07.05.2013 Views

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

se movió durante mucho rato, esperando con sus ojos firmemente cerrados<br />

mientras sostenía con fuerza su amuleto <strong>de</strong> la suerte, un precioso colgante <strong>de</strong><br />

oro que su madre le había regalado precisamente la semana anterior, tan gran<strong>de</strong><br />

que le llenaba toda la mano. Al igual que en ocasiones anteriores, el amuleto<br />

había funcionado: el tremendo y horrible ruido no se había repetido. O quizás<br />

había sido el gran tigre el que había ahuyentado al monstruo y le había<br />

impedido encontrarla. De cualquier manera, al oír <strong>los</strong> suaves sonidos <strong>de</strong> unos<br />

pasos, se había sentido lo bastante segura para salir <strong>de</strong> su escondrijo y acercarse<br />

al pasillo para escuchar. Los zombis y <strong>los</strong> hombres <strong>de</strong>l revés no podían utilizar<br />

las puertas y, si se hubiese tratado <strong>de</strong>l monstruo, seguro que ya habría<br />

atravesado a golpes la puerta y habría entrado aullando en busca <strong>de</strong> sangre.<br />

Tiene que ser una persona. Quizá se trate <strong>de</strong> mamá...<br />

A mitad <strong>de</strong>l pasillo, don<strong>de</strong> se abría una puerta a la <strong>de</strong>recha, oyó a gente<br />

hablar en aquella oficina y sintió una oleada <strong>de</strong> esperanza y <strong>de</strong> soledad al<br />

mismo tiempo. No podía oír con claridad lo que <strong>de</strong>cían, pero era la primera vez<br />

que oía a alguien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía dos días sin que esa persona estuviese gritando. Y<br />

si había gente hablando, quizás era porque por fin había llegado la ayuda a<br />

Raccoon City.<br />

El ejército <strong>de</strong>l gobierno, o <strong>los</strong> marines, o quizá todos el<strong>los</strong>...<br />

Emocionada, se apresuró a recorrer el pasillo. Se encontraba al lado <strong>de</strong>l<br />

gran tigre rugiente, justo al lado <strong>de</strong> la puerta, cuando su emoción se <strong>de</strong>svaneció.<br />

<strong>La</strong>s voces habían <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> hablar. Sherry se quedó muy quieta y, <strong>de</strong> repente,<br />

se sintió muy nerviosa. Si hubiera llegado gente para ayudar a <strong>los</strong> <strong>de</strong> Raccoon<br />

City, ¿no habría oído <strong>los</strong> aviones y <strong>los</strong> camiones? ¿No habría oído <strong>los</strong> disparos y<br />

las bombas y <strong>los</strong> hombres con altavoces diciendo que todo el mundo saliera<br />

fuera?<br />

Quizá las voces no son <strong>de</strong> gente <strong>de</strong>l ejército, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo. Quizá son voces <strong>de</strong><br />

gente mala. Gente loca, como aquel hombre...<br />

Poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que Sherry se escondiera, había visto algo horrible a<br />

través <strong>de</strong> la rejilla <strong>de</strong>l conducto <strong>de</strong> ventilación que llevaba a la habitación <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

armarios. Un hombre alto y pelirrojo estaba en mitad <strong>de</strong> la habitación, hablando<br />

solo y balanceándose hacia a<strong>de</strong>lante y hacia atrás sentado en una silla. En el<br />

primer momento Sherry había pensado al principio preguntarle si sabía dón<strong>de</strong><br />

estaban sus padres y pedirle ayuda para encontrar<strong>los</strong>, pero algo en la forma que<br />

hablaba y se reía en voz baja mientras se balanceaba le hizo sentir miedo; se<br />

<strong>de</strong>tuvo y lo observó en silencio durante un rato <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la segura oscuridad <strong>de</strong>l<br />

túnel <strong>de</strong> ventilación. El hombre tenía un cuchillo muy gran<strong>de</strong> en la mano y,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mucho rato, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> reírse, <strong>de</strong> murmurar y <strong>de</strong> balancearse, se lo<br />

había clavado en el estómago. Sherry había sentido más miedo <strong>de</strong> aquel hombre<br />

que <strong>de</strong> <strong>los</strong> zombis, porque lo que había hecho no tenía sentido, ningún sentido.<br />

No quería encontrarse con nadie más como aquel hombre. Y aunque la<br />

gente <strong>de</strong> la oficina no estuviese mal <strong>de</strong> la cabeza, quizá la sacarían <strong>de</strong> su lugar<br />

seguro e intentarían protegerla, lo que equivaldría a su muerte, porque estaba<br />

segura <strong>de</strong> que el monstruo no sentía miedo <strong>de</strong> <strong>los</strong> adultos.<br />

Se sentía mal por darse la vuelta, pero no tenía otra elección. Sherry<br />

comenzó a darse la vuelta para regresar a la habitación <strong>de</strong> las armaduras...

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!