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RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

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—Una bofetada en la cara —dijo en voz baja, con un tono <strong>de</strong> voz tan frío<br />

como el salvajismo que lo invadía, convirtiéndolo en el cazador—. Me tratas<br />

como si fuera idiota. Ni siquiera me muestras el respeto <strong>de</strong> mentirme en<br />

condiciones.<br />

Extendió el brazo que sostenía su pistola y caminó hacia ella. Cada paso<br />

era <strong>de</strong>liberado y premeditado, y esta vez, él se dio cuenta <strong>de</strong> que su miedo era<br />

real por el modo en que retrocedía, por la manera en que sus labios temblaban y<br />

su pecho respiraba entrecortadamente <strong>de</strong> una forma casi <strong>de</strong>liciosa. Estaba<br />

aterrorizada e intentaba buscar con la vista un arma o un modo <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> allí<br />

mientras lo observaba, todo al mismo tiempo. No logró ninguna <strong>de</strong> las tres<br />

cosas mientras él seguía avanzando.<br />

—Yo tengo el po<strong>de</strong>r —le dijo—. Éste es mi Santuario, éste es mi dominio.<br />

Tú eres la intrusa. Tú eres la mentirosa, tú eres la malvada... y voy a<br />

<strong>de</strong>spellejarte viva. Voy a lograr que grites, zorra, voy a hacer que <strong>de</strong>sees no<br />

haber nacido nunca. Te pagasen lo que te pagasen, no habrá sido lo suficiente.<br />

Ella retrocedió hasta una <strong>de</strong> las estanterías, tropezando con la pata <strong>de</strong> la<br />

mesa <strong>de</strong> trabajo, y casi se cayó sobre la puerta <strong>de</strong> una salida que estaba en la<br />

esquina. Irons la siguió mientras sentía aquella emocionante y bella sensación<br />

<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r recorrerle el cuerpo, mientras se notaba cada vez más excitado por su<br />

in<strong>de</strong>fensión.<br />

—¡Por favor! ¡Yo no soy quien usted se cree que soy! ¡Usted no quiere<br />

hacer esto en realidad!<br />

Sus patéticos razonamientos lo hicieron <strong>de</strong>tenerse y soltar una carcajada.<br />

Deseaba aumentar su terror, <strong>de</strong>seaba que sintiera que su control <strong>de</strong> la situación<br />

era absoluto. Estaba situada entre una estantería llena <strong>de</strong> trofeos y la trampilla<br />

<strong>de</strong>l hueco oculto. Irons permaneció a una distancia pru<strong>de</strong>ncial, disfrutando <strong>de</strong><br />

la mirada que se veía en <strong>los</strong> relucientes ojos <strong>de</strong> la muchacha: el pánico que<br />

sentía un animal atrapado, un animal in<strong>de</strong>fenso, un animal <strong>de</strong> carne tibia y<br />

blanda, <strong>de</strong> fácil manejo...<br />

Irons se lamió <strong>los</strong> labios, y su mirada hambrienta recorrió la esbelta silueta<br />

<strong>de</strong> su presa. Otro trofeo, otro cuerpo que transformar... y ya iba siendo hora <strong>de</strong><br />

que pusiera manos a la obra, <strong>de</strong> que...<br />

¡Raaaargggh!<br />

¿Qué <strong>de</strong>monios...?<br />

<strong>La</strong> trampilla que cubría la entrada al subsótano salió disparada por <strong>los</strong><br />

aires, partiéndose con un crujido terrible, y una <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s astillas se clavó<br />

en la ca<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> Irons. Trastabilló, incapaz <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r lo que había<br />

ocurrido... Él tenía el control, y sin embargo, algo había salido mal,<br />

terriblemente mal...<br />

Algo le agarró el tobillo. Algo que lo apretó con tanta fuerza que oyó cómo<br />

crujían <strong>los</strong> huesos. Sintió un dolor agudísimo que le subía por la pierna... y<br />

cruzó su mirada con la <strong>de</strong> la chica, cuyos ojos mostraban ahora un nuevo terror,<br />

y en aquel breve instante <strong>de</strong> contacto, quiso <strong>de</strong>cirle tanto... Quiso <strong>de</strong>cirle que no<br />

era una mala persona, que era un buen hombre, que era un hombre que nunca<br />

mereció que le pasasen todas las cosas que le habían pasado...

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