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RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

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Capítulo 11<br />

Sherry llevaba mucho tiempo escondida en el edificio <strong>de</strong> la comisaría, por<br />

lo menos tres o cuatro días, y todavía no había visto a su madre. Ni siquiera una<br />

vez, ni siquiera cuando todavía quedaba un montón <strong>de</strong> gente con vida. Había<br />

encontrado a la señora Addison, una <strong>de</strong> las profesoras <strong>de</strong> la escuela, justo<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber llegado allí, pero la señora Addison ya había muerto. Un<br />

zombi se la había comido. Poco <strong>de</strong>spués, Sherry había <strong>de</strong>scubierto un túnel <strong>de</strong><br />

ventilación que recorría la mayor parte <strong>de</strong>l edificio, y había <strong>de</strong>cidido que<br />

permanecer escondida era mucho más seguro que quedarse con <strong>los</strong> mayores,<br />

porque <strong>los</strong> mayores no paraban <strong>de</strong> morir, y porque había un monstruo en el<br />

edificio que era peor que <strong>los</strong> zombis o que <strong>los</strong> hombres vueltos <strong>de</strong>l revés, y<br />

estaba bastante segura <strong>de</strong> que ese monstruo la estaba buscando a ella.<br />

Probablemente no era más que una tontería. Ella no creía que <strong>los</strong> monstruos<br />

escogieran a una persona para perseguirla... pero la verdad es que tampoco<br />

había creído en monstruos, hasta ese momento.<br />

Así que Sherry se había quedado escondida en la habitación <strong>de</strong>l caballero.<br />

Allí no había gente muerta, y el único modo <strong>de</strong> entrar, aparte <strong>de</strong>l túnel <strong>de</strong><br />

ventilación que salía <strong>de</strong> <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las armaduras, era por un largo pasillo<br />

guardado por un gran tigre. El tigre estaba disecado, pero daba miedo <strong>de</strong> todas<br />

maneras, y Sherry pensó que quizás el tigre ahuyentaría al monstruo. Una parte<br />

<strong>de</strong> ella sabía que aquello era una tontería, pero <strong>de</strong> todas formas la hacía sentir<br />

mejor.<br />

Había pasado la mayor parte <strong>de</strong>l tiempo durmiendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que <strong>los</strong> zombis<br />

habían tomado todo el edificio <strong>de</strong> la comisaría. Cuando estaba dormida, no<br />

tenía que pensar en lo que podía haberle ocurrido a sus padres o preocuparse<br />

por lo que le podría ocurrir a ella. En el túnel <strong>de</strong> ventilación había el calor<br />

suficiente para estar cómoda, y tenía mucha comida que había sacado <strong>de</strong> la<br />

máquina <strong>de</strong> chucherías <strong>de</strong> la gran sala, pero tenía miedo, y peor que sentir<br />

miedo era sentirse sola, así que había dormido todo lo que había podido.<br />

Estaba dormida, calentita y encogida <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> <strong>los</strong> caballeros cuando un<br />

tremendo ruido la había <strong>de</strong>spertado, un rugido proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l algún punto <strong>de</strong>l<br />

exterior <strong>de</strong>l edificio. Estaba segura <strong>de</strong> que era el monstruo. Sólo lo había visto<br />

<strong>de</strong> refilón una vez, y sólo su tremenda y horrible espalda, a través <strong>de</strong> una rejilla<br />

metálica, pero lo había oído gritar y aullar muchas veces <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces y por<br />

todos lados <strong>de</strong> la comisaría. Sabía que era terrible, terrible y violento y que<br />

estaba hambriento. A veces <strong>de</strong>saparecía durante horas, y ella tenía la esperanza<br />

<strong>de</strong> que se hubiera marchado por fin, pero siempre regresaba, y no importaba<br />

dón<strong>de</strong> se metiera ella: siempre parecía estar en algún lugar cercano.<br />

El tremendo ruido que la había <strong>de</strong>spertado <strong>de</strong> su intranquilo sueño fue<br />

muy parecido al que provocaría el monstruo si empezara a echar abajo las<br />

pare<strong>de</strong>s. Se acurrucó aún más en su escondite, preparada para salir corriendo<br />

hacia el túnel <strong>de</strong> ventilación si el ruido se acercaba mucho más. No lo hizo; no

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