RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
i<strong>de</strong>a, pero ella no quería que León supiera más <strong>de</strong> lo necesario, <strong>de</strong> modo que<br />
tendría que escoger con cuidado sus palabras.<br />
—Ben —dijo mientras imprimía sus palabras con un ligero tono <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sesperación—. Les dijiste a <strong>los</strong> agentes que sabías lo que estaba ocurriendo en<br />
la <strong>ciudad</strong>, ¿verdad? ¿Qué les dijiste?<br />
Bertolucci se puso en pie y se quedó mirándola, frunciendo <strong>los</strong> labios.<br />
—¿Y quién <strong>de</strong>monios eres tú?<br />
Ada hizo caso omiso <strong>de</strong>l comentario y subió un grado su tono <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sesperación, pero sólo un poco. No quería pasarse en su actuación como<br />
hembra in<strong>de</strong>fensa: aquello no pegaba nada con el hecho <strong>de</strong> que hubiera<br />
sobrevivido durante tanto tiempo.<br />
—Estoy intentando encontrar a... a un amigo mío, John Howe. Trabajaba<br />
en una oficina <strong>de</strong> Umbrella con se<strong>de</strong> en Chicago, pero <strong>de</strong>sapareció hace unos<br />
cuantos meses, y me han dicho que estaba aquí, en esta <strong>ciudad</strong>...<br />
Dejó la frase en el aire, observando con <strong>de</strong>tenimiento la expresión <strong>de</strong><br />
Bertolucci. Estaba claro que sabía algo, pero ella no creía que lo fuera a soltar<br />
con tanta facilidad.<br />
—No sé nada <strong>de</strong> nada —repuso con un tono <strong>de</strong> voz gruñón y áspero—. Y<br />
aunque lo supiera, ¿por qué iba a <strong>de</strong>círtelo?<br />
Muy original. Si el poli no estuviese aquí estorbando, probablemente le dispararía<br />
aquí mismo y ahora.<br />
<strong>La</strong> verdad es que ella sabía que en realidad no lo haría. No le gustaba<br />
matar por matar o por pura diversión, y pensaba que probablemente obtendría<br />
toda la información que necesitaba con alguno <strong>de</strong> sus métodos más<br />
persuasivos: si sus consi<strong>de</strong>rables encantos femeninos no funcionaban, siempre<br />
le quedaba el recurso <strong>de</strong>l tiro en la rodilla. Por <strong>de</strong>sgracia, no podía hacer nada<br />
con el agente León por allí cerca. No había planeado su encuentro, pero, por el<br />
momento, no le quedaba más remedio que permanecer a su lado.<br />
Era bastante obvio que al agente <strong>de</strong> policía no le había gustado ni un pelo<br />
la respuesta <strong>de</strong> Bertolucci.<br />
—Bueno, yo voto por que lo <strong>de</strong>jemos aquí <strong>de</strong>ntro —dijo con voz molesta,<br />
dirigiéndose a Ada pero sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mirar a Bertolucci con un gesto <strong>de</strong><br />
irritación más que evi<strong>de</strong>nte.<br />
Bertolucci sonrió a medias mientras metía una mano en uno <strong>de</strong> sus<br />
bolsil<strong>los</strong> y sacaba un manojo <strong>de</strong> llaves plateadas: las llaves <strong>de</strong> las celdas en su<br />
correspondiente llavero circular. Ada no se sorprendió, pero León pareció aún<br />
más cabreado.<br />
—Por mi bien —dijo Bertolucci con aire satisfecho—. De todas maneras, no<br />
pienso abandonar esta celda. Es el lugar más seguro <strong>de</strong> todo el edificio. Por ahí<br />
rondan otros seres que no son zombis, podéis creerme.<br />
Por el modo en que lo dijo, Ada pensó que probablemente tendría que<br />
matarlo <strong>de</strong> todas maneras. <strong>La</strong>s instrucciones <strong>de</strong> Trent habían sido muy claras: si<br />
Bertolucci sabía algo sobre el trabajo <strong>de</strong> Birkin con el virus-G, <strong>de</strong>bía eliminarlo.<br />
No conocía el motivo exacto, ni siquiera estaba segura <strong>de</strong> sospecharlo, pero ésa<br />
era su misión. Si lograra quedarse unos cuantos momentos a solas con él, podría<br />
asegurarse <strong>de</strong> cuánto sabía realmente.