RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
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Sherry gritó cuando algo aterrizó con un ruido tremendo sobre el techo <strong>de</strong>l<br />
ascensor <strong>de</strong> transporte que habían <strong>de</strong>jado atrás, atravesándolo con un enorme<br />
chirrido <strong>de</strong> metal partido y doblado. Claire tiró <strong>de</strong> Sherry para acercarla más a<br />
ella, con el corazón encogido y la respiración <strong>de</strong>tenida... y una mano, a la que<br />
siguió otra, apareció a través <strong>de</strong>l agujero en el techo. Después, dos gruesos<br />
brazos, oscurecidos por las sombras... y, por último, el cráneo blanco, enorme y<br />
reluciente <strong>de</strong>l Señor X, como una luna llena en una noche sin estrellas.<br />
Claire se giró <strong>de</strong> nuevo y empujó a Sherry hacia la oscuridad <strong>de</strong>l estrecho<br />
espacio diseñado para el personal <strong>de</strong> reparación, con el corazón palpitándole a<br />
toda velocidad y el cuerpo cubierto repentinamente <strong>de</strong> sudor.<br />
—¡Vete! ¡Vete! ¡Voy <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> ti!<br />
Sherry <strong>de</strong>sapareció en la oscuridad, <strong>de</strong>sapareciendo <strong>de</strong> la vista como un<br />
ratón asustado, y Claire no miró hacia atrás. Estaba <strong>de</strong>masiado aterrorizada<br />
para volver la vista mientras seguía a Sherry hasta el negro agujero. Estaba<br />
segura <strong>de</strong> que su incansable perseguidor estaba trepando por encima <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>strozado ascensor para continuar con su <strong>de</strong>cidida y extraña persecución.<br />
Ada había oído parte <strong>de</strong> la enloquecida conversación <strong>de</strong> León con Annette<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las sombras <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> la pasarela, don<strong>de</strong> <strong>los</strong> tres sen<strong>de</strong>ros metálicos<br />
se encontraban. Se había obligado a sí misma a no acudir en ayuda <strong>de</strong> León,<br />
prometiéndose a sí misma que si oía disparos, volvería a reconsi<strong>de</strong>rarlo..., pero<br />
en ese preciso instante, toda la instalación se había estremecido con fuerza, y la<br />
suave voz grabada había comenzado su repetitiva letanía. ¡Mierda!<br />
Ada se puso en pie, furiosa con la científica, y una parte <strong>de</strong> su ser lo sintió<br />
por León. Sabía lo que aquello significaba: Annette había puesto en marcha el<br />
sistema <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>strucción. Eso significaba que probablemente les quedaban<br />
menos <strong>de</strong> diez minutos para salir pitando <strong>de</strong>l lugar... Y León no conoce el camino<br />
<strong>de</strong> salida.<br />
No importaba, no importaba. Eso no era importante. Ella iba a recoger la<br />
muestra, que sin duda Annette llevaba consigo, y necesitaba hacerlo<br />
inmediatamente. León no era su problema, nunca había sido su problema, y no<br />
podía abandonar la misión en ese momento, no <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l infierno por el que<br />
había pasado para conseguir el preciado virus <strong>de</strong> Trent.<br />
Ada se alejó un paso <strong>de</strong>l panel principal que conectaba las tres pasarelas...<br />
y en ese preciso instante oyó unas pisadas que iban en su dirección. Eran unos<br />
pasos <strong>de</strong>masiado pesados como para tratarse <strong>de</strong> Annette. Se ocultó <strong>de</strong> nuevo<br />
entre las sombras, en la pasarela que llevaba al oeste <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la estructura<br />
metálica.<br />
Un segundo <strong>de</strong>spués, León pasó corriendo por el lugar, probablemente <strong>de</strong><br />
regreso al lugar don<strong>de</strong> esperaba encontrarla a ella esperándolo. Ada inspiró<br />
profundamente y <strong>de</strong>jó escapar el aire con lentitud mientras se esforzaba por<br />
sacarse a León <strong>de</strong> la cabeza. Después salió corriendo en dirección al lugar<br />
don<strong>de</strong> había oído a Annette.<br />
Ada se había marchado.<br />
«... ha sido activado. Esta secuencia <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>strucción...»