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RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

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Se levantó <strong>de</strong> golpe <strong>de</strong>l rincón don<strong>de</strong> estaba metida y echó a correr, chillando y<br />

sin mirar, con la esperanza <strong>de</strong> pasar <strong>de</strong> largo al lado <strong>de</strong>l extraño y llegar hasta el<br />

túnel <strong>de</strong> ventilación... cuando una cálida mano la agarró con fuerza por el<br />

brazo, impidiéndole dar un solo paso más. Gritó <strong>de</strong> nuevo, retorciéndose con<br />

toda la fuerza que pudo, pero el extraño era fuerte...<br />

—¡Espera!<br />

Era una mujer, y su voz sonó casi tan frenética como el acelerado palpitar<br />

<strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> Sherry.<br />

—¡Suéltame! —gimió Sherry, pero la mujer siguió agarrándola e incluso se<br />

acercó a ella un poco más.<br />

—Tranquila, tranquila... No soy un zombi. Tranquilízate, todo va bien...<br />

<strong>La</strong> voz <strong>de</strong> la mujer había adquirido un tono tranquilizador, y las palabras<br />

sonaron casi como una nana. <strong>La</strong> mano que la tenía agarrada era fuerte pero<br />

tibia. <strong>La</strong> dulce y suave voz musical repitió las tranquilizadoras palabras una y<br />

otra vez,<br />

—Tranquila, está bien. No voy a hacerte daño. Ya estás a salvo...<br />

Sherry levantó por fin la vista y miró a la mujer. Vio lo bonita que era, su<br />

mirada dulce y llena <strong>de</strong> preocupación y comprensión. En un segundo, Sherry<br />

<strong>de</strong>jó <strong>de</strong> forcejear y <strong>de</strong> intentar huir y sintió que unas tibias lágrimas<br />

comenzaban a bajarle por las mejillas, unas lágrimas que había estado<br />

conteniendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que había visto al hombre <strong>de</strong> pelo rojo suicidarse. Se abrazó<br />

<strong>de</strong> modo instintivo a la joven y bonita extraña, y la mujer respondió ro<strong>de</strong>ando<br />

con sus brazos <strong>los</strong> temblorosos hombros <strong>de</strong> la niña.<br />

Sherry lloró durante un par <strong>de</strong> minutos, permitiendo que la mujer<br />

acariciase su cabello y le siguiera susurrando palabras tranquilizadoras al oído.<br />

Por mucho que quisiera quedarse acurrucada en <strong>los</strong> brazos <strong>de</strong> la mujer y<br />

olvidar todos sus miedos, por mucho que le gustaría creer que estaba a salvo,<br />

sabía que no era cierto. A<strong>de</strong>más, ya no era una niña: ya había cumplido doce<br />

años el mes anterior.<br />

Sherry se separó <strong>de</strong> <strong>los</strong> brazos con un gran esfuerzo y se frotó <strong>los</strong> ojos para<br />

secarse las lágrimas. Levantó la vista hacia su bello rostro y se dio cuenta <strong>de</strong> que<br />

no era una mujer mayor, que quizá sólo tendría unos veinte años. <strong>La</strong>s ropas que<br />

llevaba eran realmente juveniles: unas botas, unos pantalones vaqueros <strong>de</strong> color<br />

rosa y <strong>de</strong> perneras recortadas y una camiseta chaleco sin mangas que hacía<br />

juego con <strong>los</strong> pantalones. Llevaba su brillante pelo castaño recogido en una cola<br />

<strong>de</strong> caballo y, cuando sonrió, le pareció una estrella <strong>de</strong> cine.<br />

<strong>La</strong> mujer se puso en cuclillas a su lado, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> sonreír con dulzura.<br />

—Hola. Me llamo Claire. ¿Cómo te llamas?<br />

Sherry sintió timi<strong>de</strong>z por un momento, avergonzada por haber huido a la<br />

carrera <strong>de</strong> una chica tan amable. Sus padres le <strong>de</strong>cían a menudo que actuaba<br />

como un bebé emocional, que era «<strong>de</strong>masiado imaginativa» para su propio<br />

bien, y allí estaba la prueba: Claire no le iba a hacer daño, estaba segura <strong>de</strong> ello.<br />

—Sherry Birkin —contestó, y luego sonrió con la esperanza <strong>de</strong> que Claire<br />

no estuviese enfadada con ella. No parecía enfadada, <strong>de</strong> hecho, parecía<br />

encantada con su respuesta.

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