07.05.2013 Views

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

proyectiles <strong>de</strong> nueve milímetros. <strong>La</strong> criatura continuó cambiando, alargando su<br />

figura e intentando ponerse en pie mientras adoptaba una figura humanoi<strong>de</strong>.<br />

Su respuesta a <strong>los</strong> estruendosos disparos que atravesaban con sonido húmedo<br />

su pellejo fue abrir la boca y vomitar un chorro <strong>de</strong> proyectiles <strong>de</strong> bilis ver<strong>de</strong> y<br />

podrida...<br />

Unos proyectiles que cayeron al suelo y comenzaron a moverse. El chorro<br />

que había surgido <strong>de</strong> sus fauces estaba vivo, y la docena <strong>de</strong> criaturas similares a<br />

cangrejos que habían estado semiocultas en el chorro parecían saber con<br />

exactitud dón<strong>de</strong> se encontraba la amenaza a su fétido y mutante progenitor. <strong>La</strong>s<br />

escurridizas y reptantes criaturas se lanzaron como un silencioso enjambre en<br />

dirección a León y Ada mientras el monstruoso implante daba un enorme paso<br />

hacia a<strong>de</strong>lante, con unos tendones saltones <strong>de</strong> su cuello increíblemente largo y<br />

grueso.<br />

León tenía una mayor potencia <strong>de</strong> fuego...<br />

—¡Yo me ocupo <strong>de</strong> el<strong>los</strong>! —gritó Ada mientras apuntaba y disparaba<br />

contra el más cercano <strong>de</strong> <strong>los</strong> ver<strong>de</strong>s y diminutos cangrejos. Eran veloces, pero<br />

ella fue más rápida: apuntó y disparó, apuntó y disparó, apuntó y disparó, y <strong>los</strong><br />

pequeños monstruos fueron estallando uno tras otro en fuentes <strong>de</strong> fluidos<br />

oscuros y espesos, y muriendo tan silenciosamente como se acercaban.<br />

León disparó una y otra vez con la escopeta, pero Ada no podía mirar en<br />

su dirección para comprobar cómo le iba con la bestia madre. Quedaban cinco<br />

<strong>de</strong> las pequeñas criaturas, y sólo le quedaban tres balas...<br />

Y en ese momento oyó que la escopeta golpeaba el suelo, y el estampido<br />

<strong>de</strong> un tono más grave pero menos potente <strong>de</strong> <strong>los</strong> proyectiles <strong>de</strong> la Magnum <strong>de</strong><br />

León resonó a través <strong>de</strong> toda la estancia metálica mientras ella eliminaba a otras<br />

dos criaturas antes <strong>de</strong> que el percutor golpeara con un chasquido seco sin que le<br />

respondiera el sonido <strong>de</strong> un disparo.<br />

Ada soltó la Beretta sin pararse a pensar y se tiró al suelo. Agarró la<br />

escopeta por el cañón, rodó hacia León y se quedó agachada a su lado, fuera <strong>de</strong><br />

su línea <strong>de</strong> tiro. Blandió el arma con fuerza y dos <strong>de</strong> <strong>los</strong> seres mutantes<br />

quedaron reducidos a pulpa por la pesada culata... pero el tercero, el último,<br />

saltó hacia a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> forma completamente inesperada... y aterrizó en su<br />

muslo, agarrándose con sus patas con puntas como garras. Ada soltó la<br />

escopeta gritando mientras el animal se <strong>de</strong>slizaba velozmente por su pierna, y<br />

su peso húmedo y tibio casi la hizo enfermar <strong>de</strong> asco.<br />

—¡Fuera, fuera, FUERA!<br />

Cayó hacia atrás, manoteando frenéticamente contra la criatura que ya le<br />

había logrado llegar al hombro y se dirigía hacia su cara, hacia su boca...<br />

Y en ese preciso instante, León la agarró <strong>de</strong>l otro hombro y la levantó con<br />

ru<strong>de</strong>za con una mano mientras con la otra agarraba a la criatura. Ada se<br />

tambaleó sobre él y lo cogió <strong>de</strong> la cintura para no caerse. El bicho se enganchó<br />

con fuerza al tejido <strong>de</strong> su traje <strong>de</strong> noche, pero León lo tenía agarrado con mayor<br />

fuerza. Lo arrancó <strong>de</strong> allí y, mientras lo arrojaba al otro lado <strong>de</strong> la habitación,<br />

gritó:<br />

—¡Mi Magnum!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!