RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
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—¡Eh! —gritó con todas sus fuerzas mientras levantaba su mano en el<br />
aire—. ¡Eh! ¡Aquí! ¡Aquí!<br />
Sus gritos se perdieron en <strong>los</strong> remolinos <strong>de</strong> polvo levantados por las aspas<br />
y que recorrieron el tejado, ahogados por el continuo rugido <strong>de</strong>l motor y el<br />
zumbido <strong>de</strong> las palas <strong>de</strong>l rotor. Claire agitó <strong>los</strong> dos brazos con frenesí mientras<br />
sentía que le había tocado algo parecido a la lotería.<br />
¡Ha venido alguien! ¡Gracias, Dios mío, gracias!<br />
Un intenso rayo <strong>de</strong> luz surgió proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> un foco situado en mitad <strong>de</strong>l<br />
fuselaje <strong>de</strong>l aparato. Recorrió el tejado... pero en la dirección equivocada,<br />
alejándose <strong>de</strong> ella. Claire movió <strong>los</strong> brazos con mayor frenesí mientras inhalaba<br />
aire para gritar con mayor fuerza...<br />
Entonces vio lo mismo que vio el foco en ese momento, mientras percibía<br />
el ininteligible grito por encima <strong>de</strong>l batir <strong>de</strong> las aspas: un hombre, un policía, <strong>de</strong><br />
pie en la esquina opuesta a las escaleras don<strong>de</strong> ella estaba, apoyado <strong>de</strong> espaldas<br />
contra un pequeño murete <strong>de</strong>l tejado. Empuñaba lo que parecía ser una<br />
ametralladora, y también parecía estar muy, pero que muy vivo.<br />
—Ven aquí...<br />
El agente gritaba al helicóptero, con la voz teñida <strong>de</strong> pánico. Claire vio en<br />
aquel instante el motivo <strong>de</strong> su pánico, y sintió que su alivio y su esperanza se<br />
evaporaban: dos zombis se tambaleaban recorriendo la superficie <strong>de</strong>l helipuerto<br />
y se dirigían hacia el objetivo perfectamente iluminado que representaba el<br />
policía que gritaba. Ella alzó su pistola por un momento, pero la bajó<br />
<strong>de</strong>sesperada, temerosa <strong>de</strong> acertar al hombre acorralado.<br />
El foco permaneció fijo, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> iluminar todo aquel horror con una<br />
brillante claridad. El policía no pareció darse cuenta <strong>de</strong> la proximidad <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
zombis hasta que lo agarraron, con sus resecos brazos invadiendo el círculo <strong>de</strong><br />
luz blanca.<br />
—¡Retroce<strong>de</strong>d! ¡No os acerquéis más! —gritó.<br />
Esta vez, Claire pudo oírlo perfectamente gracias al puro terror que<br />
<strong>de</strong>sprendía su voz, y también oyó su aullante grito <strong>de</strong> agonía cuando las dos<br />
siluetas podridas se abalanzaron sobre él.<br />
El ruido <strong>de</strong> su arma automática recorrió el helipuerto, y Claire percibió<br />
incluso por encima <strong>de</strong>l tronar <strong>de</strong>l helicóptero el zumbido <strong>de</strong> las balas perdidas.<br />
Se <strong>de</strong>jó caer inmediatamente, y sus rodillas crujieron al estrellarse contra el<br />
metal <strong>de</strong>l último peldaño mientras el tableteo <strong>de</strong> <strong>los</strong> disparos seguía sin parar...<br />
Entonces se produjo un cambio en el ruido <strong>de</strong>l motor <strong>de</strong>l helicóptero, que<br />
se convirtió en un extraño zumbido que elevó su tono hasta terminar siendo un<br />
aullido mecánico. Claire levantó la vista y vio que el enorme aparato bajaba el<br />
morro mientras la cola se agitaba <strong>de</strong> un lado a otro <strong>de</strong> forma errática y salvaje.<br />
¡Dios mío, les ha dado!<br />
El foco <strong>de</strong>l helicóptero comenzó a iluminar en todas direcciones a la vez,<br />
restallando brevemente en las tuberías metálicas, en el cemento <strong>de</strong>l tejado y en<br />
la todavía forcejeante y moribunda figura <strong>de</strong>l policía, que todavía estaba<br />
disparando mientras <strong>los</strong> zombis le arrancaban trozos <strong>de</strong> carne...<br />
Y en ese preciso instante, el helicóptero se <strong>de</strong>splomó <strong>de</strong> lado y las palas <strong>de</strong><br />
su rotor empezaron a mor<strong>de</strong>r el cemento <strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong>l helipuerto con un<br />
chirrido tremendo. Un momento <strong>de</strong>spués, antes <strong>de</strong> que Claire pudiera siquiera