RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
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Capítulo 10<br />
Claire salió <strong>de</strong>l tejado en llamas y atravesó un sinuoso pasillo repleto <strong>de</strong><br />
fragmentos <strong>de</strong> cristal, pasando al lado <strong>de</strong> un policía muy muerto, una<br />
ensangrentada confirmación sobre sus temores acerca <strong>de</strong> la seguridad en el<br />
interior <strong>de</strong> la comisaría. Pasó <strong>de</strong>prisa por encima <strong>de</strong>l cadáver y continuó<br />
avanzando, con su tensión nerviosa aumentando en cada momento. Por las<br />
<strong>de</strong>strozadas ventanas alineadas a lo largo <strong>de</strong>l pasillo entraba una brisa fresca,<br />
algo que le daba vida a la oscuridad. Vio unas cuantas plumas negras pegadas a<br />
las manchas <strong>de</strong> sangre que salpicaban el suelo, y su suave y ondulante<br />
movimiento la hizo saltar y apuntar su pistola hacia cualquier sombra a cada<br />
momento.<br />
Pasó al lado <strong>de</strong> una puerta que probablemente llevaba al exterior y a unas<br />
escaleras, pero continuó avanzando, doblando hacia la <strong>de</strong>recha y hacia lo que<br />
ella creía que era el centro <strong>de</strong>l edificio. El modo en que el helicóptero había<br />
enterrado el morro en el tejado le estaba aguijoneando la imaginación y le hacía<br />
pensar en toda la comisaría envuelta en llamas.<br />
Por el aspecto <strong>de</strong> la situación, tal vez no sería una i<strong>de</strong>a tan mala...<br />
Cadáveres y huellas <strong>de</strong> manos manchadas <strong>de</strong> sangre por las pare<strong>de</strong>s.<br />
Claire no estaba precisamente entusiasmada con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> vagabun<strong>de</strong>ar por el<br />
edificio <strong>de</strong> la comisaría. De todas maneras, morir por un incendio tampoco era<br />
una i<strong>de</strong>a muy atractiva. Necesitaba ver cuan mala era la situación antes <strong>de</strong><br />
comenzar a buscar a León.<br />
El pasillo acababa en una puerta cuya superficie estaba fría al tacto. Cruzó<br />
mentalmente <strong>los</strong> <strong>de</strong>dos, la abrió... y retrocedió trastabillando ante la oleada <strong>de</strong><br />
humo acre que la asaltó, con un cargado olor a metal y a ma<strong>de</strong>ra quemada en el<br />
aire caliente. Se acuclilló ligeramente y entró, echando un vistazo al pasillo que<br />
se extendía a la <strong>de</strong>recha. El pasillo doblaba a la <strong>de</strong>recha otra vez a unos treinta<br />
metros aproximadamente, y aunque no pudo ver el fuego, la luz <strong>de</strong> las llamas<br />
se reflejaba con claridad en las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> paneles grises <strong>de</strong> la esquina. El<br />
chasquido <strong>de</strong> las llamas al restallar era aumentado por la estrechez <strong>de</strong>l pasillo, y<br />
resonaba con la misma hambre <strong>de</strong>voradora y sin sentido <strong>de</strong> <strong>los</strong> zombis <strong>de</strong>l<br />
patio.<br />
Vaya, menuda mierda ¿Y ahora, qué?<br />
Vio otra puerta situada en diagonal al punto don<strong>de</strong> estaba acuclillada, sólo<br />
a unos pasos. Claire inspiró profundamente y avanzó hacia allí, todavía<br />
agachada para permanecer por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la gruesa capa <strong>de</strong> humo y con la<br />
esperanza <strong>de</strong> encontrar un extintor <strong>de</strong> incendios... y <strong>de</strong> que el extintor <strong>de</strong><br />
incendios fuera suficiente para apagar el incendio que había provocado el<br />
helicóptero al estrellarse.<br />
<strong>La</strong> puerta daba a una sala <strong>de</strong> espera vacía. Sólo había un par <strong>de</strong> sofás <strong>de</strong><br />
vinilo ver<strong>de</strong> y un mostrador redondo, con otra puerta enfrente <strong>de</strong> la puerta por<br />
la que había entrado. <strong>La</strong> pequeña estancia parecía estar intacta, tan tranquila e