RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
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Annette cerró <strong>los</strong> ojos, <strong>de</strong>seando que existiera un modo más fácil <strong>de</strong> tomar<br />
la <strong>de</strong>cisión que <strong>de</strong>bía tomar. <strong>La</strong> verdad era que la muerte <strong>de</strong> William no era un<br />
hecho tan crucial como librarse por completo <strong>de</strong>l laboratorio, y a<strong>de</strong>más existían<br />
muchas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que no lo encontraran, <strong>de</strong> que ni siquiera fueran<br />
capaces <strong>de</strong> darse cuenta <strong>de</strong> su transformación...<br />
Y tampoco es que tenga muchas más opciones. No está aquí y no tengo ni i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />
dón<strong>de</strong> está.<br />
Se alejó <strong>de</strong> la pared con un ligero empujón <strong>de</strong> las ca<strong>de</strong>ras y comenzó a<br />
caminar lentamente hacia la puerta. Comprobaría <strong>los</strong> últimos túneles que<br />
quedaban, echaría una ojeada a la sala <strong>de</strong> conferencias para saber si había<br />
sufrido muchos daños y <strong>de</strong>spués regresaría. Regresaría y acabaría con lo que<br />
Umbrella había comenzado.<br />
Annette empujó la puerta para abrirla...<br />
Oyó el sonido <strong>de</strong> pasos que resonaban en el pasillo, proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> algún<br />
punto situado un poco más a<strong>de</strong>lante. El pasillo tenía forma <strong>de</strong> «T», y <strong>los</strong><br />
sonidos eran confusos, mezclándose entre sí, por lo que era imposible saber<br />
exactamente <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> procedían. Sin embargo, <strong>de</strong> lo que estaba segura era <strong>de</strong><br />
que se trataba <strong>de</strong> <strong>los</strong> pasos seguros y <strong>de</strong>cididos <strong>de</strong> un humano que no había<br />
sido infectado. Quizás eran más <strong>de</strong> uno, lo que sólo podía significar una cosa.<br />
Umbrella. Por fin han vuelto.<br />
Una rabia feroz recorrió todo su cuerpo e hizo que sus manos comenzaran<br />
a temblar mientras sus labios se tensaban, <strong>de</strong>jando al <strong>de</strong>scubierto sus dientes<br />
apretados. Tenían que ser el<strong>los</strong>, tenía que tratarse <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus espías asesinos.<br />
Aparte <strong>de</strong> Irons y <strong>de</strong> unos cuantos funcionarios <strong>de</strong>l ayuntamiento, sólo la gente<br />
<strong>de</strong> Umbrella sabía que aquel<strong>los</strong> túneles todavía estaban en uso... y que llevaban<br />
a <strong>los</strong> laboratorios subterráneos. <strong>La</strong> posibilidad <strong>de</strong> que se tratara <strong>de</strong> algún<br />
inocente superviviente <strong>de</strong> la catástrofe ni siquiera se le pasó por la cabeza, como<br />
tampoco se le ocurrió la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> huir. Levantó su pistola y esperó a que el<br />
cabrón asesino e inmisericor<strong>de</strong> apareciera.<br />
Una silueta apareció ante la vista, una mujer vestida <strong>de</strong> rojo, y Annette<br />
disparó...<br />
Bam.<br />
Pero estaba temblando, aullando en su interior, y el disparo salió <strong>de</strong>sviado<br />
por arriba. Rebotó en la pared <strong>de</strong> cemento con un zumbido agudo. <strong>La</strong> mujer<br />
también llevaba un arma, una pistola que alzó y con la que empezó a apuntar...<br />
Y Annette disparó <strong>de</strong> nuevo, pero <strong>de</strong> repente apareció otra figura, una<br />
silueta borrosa que cruzó el aire y se puso <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la mujer, <strong>de</strong>rribándola con<br />
la fuerza <strong>de</strong>l impulso <strong>de</strong> su salto, todo a la vez...<br />
Annette oyó un grito <strong>de</strong> dolor, un grito <strong>de</strong> hombre, y sintió una oleada <strong>de</strong><br />
rugiente triunfo.<br />
Le di. Le he dado a él.<br />
Pero tal vez había más, y no le había acertado a la mujer... y el<strong>los</strong> eran<br />
asesinos entrenados.<br />
Annette se dio la vuelta y echó a correr. Su sucia bata <strong>de</strong> laboratorio on<strong>de</strong>ó<br />
y sus zapatos húmedos repiquetearon contra el suelo. Tenía que regresar a toda<br />
prisa al laboratorio.