591 2697 Medicina In.. - Facultad de Ciencias Veterinarias - UAGRM
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mentar la glucemia con el fin <strong>de</strong> amortiguar los signos<br />
clínicos (véase tabla 52-19). Tal terapia suele requerirse<br />
para los animales con neoplasia <strong>de</strong> células |3<br />
maligna o tumores extra pane reáticos malignos.<br />
La terapia sintomática para los animales con hipocjlucemia<br />
marcada <strong>de</strong> comienzo agudo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la<br />
administración <strong>de</strong> glucosa. Si el animal pa<strong>de</strong>ce convulsiones<br />
hipoglucémicas en el hogar, el propietario<br />
<strong>de</strong>be frotar o verter un líquido azucarado (por ej., jarabe<br />
Karo) sobre su mucosa bucal. La mayoría <strong>de</strong> los<br />
perros y gatos respon<strong>de</strong>n en 1 -2 minutos. El propietario<br />
no <strong>de</strong>be introducir sus <strong>de</strong>dos o verter la solución<br />
azucarada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la boca <strong>de</strong> la mascota. Cuando<br />
el paciente está en <strong>de</strong>cúbito esternal y consciente <strong>de</strong><br />
su entorno, <strong>de</strong>be recibir una ración <strong>de</strong> alimento y ser<br />
transportado hasta el veterinario.<br />
Si el colapso, convulsiones o coma se presentan en<br />
el hospital, <strong>de</strong>be obtenerse una muestra <strong>de</strong> sangre<br />
para medir la concentración <strong>de</strong> glucosa y otras variables<br />
antes <strong>de</strong> revertir los signos con la administración<br />
EV <strong>de</strong> <strong>de</strong>xtrosa al 50%. La <strong>de</strong>xtrosa <strong>de</strong>be administrarse<br />
en cantida<strong>de</strong>s reducidas y con lentitud más que en<br />
bolos gran<strong>de</strong>s y rápidos. Por lo común, se requieren<br />
2-15 mi <strong>de</strong> <strong>de</strong>xtrosa al 50% para amortiguar los signos.<br />
Los perros y gatos hipoglucémicos por lo usual<br />
<strong>de</strong> los 2 minutos.<br />
La terapia agresiva con glucosa <strong>de</strong>be hacerse con<br />
cautela en los perros con neoplasia <strong>de</strong> células |3 para reducir<br />
el grado <strong>de</strong> hipoglucemia por rebote (véase pág.<br />
820). La infusión EV continua <strong>de</strong> <strong>de</strong>xtrosa al 2,5-5% en<br />
agua pue<strong>de</strong> ser necesaria durante varias horas a días<br />
para prevenir la recurrencia <strong>de</strong> la hipoglucemia marcada<br />
hasta que otras medidas mantengan con eficacia<br />
una concentración a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> la glucosa en sangre.<br />
Pronóstico<br />
Rara vez un perro o gato con signos <strong>de</strong>l sistema nervioso<br />
central causados por hipoglucemia no respon<strong>de</strong><br />
a la terapia inicial con la glucosa. Las lesiones cerebrales<br />
irreversibles pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>rivar <strong>de</strong> una hipoglucemia<br />
intensa prolongada y la resultante hipoxia cerebral. El<br />
pronóstico <strong>de</strong> estos casos es reservado a malo. La terapia<br />
se orienta al suministro constante <strong>de</strong> glucosa con<br />
solución al 2,5-5% por ruta EV. La actividad convulsiva<br />
se controla con diazepam o una medicación anticonvulsiva<br />
más fuerte. Para combatir el e<strong>de</strong>ma cerebral<br />
pue<strong>de</strong>n ser necesarios glucocorticoi<strong>de</strong>s y manitol.<br />
DIABETES MELLITUS<br />
Etíologíaen caninos<br />
En nuestro hospital, casi todos los perros diabétic<br />
CAPITULO 52 Enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l páncreas endocrino !<br />
tienen diabetes melíítus insulino<strong>de</strong>pendiente (DMID)<br />
en_e! momento <strong>de</strong>l diagnóstico. La DMID se caracteriza<br />
por hipoinsulinemia, en esencia sin incremento en<br />
la concentración sérica <strong>de</strong> insulina endógena <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> la_administración <strong>de</strong> un secretagogo (por ej., glucosa<br />
o glucagón) en cualquier momento <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />
diagnóstico <strong>de</strong> la enfermedad, falla para establecer el<br />
control glucémíco en respuesta a la dieta o tratamiento<br />
con hipoglucemiant.es orales, o ambos, y la absoluta<br />
necesidad <strong>de</strong> insulina exógena para mantener el<br />
control glucémíco. La etiología <strong>de</strong> la diabetes mellitus<br />
está mal caracterizada en el perro, pero sin lugar a dudas<br />
es multifactorial. La predisposición genética, jnfección,<br />
enfermeda<strong>de</strong>s y drogas antagónicas <strong>de</strong> la insulina,<br />
obesidad, insulitis inmunomediada y pancreatitis<br />
se.i<strong>de</strong>ntificaron como factores incitantes en el <strong>de</strong>sarrollo<br />
<strong>de</strong> la DMID, El resultado final es la pérdida <strong>de</strong> la<br />
función celular (3, hipoinsulinemia, <strong>de</strong>terioro en el<br />
transporte <strong>de</strong> la glucosa circulante hacia la mayoría <strong>de</strong><br />
las células y aceleración <strong>de</strong> la gluconeogénesis y glucogenólísis<br />
hepáticas. El resultante <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la hiperglucemia<br />
y glucosuria ocasiona poliuria, polidipsia,<br />
polifagia y pérdida pon<strong>de</strong>ral. La cetoacidosis <strong>de</strong>sarrolla<br />
a medida que incrementa la producción <strong>de</strong> los cuerpos<br />
cetónicos para compensar la subutilización <strong>de</strong> la<br />
glucosa sanguínea (véase pág. 808). La pérdida <strong>de</strong> la<br />
función celular P es irreversible en los perros con<br />
DMlUy. la insulinoterapia crónica es fundamental para<br />
mantener el control glucémico <strong>de</strong>l estado diabético.<br />
A diferencia <strong>de</strong> los gatos, la forma transitoria o reversible<br />
<strong>de</strong> la DMID es poco habitual en el perro. La<br />
causa más corriente <strong>de</strong> la DMID transitoria en el perro<br />
es la corrección <strong>de</strong> una enfermedad insulinoantagónica<br />
concurrente (por ej., diestro en la perra). La resolución<br />
<strong>de</strong>l antagonismo insulínico pue<strong>de</strong> corregir ía intolerancia<br />
a los carbohidratos si se mantiene una población<br />
significativa <strong>de</strong> células P funcionales. Un período<br />
<strong>de</strong> "luna <strong>de</strong> miel" ocurre en algunos perros con<br />
DMID <strong>de</strong> reconocimiento reciente. Se caracteriza por<br />
un excelente control glucémico en respuesta a dosis<br />
reducidas <strong>de</strong> insulina (menos <strong>de</strong> 0,2 U/kg/inyección),<br />
tal vez <strong>de</strong>bido a la presencia <strong>de</strong> una función celular (5<br />
residual. Sin embargo, el control glucémico se vuelve<br />
más difícil y las dosis <strong>de</strong> insulina <strong>de</strong>ben aumentarse<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los 3-6 meses <strong>de</strong>l comienzo <strong>de</strong>l tratamiento<br />
<strong>de</strong>bido a la <strong>de</strong>strucción progresiva <strong>de</strong> las células P<br />
funcionales residuales y la pérdida <strong>de</strong> la capacidad se-<br />
que la diabetes mellitus insulínoin<strong>de</strong>pendiente (DMII)<br />
se reconozca clínicamente en los perros, a pesar <strong>de</strong> la<br />
documentación <strong>de</strong> intolerancia a los carbohidratos inducida<br />
por la obesidad y la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> función<br />
celular P residual en algunos perros diabéticos. Se ha<br />
<strong>de</strong>scripto una forma juvenil <strong>de</strong> diabetes mellitus cani-