RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
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apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong>l virus-G, ¡pero tampoco le pertenece a ella! No lo es, no es<br />
vuestro, es mí...<br />
Una enorme conmoción sacudió el suelo, arrojando a León contra la pared<br />
y luego contra el suelo. <strong>La</strong> rugiente vibración estremeció hasta las pare<strong>de</strong>s... y<br />
¡bam!, <strong>de</strong>l techo comenzaron a caer tuberías y trozos <strong>de</strong> yeso. Una gruesa viga<br />
abatió a la mujer con un chasquido sordo. León se protegió la cabeza con el<br />
brazo <strong>de</strong>recho cuando varios trozos <strong>de</strong> cemento y <strong>de</strong> escayola comenzaron a<br />
caer encima <strong>de</strong> él y alre<strong>de</strong>dor...<br />
Un instante <strong>de</strong>spués, todo acabó. León se incorporó y se quedó mirando a<br />
la mujer completamente pasmado, sin compren<strong>de</strong>r qué había ocurrido. <strong>La</strong><br />
<strong>de</strong>sconocida no se movía en absoluto. <strong>La</strong> viga <strong>de</strong> metal que la había golpeado<br />
todavía estaba colgada <strong>de</strong>l techo, y tenía uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> brazos atrapado <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l<br />
alargado trozo <strong>de</strong> metal...<br />
De repente, una voz clara y carente <strong>de</strong> sentimiento resonó proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />
unos altavoces ocultos en algún lugar <strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s. Era una voz femenina y<br />
tranquila, que resaltaba incluso por encima <strong>de</strong>l clamor <strong>de</strong> las sirenas <strong>de</strong> alarma.<br />
«<strong>La</strong> secuencia <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>strucción ha sido activada. Esta secuencia <strong>de</strong><br />
auto<strong>de</strong>strucción no pue<strong>de</strong> ser abortada. Todo el personal <strong>de</strong>be evacuar las<br />
instalaciones inmediatamente. <strong>La</strong> secuencia <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>strucción ha sido<br />
activada. Esta programa no pue<strong>de</strong> ser abortado. Todo el personal <strong>de</strong>be evacuar<br />
las instalaciones inmediatamente...»<br />
León trastabilló hasta que consiguió ponerse en pie y se acercó con rapi<strong>de</strong>z<br />
a la mujer caída en el suelo. Se agachó, le quitó el cilindro <strong>de</strong> cristal <strong>de</strong> su mano<br />
abierta y se lo metió en uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> compartimientos <strong>de</strong> su cinturón. No sabía<br />
quién era, pero sabía que estaba lo bastante loca como para tener metida<br />
cualquier cosa en aquel tubo <strong>de</strong> ensayo.<br />
Ada...<br />
Tenía que regresar junto a Ada y salir <strong>de</strong> allí. <strong>La</strong>s alarmas intermitentes y<br />
aullantes resonaban por todo el lugar, persiguiéndolo a lo largo <strong>de</strong> todo el<br />
camino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la puerta hasta la pasarela metálica, junto con el mensaje con voz<br />
femenina indiferente que repetía incesantemente el anuncio <strong>de</strong> su <strong>de</strong>strucción.<br />
<strong>La</strong> voz grabada no daba ninguna indicación <strong>de</strong> cuánto tiempo les quedaba,<br />
pero León estaba completamente seguro <strong>de</strong> que no quería estar por <strong>los</strong><br />
alre<strong>de</strong>dores cuando el reloj llegara al final <strong>de</strong> la cuenta atrás.