07.05.2013 Views

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

vista el patio. El pequeño y herboso parque a la <strong>de</strong>recha estaba lo bastante<br />

iluminado como para ver que por allí sólo <strong>de</strong>ambulaban unas cuantas <strong>de</strong><br />

aquellas criaturas que antes habían sido humanas, y que ninguna estaba lo<br />

bastante cerca <strong>de</strong> él como para ser una amenaza. También divisó las dos<br />

ban<strong>de</strong>ras que adornaban la fachada <strong>de</strong>l edificio y que colgaban inertes en las<br />

inmóviles sobras. Aquella visión le hizo recuperar la esperanza que había<br />

perdido: al menos, pasase lo que pasase, por lo menos había logrado llegar a un<br />

lugar que conocía. Y ese sitio tenía que ser sin duda más seguro que las calles.<br />

Pasó corriendo al lado <strong>de</strong> un trío <strong>de</strong> <strong>muertos</strong> que caminaba en círcu<strong>los</strong> y<br />

<strong>los</strong> esquivó con facilidad. Eran dos hombres y una mujer, que habrían pasado<br />

con facilidad por seres humanos con vida si no hubiese sido por sus lamentos<br />

hambrientos y su paso trastabillante y sus movimientos <strong>de</strong>scoordinados. Tenían<br />

que haber muerto hacía poco tiempo...<br />

Sólo que no están <strong>muertos</strong>, porque la gente muerta no echa sangre por la boca<br />

cuando les disparas. Eso por no mencionar el hecho <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicarse a ir dando vueltas<br />

intentando pegarle un mordisco a las <strong>de</strong>más personas...<br />

Los <strong>muertos</strong> no andan... y <strong>los</strong> vivos tien<strong>de</strong>n a caer en redondo al suelo<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recibir varios impactos <strong>de</strong> una bala <strong>de</strong> calibre 50 y no soportan tener<br />

carne podrida pegada a <strong>los</strong> huesos. <strong>La</strong>s preguntas que todavía no había tenido<br />

tiempo <strong>de</strong> hacerse a sí mismo inundaron su mente mientras recorría al trote la<br />

distancia que lo separaba <strong>de</strong> <strong>los</strong> peldaños que lo llevarían a la entrada principal<br />

<strong>de</strong> la comisaría, unas preguntas para las que no tenía respuesta... pero que<br />

pronto <strong>de</strong>scubriría, sin duda alguna. Estaba seguro <strong>de</strong> ello.<br />

<strong>La</strong> puerta no estaba cerrada por <strong>de</strong>ntro, pero León no se sorprendió por<br />

ello. Con todo lo que había pasado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento que había llegado a la<br />

<strong>ciudad</strong>, supuso que lo mejor era procurar no sorpren<strong>de</strong>rse en absoluto y<br />

mantener sus esperanzas al nivel más bajo posible. <strong>La</strong> abrió y entró, con la<br />

Magnum por <strong>de</strong>lante y con el <strong>de</strong>do en el gatillo.<br />

Vacío. No había signo alguno <strong>de</strong> vida en la enorme sala <strong>de</strong> entrada <strong>de</strong>l<br />

edificio <strong>de</strong> la policía <strong>de</strong> Raccoon City... y tampoco indicio alguno <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sastre<br />

que había sufrido la <strong>ciudad</strong>. León abandonó sus intentos <strong>de</strong> no sorpren<strong>de</strong>rse<br />

mientras cerraba la puerta a sus espaldas y se a<strong>de</strong>ntraba en el interior.<br />

—¿Hola? —dijo en voz baja, pero el eco le <strong>de</strong>volvió la palabra como un<br />

suave susurro.<br />

Todo tenía el mismo aspecto que recordaba <strong>de</strong> la última vez que había<br />

estado allí: tres plantas <strong>de</strong> un estilo arquitectónico clásico cubiertas <strong>de</strong> roble y<br />

mármol; una estatua <strong>de</strong> piedra <strong>de</strong> una mujer llevando un cántaro <strong>de</strong> agua en la<br />

parte inferior <strong>de</strong> la gran sala; una rampa a cada lado que llevaban a la oficina<br />

<strong>de</strong>l recepcionista; el símbolo <strong>de</strong> la policía <strong>de</strong> Raccoon City, que brillaba<br />

débilmente, como recién pulido, bajo la difusa luz <strong>de</strong> las lámparas <strong>de</strong> las<br />

pare<strong>de</strong>s y que estaba en el suelo, justo <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la estatua.<br />

Ningún cuerpo, nada <strong>de</strong> sangre... Ni siquiera un casquillo <strong>de</strong> bala. Si aquí<br />

se ha producido un ataque, ¿dón<strong>de</strong> <strong>de</strong>monios están las pruebas?<br />

León comenzó a subir por la rampa <strong>de</strong> la izquierda, sintiéndose<br />

intranquilo por el profundo silencio que reinaba en la enorme sala. Se <strong>de</strong>tuvo al<br />

llegar al mostrador <strong>de</strong> recepción y asomó el cuerpo por encima <strong>de</strong> él: excepto<br />

por el hecho <strong>de</strong> que no había nadie atendiendo a <strong>los</strong> recién llegados, todo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!