07.05.2013 Views

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

inofensiva como ella se había esperado, y, a diferencia <strong>de</strong> lo que le había<br />

ocurrido a lo largo <strong>de</strong> la noche, no se topó con ningún <strong>de</strong>sastre al acecho entre<br />

las sombras causadas por <strong>los</strong> tubos fluorescentes <strong>de</strong>l techo, ni tampoco con el<br />

hedor putrefacto a zombis que arrastraban <strong>los</strong> pies.<br />

Ni tampoco hay un extintor <strong>de</strong> incendios...<br />

Bueno, no al menos a simple vista. Cerró la puerta que daba al humeante<br />

pasillo y se dirigió hacia el mostrador, levantando la tapa <strong>de</strong> entrada con la<br />

punta <strong>de</strong> la pistola. Vio una vieja máquina <strong>de</strong> escribir en una mesa y, a su<br />

lado..., un teléfono. Claire se apresuró a levantar el auricular, luchando contra la<br />

<strong>de</strong>sesperanza, pero no oyó absolutamente nada. Suspiró, lo <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> nuevo en su<br />

sitio y se agachó para echar un vistazo <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la mesa. Una guía telefónica,<br />

unos cuantos montones <strong>de</strong> papeles... y justo allí, medio escondido <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> un<br />

bolso <strong>de</strong> mujer, encontró la familiar silueta que había esperado <strong>de</strong>scubrir,<br />

cubierta por una gruesa capa <strong>de</strong> polvo.<br />

—Ahí estás —murmuró y se <strong>de</strong>tuvo sólo un momento para meterse la<br />

pistola <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l chaleco antes <strong>de</strong> levantar el pesado cilindro. Nunca antes<br />

había utilizado uno <strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> aparatos, pero parecía bastante sencillo: una<br />

manivela <strong>de</strong> metal con una anilla metálica con una bocacha <strong>de</strong> caucho negro a<br />

un lado. Sólo medía poco más <strong>de</strong> medio metro, pero pesaba entre unos veinte y<br />

unos veinticinco ki<strong>los</strong>. Supuso que eso significaba que estaba lleno.<br />

Claire volvió a la puerta con el extintor y comenzó a inspirar con<br />

bocanadas breves pero intensas, para llenarse <strong>los</strong> pulmones <strong>de</strong> aire puro. Sintió<br />

un ligero mareo, pero la hiperventilación le permitiría aguantar más tiempo sin<br />

respirar. No quería <strong>de</strong>smayarse <strong>de</strong>bido a la inhalación <strong>de</strong> humo antes <strong>de</strong> apagar<br />

el incendio por completo.<br />

Inspiró por última vez y abrió la puerta, recorriendo el pasillo, mucho más<br />

caliente en aquel<strong>los</strong> momentos, en una postura semiagachada. <strong>La</strong> columna <strong>de</strong><br />

humo, ahora mucho más <strong>de</strong>nsa, y se había convertido en una niebla <strong>de</strong> más <strong>de</strong><br />

un metro <strong>de</strong> grosor que bajaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el techo.<br />

Mantente agachada, respira superficialmente y ten cuidado <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> pisas...<br />

Dobló la esquina y sintió una extraña mezcla <strong>de</strong> alivio y pena al ver <strong>los</strong><br />

restos ardientes que se encontraban justo <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ella. Inclinó la cabeza y<br />

aspiró un poco <strong>de</strong> aire a través <strong>de</strong> la tela <strong>de</strong> su chaleco mientras sentía que su<br />

piel comenzaba a sentir <strong>los</strong> efectos <strong>de</strong>l calor. El fuego no era tan peligroso como<br />

ella se había imaginado: era más humo que otra cosa, y ni siquiera era tan alto<br />

como ella. <strong>La</strong>s llamas estaban lamiendo la pared con unos <strong>de</strong>dos amarilloanaranjados<br />

que parecían tener problemas para mantenerse, <strong>de</strong>tenidos como<br />

estaban por la gruesa ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> una puerta medio <strong>de</strong>rribada. Fue el morro <strong>de</strong>l<br />

helicóptero lo que le llamó la atención, la ennegrecida cáscara <strong>de</strong> la cabina... y el<br />

ennegrecido cadáver <strong>de</strong>l piloto, todavía enganchado con el cinturón a su<br />

asiento, con la boca abierta en un silencioso grito. No había manera <strong>de</strong> saber si<br />

había sido un hombre o una mujer: <strong>los</strong> rasgos faciales se habían borrado por<br />

completo, <strong>de</strong>rretidos como cera negra.<br />

Claire tiró <strong>de</strong> la anilla que mantenía inmóvil la manivela y apuntó con la<br />

corta manguera <strong>de</strong> bocacha negra hacia el suelo, don<strong>de</strong> las llamas bailaban con<br />

colores azules y blancos. Apretó la manivela, y una estela <strong>de</strong> espuma blanca

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!