RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
antes. El mal sabor <strong>de</strong> boca significaba que <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> haber bebido unos cuantos<br />
tragos involuntarios...<br />
Recordar aquello le hizo recobrar toda la memoria. Había estado flotando<br />
hasta que un remolino <strong>de</strong> la corriente le había dado la vuelta y la había<br />
sumergido, y ella se había tragado parte <strong>de</strong> aquel líquido <strong>de</strong> sabor horrible y<br />
con regusto químico y había perdido el conocimiento, se había <strong>de</strong>smayado, o<br />
eso creía.<br />
Al menos, el ruido ya no se oía, fuese lo que fuese. Sonaba como un tren en<br />
movimiento, o como un gigantesco camión que tronaba en la lejanía. Y en ese<br />
momento, ya más <strong>de</strong>spierta, se dio cuenta <strong>de</strong> que podía ver. No mucho, la<br />
verdad, pero lo suficiente para saber que estaba en una gran estancia repleta <strong>de</strong><br />
agua y que había un pequeño rayo <strong>de</strong> luz proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> algún punto <strong>de</strong> la<br />
parte superior.<br />
Tiene que haber una salida. Alguien construyó este lugar, así que necesitaban una<br />
salida para llegar fuera...<br />
Sherry nadó un poco más y, al patalear, notó que las puntas <strong>de</strong> sus zapatos<br />
rozaban algo duro. Algo duro y liso. Se sintió estúpida por no haber pensado en<br />
ello antes. Tomó una gran bocanada <strong>de</strong> aire, encogió las piernas... y se puso en<br />
pie. El agua le llegaba hasta <strong>los</strong> hombros, pero podía permanecer en posición<br />
erguida.<br />
Los últimos restos <strong>de</strong>l pánico que había sentido se <strong>de</strong>svanecieron mientras<br />
se mantenía en pie en mitad <strong>de</strong>l lugar, girando lentamente sobre sí misma<br />
mientras sus ojos acababan <strong>de</strong> acostumbrarse a la escasa luz... y se percataban<br />
<strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> la silueta <strong>de</strong> una escalera en la pared más alejada. Todavía<br />
estaba atemorizada, <strong>de</strong> eso no le cabía la menor duda, pero el <strong>de</strong>scubrimiento<br />
<strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> peldaños <strong>de</strong> metal significaba que había <strong>de</strong>scubierto una salida, y<br />
eso la tranquilizó un poco. Sherry levantó <strong>los</strong> pies <strong>de</strong>l sumergido suelo y<br />
comenzó a chapotear en dirección a la escalera, sintiéndose orgul<strong>los</strong>a <strong>de</strong> cómo<br />
se estaba comportando.<br />
Nada <strong>de</strong> gritos ni <strong>de</strong> lloriqueos. Como dijo Claire. Fuerte. Llegó a la<br />
escalera y puso las rodillas sobre el último peldaño, situado a unos cuantos<br />
centímetros por encima <strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong>l agua. Luego subió <strong>los</strong> pies y<br />
comenzó a ascen<strong>de</strong>r, poniendo cara <strong>de</strong> asco por el tacto grasiento y resbaladizo<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> peldaños <strong>de</strong> metal. <strong>La</strong> escalera parecía no tener fin y, cuando se atrevió a<br />
bajar la vista para ver cuánto había subido, sólo pudo ver una pequeña mancha<br />
<strong>de</strong> agua que brillaba don<strong>de</strong> la escasa luz llegaba <strong>de</strong> forma directa. También<br />
pudo ver el origen <strong>de</strong> la luz: una estrecha abertura en el techo, no mucho mas<br />
arriba <strong>de</strong> don<strong>de</strong> ella se encontraba.<br />
Casi he llegado arriba. A<strong>de</strong>más, si me caigo, no me pasará nada, así que no tengo<br />
nada <strong>de</strong> que preocuparme.<br />
Sherry tragó saliva, <strong>de</strong>seosa <strong>de</strong> que aquel pensamiento fuera<br />
absolutamente cierto, y miró hacia arriba <strong>de</strong> nuevo.<br />
Unos cuantos peldaños más... y <strong>de</strong> repente, cuando fue a agarrarse <strong>de</strong>l<br />
siguiente, su mano tropezó con un techo <strong>de</strong> metal. <strong>La</strong> superficie era irregular,<br />
pero ella sintió una oleada <strong>de</strong> orgullo por haberlo conseguido. Empujó con una<br />
mano... y la puerta <strong>de</strong> metal no se abrió. Ni siquiera se movió.