ABRIR II PARTE. CAPÍTULO V. - Universidad Complutense de Madrid

nancia con el pensamiento de su maestro, Calvete no intervino en la adquisición de ninguna
de las dos obras, y si bien sabemos que adquirió una edición del Beroso para el estudio del
Príncipe, ésta entraba dentro de un volúmen misceláneo de historias y crónicas. En el
programa pedagógico acuñado por Calvete y Núñez para los estudios del Príncipe, las
crónicas de Ocampo, impresas en castellano y redactadas con un escaso espfritu crítico, no
tenían cabida. Calvete no sólo desestimé su compra, sino que ni siquiera consideró conve-
niente su encuadernación en Salamanca. El Príncipe, sin embargo, no quiso renunciar a su
lectura. La protección de Zurita hacia Ocampo revela la buena acogida que su trabajo tuvo
en la Corte, aunque sólo fuera por el patrocinio regio de la misma y por la necesidad que
don Felipe tenía de una obra que le hiciera accesible, por sus responsabilidades de gobier-
no, el pasado y los privilegios de los municipios castellanos. Quizá por esto Núñez, a prin-
cios de 1545, dio por concluida su polémica con Ocampo, tras una indicación del secretario
107
aragonés . Ocampo se matuvo en relación muy directa con la Corte, en particular con
Zurita, quien recopiló un gran número de inscripciones latinas antiguas recogidas por el
erudito, y con Honorato Juan, quien también trató con él sobre este tema 108
En la misma línea parece situarse la compra y encuadernación en agosto de 1544 de
una “Coronica de Aragón”, que podemos identificar con la Crónica de los reyes de Aragón,
de Lucio Marineo Sículo, en la traducción castellana de Juan de Molina, dedicada al Duque
109
de Segorbe . Sorprende que Calvete ignorara esta obra a pesar de su erudición y de su
riqueza gráfica. El idioma romance parece haber sido, una vez más, la causa, si bien podía
107.Si bien el Pinciano no abdica de su criterio: “ Cuanto a lo que v.m. me manda, que cesen
las enemistades del maestro Florián, yo no pensé que y. m. le tenía tan por familiar; alias no
hubiera dicho ni de burla cosa del mundo de él. Que de veras por cierto yo nunca fui su
enemigo. Que si he tocado en el mentir, no lo tenía por cosa tan crinuinosa, pues es tan usado,
astipulante etiam italico adagio, de bugia e de engaño se vive todo el año. Pero pues que sirvo
a y. m. en ello, ni de una manera ni de otra yo no hablaré más cosa de su perjuicio; sed erit
apud me posthac perpetua..., id est amnestia illa Atheniensium. No embargante que ad aures
nostras pervenit quod él me llamó genízaro y otros nombres no menos criminosos, los cuales
yo les condono, pues y. m. lo manda”. (BELTRAN DE HEREDIA. Cartulario. Op. ci:. III,
pp. 515-516. Núñez a Zurita. Salamanca, 5-may-1545)
108.Resende cuenta cómo Honorato Juan le envió copia de algunas inscripciones copiadas por
Ocampo. C¿fra. CENTELLES. Elogios. Op. cit., p. 10.
109.MARINEO,SICULO, Lucio. Cronica daragon. (Valencia, Juan Jofre, 1524. Infol). RBME.
29-V-8.
530