07.05.2013 Views

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

que se encontraba, estaba más preocupada por lo que les pudiese pasar a sus<br />

padres y a su hermanito pequeño, que todavía estaban en casa. Una chica con<br />

conciencia. Una buena chica.<br />

¿Por qué estaba pensando en aquello? Stacy estaba muerta, con un agujero<br />

en su sien izquierda, y Ada no era amiga íntima suya. No es que tuviera que<br />

sentirse personalmente responsable <strong>de</strong> lo que le había pasado. Había ido allí<br />

por un trabajo, y no era culpa suya que la situación en Raccoon City hubiera<br />

saltado por <strong>los</strong> aires...<br />

Quizá no es un sentimiento <strong>de</strong> culpabilidad —le susurró una parte <strong>de</strong> su<br />

mente—. Quizá sólo lamentas que no consiguiera sobrevivir. Después <strong>de</strong> todo,<br />

era una persona, y ahora está tan muerta como probablemente lo están ya su<br />

hermano pequeño y sus padres...<br />

—Espabila —se dijo a sí misma en voz baja pero con un tono <strong>de</strong> irritación.<br />

Desvió la mirada <strong>de</strong> la patética silueta <strong>de</strong> la muchacha y la concentró en un<br />

cenicero roto al otro extremo <strong>de</strong>l pasillo. Sentirse mal por las cosas que ella no<br />

había podido controlar no era su estilo. No era <strong>de</strong> ese modo como había logrado<br />

llegar a ser una <strong>de</strong> las mejores <strong>de</strong>l negocio, y si tenía en cuenta lo mucho que le<br />

iba a pagar el señor Trent por mantener sus servicios, aquél no era el mejor<br />

momento para comenzar a analizar su capacidad <strong>de</strong> empatía. <strong>La</strong> gente moría,<br />

así era el mundo, y si algo había aprendido a lo largo <strong>de</strong> su vida era que sufrir<br />

por aquella verdad no tenía ningún sentido.<br />

Objetivos <strong>de</strong> la misión: hablar con Bertolucci y conseguir la muestra <strong>de</strong>l<br />

virus-G. Eso era <strong>de</strong> lo único que tenía que preocuparse.<br />

Ada todavía <strong>de</strong>bía comprobar un mecanismo en un lugar situado a unos<br />

cuantos pasil<strong>los</strong> <strong>de</strong> don<strong>de</strong> se encontraba. Era en la sala <strong>de</strong> conferencias <strong>de</strong><br />

prensa. <strong>La</strong>s notas <strong>de</strong> Trent sobre las últimas reformas realizadas por el<br />

arquitecto en el edificio <strong>de</strong> la comisaría eran bastante esquemáticas, pero ella<br />

sabía que estaban relacionadas principalmente con unas lámparas <strong>de</strong> gas<br />

esculpidas y una pintura al óleo. Quienquiera que hubiese encargado todo<br />

aquel trabajo tenía una rica vida secreta. Existían numerosos pasajes secretos en<br />

<strong>los</strong> pisos superiores, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la pared <strong>de</strong> lo que antaño había sido una<br />

habitación <strong>de</strong> almacenamiento. Todavía no <strong>los</strong> había registrado, aunque un<br />

rápido vistazo a la habitación le indicó que había sido remo<strong>de</strong>lada como<br />

<strong>de</strong>spacho. A juzgar por el ambiente sobrecargado y por la neurótica <strong>de</strong>coración<br />

machista, sin duda <strong>de</strong>bía tratarse <strong>de</strong> la oficina particular <strong>de</strong> Irons. Se había dado<br />

cuenta, incluso en el corto período <strong>de</strong> tiempo que había permanecido cerca <strong>de</strong><br />

él, que no era el hombre más estable emocionalmente con quien se había<br />

encontrado. Se había percatado con rapi<strong>de</strong>z y <strong>de</strong> un modo muy claro que estaba<br />

a sueldo <strong>de</strong> Umbrella, pero había algo <strong>de</strong> él que pedía a gritos un psiquiatra.<br />

Ada comenzó a recorrer el pasillo, con sus sandalias <strong>de</strong> fiesta resonando<br />

con fuerza sobre las baldosas azules. Ya estaba temiendo tener que enfrentarse a<br />

otro rompecabezas mecánico que le haría per<strong>de</strong>r tiempo. No es que creyera que<br />

sirviera <strong>de</strong> mucho, porque estaba convencida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong> que el virus<br />

todavía estaba en el laboratorio, pero no podía <strong>de</strong>jar pasar una oportunidad <strong>de</strong><br />

encontrarlo antes <strong>de</strong> tiempo. Los informes indicaban que había entre ocho y<br />

once pequeños viales con la sustancia requerida. Era una información que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!