todavía no había sido elegido como maestro en sustitución de Silíceo, y ya estaba en Sala-
manca comprando libros para Felipe ¿Realizaba esta función desde mucho antes? Nada se
dice en las libranzas, que van dirigidas únicamente a nombre de Juan de Medina, pero es de
suponer que alguién tuvo que ir a su tienda para escoger los títulos y negociar sus encuader-
naciones. En los años anteriores fueron Bazán o Quecedo quienes se encargaron de esta
tarea, pero sus nombres son citados expresamente en las libranzas. No ocurre así en este
caso. Por otro lado, no deja de ser significativo que el primer libro que Medina dio y
encuadernó para el servicio del príncipe fuera entregado el 2 de abril de 1541, sólo unas
8.No sabenos de dónde parte su amistad. Quizá se conocieran en Alcalá, donde Sepúlveda
inició sus estudios universitarios en 1510 y Núñez trabajaba en la Biblia Políglota. Despúes
Sepúleda marchó a continuar sus estudios en Bolonia, donde antes había estado el Pinciano. Su
vínculo amistoso debió renaudarse en 1536, cuando el cordobés regresó a España. Ya en 1541
hubo cierta relación entre ambos humanistas, pues se conserva una carta de recibo de Sepúlveda,
relativa a 10.800 mrs. que Zurita le entregó para dar, por mediación del doctor Diego de
Neila, al Comendador. (Madrid, 16-sep-1541). RAH. Salazar. A-I11, fol. 229. Cit. por
BELTRAN DE HEREDIA. Cartulario. III, p. 332. Se conservan asimismo dos cartas de
Sepúlveda (c. 1541-1542), en respuesta a otras tantas de Núñez, que revelan tanto su amistad
como sus diferencias en temas culturales. (En LOSADA. Epistolario. 0p. cit., pp. 95-99).
9 .Este epistolario, conservado en la biblioteca de la Real Academia de la Historia, Salazar, A-
111, publicado por Uztarroz en el siglo XVII, fue nuevamente estudiado por Beltrán de Heredia.
Cartulario. Op. cit. III, PP. 491-521. No se han conservado, sin emnbargo, las canas que
Hernán Núñez, sin duda, remitió a Calvete durante estos años.
l0.La libranza a Juan de Medina con esta lista de libros y las fechas en que le fueron pagados,
AGS. CSR. Leg. 36. Fol, g0, [ff. 203r-204vI.
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