RE La ciudad de los muertos - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
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Señor X mientras el cuerpo humeante <strong>de</strong> la feroz criatura golpeaba brutalmente<br />
<strong>de</strong> nuevo la ya mellada pared <strong>de</strong>l tren.<br />
Cinco disparos. Cuatro <strong>de</strong> el<strong>los</strong> se estrellaron contra el extraño material<br />
que formaba su carne, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l punto don<strong>de</strong> <strong>de</strong>bía encontrarse una oreja<br />
en un humano normal. El quinto proyectil salió <strong>de</strong>masiado alto, y mientras el<br />
eco <strong>de</strong> las exp<strong>los</strong>iones <strong>de</strong> <strong>los</strong> disparos resonaba por el helado andén, la criatura<br />
que ella había bautizado como el Señor X se giró lentamente hacia ella.<br />
¿Y ahora, qué?<br />
<strong>La</strong> voz femenina grabada la distrajo por un momento, justo cuando el<br />
Señor X dio un único paso hacia ella, un paso gigantesco y monstruoso que lo<br />
sacó <strong>de</strong> las sombras.<br />
«...tres, dos, uno. Es necesaria la distancia mínima <strong>de</strong> seguridad. <strong>La</strong><br />
auto<strong>de</strong>strucción ocurrirá <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cinco minutos. Quedan cinco minutos antes<br />
<strong>de</strong> la <strong>de</strong>tonación final.»<br />
<strong>La</strong>s alarmas siguieron aullando, pero al menos la voz se quedó callada,<br />
aunque ella no lo hubiera notado, ya que tenía sus ojos abiertos <strong>de</strong> par en par<br />
fijados en la criatura. Era un ser odioso, sobre todo por su forma todavía<br />
humanoi<strong>de</strong>, como una burla <strong>de</strong> la realidad, <strong>de</strong> la cordura <strong>de</strong> la vida. A pesar <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> trozos superficiales que se veían quemados en la mayor parte <strong>de</strong> su cuerpo,<br />
su carne antinatural no había perdido nada <strong>de</strong> su elasticidad. <strong>La</strong> materia rojiza<br />
que se encontraba bajo las quemaduras se contraía y se extendía como si se<br />
tratara <strong>de</strong> auténtico músculo. Tenía todo el aspecto <strong>de</strong> un gigante <strong>de</strong>spellejado<br />
salido <strong>de</strong> <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> un edificio en llamas... y no pudo estar segura <strong>de</strong> si había<br />
sufrido con su baño <strong>de</strong> metal fundido. Otro increíble paso y levantó <strong>los</strong> brazos,<br />
arrancando <strong>de</strong> cuajo la puerta <strong>de</strong> rejas. <strong>La</strong>s barras <strong>de</strong> hierro cayeron al suelo...<br />
Lento al principio. Al menos, tengo esa ventaja...<br />
Era la única ventaja que tenía. Claire echó a correr hacia la puerta, todavía<br />
atemorizada, pero el humeante monstruo era bastante lento, po<strong>de</strong>roso pero<br />
incapaz <strong>de</strong> moverse <strong>de</strong> un modo...<br />
De repente, el Señor X <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> caminar. <strong>La</strong> criatura se dobló por la cintura,<br />
dobló las rodillas... y salió impulsada <strong>de</strong>l suelo con un empuje dinámico que<br />
arrancó trozos <strong>de</strong> cemento <strong>de</strong>l suelo y sus <strong>de</strong>formes pies se lanzaron hacia ella a<br />
toda velocidad.<br />
Claire ni siquiera pensó. Se echó hacia la <strong>de</strong>recha y corrió para alejarse <strong>de</strong>l<br />
monstruo semiagachado, todo lo <strong>de</strong>prisa que pudo. Estuvo a punto <strong>de</strong><br />
atraparla, con unos reflejos absolutamente inhumanos, como si la pérdida <strong>de</strong> su<br />
capa <strong>de</strong> piel lo hubiera liberado, como si el metal líquido lo hubiera reducido a<br />
su estado <strong>de</strong> fuerza más puro. Oyó el sonido <strong>de</strong> unos <strong>de</strong>dos que no eran <strong>de</strong><br />
carne arañando el cemento cuando saltó por encima <strong>de</strong> la puerta rota y se lanzó<br />
hacia las sombras. Miró hacia atrás y vio que el Señor X había levantado un<br />
brazo, rasgando el aire don<strong>de</strong> ella se encontraba un instante antes. Había<br />
querido <strong>de</strong>striparla...<br />
Pero ¿por qué? Ya no tengo el virus-G, no tiene motivo alguno...<br />
Claire corrió para a<strong>de</strong>ntrarse aún más en la resonante oscuridad, mientras<br />
el sistema <strong>de</strong> altavoces le informaba <strong>de</strong> que les quedaban cuatro minutos.<br />
«Quedan cuatro minutos antes <strong>de</strong> la <strong>de</strong>tonación...»<br />
¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!