ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

ción del griego al latín de la Política, de Aristóteles, y que vió la luz en París, en 1548,
dedicada al prñicipe Felipe. Como ya sabemos Sepúlveda habla concebido esta obra siendo
preceptor del Príncipe, como parte de su educación. Diferentes motivos retrasaron su publi-
cación. En noviembre de 1546 su Política estaba ya lista para ser publicada, pero la reciente
muerte de Coimeo, con quien Sepúlveda había contratado la impresión, dejó el asunto en el
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aire
En la carta introductoria dirigida a don Felipe, Sepúlveda se remite a los años en
que fue su maestro, y le recuerda algunas de las materias, métodos e ideas que se impartie-
ron y se desarrollaron en la sc/zola palatina. También agradece a Honorato Juan la ayuda
que le prestó para la traducción de ciertos pasajes dudosos. El cordobés recuerda cómo le
consultó sobre si los llamados “celtas” por Aristóteles en su Ethicorum, son los germanos
de los que habla César en sus Comentarios y Estrabón en De sim orbis, o pertenecen a la
raza de los galos. Honorato le contesta de acuerdo con la primera tesis: el valor de dichos
celtas -arguye el valenciano- que no se amedraban ni ante las tempestades en el mar, ni ante
los terremotos en la tierra, concuerda con las características germanas, más que con las
galas38. Y concluye con un encendido elogio de su compañero en la escuela de palacio:
“quam mi/ii suspitionem movit HONORATVS IOANNES VALENTINUS vir DOM! NOBILIS.
Graecae, & Latinae doctissimus, cum quo propter egregiam elus eruditionem, & humanita-
tem libenter soleo sermones, mmfamiliares mm etiam literatos conferre”39
En 1549, cuando la obra salió impresa, Sepúlveda envió un ejemplar al Príncipe,
entonces en los Países Bajos, con una carta donde le encarecía que continuara el estudio del
latín, y le recordaba que ahora, en tierras extranjeras, echaría en falta no haber dedicado
más tiempo al estudio de esta lengua:
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