ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

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Andalucia . Quería saber si don Felipe se había congraciado con las musas, o si su vida
conyugal y los asuntos de gobierno le impedían estudiar con la misma dedicación que antes:
También quiero estar informado sobre la vida que lleva el Príncipe Felipe: si por
fm se ha vuelto a congraciar con las Musas, de quienes las preocupaciones por su matrimonio
¡o tenían un tanto alejado, o si sus muchas ocupaciones le tienen apartado de ellas.
Nosotros, sus preceptores, debemos ser cautos y no lanzarle al estudio de las letras precisamente
cuando se ve obligado a hacer marchas penosas, recorrer caminos impracticables,
atravesar profundos ríos, cascadas torrenciales y parajes cubiertos de nieve, como son los
montes de Segovia y la Cordillera Orosp«da. Espero con verdadera ansiedad tu carta para
que ella colme mi ansia de información“11.
No se ha conservado la respuesta de Honorato Juan, ni tampoco la carta latina de
Sepúlveda, que tanto podría decimos sobre los progresos intelectuales del joven Felipe por
entonces. Cuando en diciembre de 1544 Silíceo volvió a la Corte, tras su larga ausencia,
inspeccionó sus progresos y envió a Carlos y un informe al respecto. Felipe había estudiado
durante este tiempo con sus preceptores, en especial con Honorato Juan y con Francisco de
Vargas, y mostraba gran interés en continuar sus estudios. El maestro se congratulaba,
pero, celoso o desconfiado, deseaba repasar lo que Felipe había aprendido en su ausencia:
Yo bolui al seruiqio del prinqipe nuestro señor por su mandado avra ocho dias y
hallole tan honbre quanto V. M. desea, a me dicho que quiere continuar su estudio, bien
creo le sera prouechoso, yo avre estado ausente algo más de diez meses y a esta causa avrá
necesidad de boluer a recorrir lo sabido, de lo que sucediere asy en su estudio como en lo
demas daré parte a y. ma.” 72
Pero era más la voluntad, o la necesidad de aparentar, que un retrato de la realidad
imperante entonces en la escuela palatina. Aunque Silíceo impuso su autoridad como maes-
tro oficial durante los seis primeros meses de 1545, sus obligaciones episcopales y sus
70.” Te escribí últimamente, si mal no recuerdo, allá por el primero de diciembre; a mi carta
acompañaba otra en latín para que se la entregaras al Príncipe Felipe. Hasta la fecha no he
tenido contestación tuya ni referencia a ello por parte de nuestros amigos. dada la amistad que
nos une, me parece imposible que dejes una carta mía sin contestar. No se me ocurre, pues,
otraexplicación que la pérdida de mi carta o de la tuya; no es nada extraño si se piensa en el
invierno tan lluvioso y crudo que estamos pasando, que ha convertido en intransitables los
caminos”. (LOSASA, Angel. Epistolario. Op. cit, Pp. 82-83. Sepúlveda a Honorato Juan.
Córdoba, 4-feb-1544).
71 .LOSADA, Angel. Epistolario. Op. cit, Pp. 82-83. Sepúlveda a Honorato Juan (Córdoba,
4-feb-1544).
72.AGS. E. Leg. 72, fol. 96. Silíceo a Carlos V (Valladolid, 27-dic-1544).
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