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TIEMPO DE FIESTA - Junta de Castilla y León

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zados, que simplemente ejecutaban una danza o <strong>de</strong>sfile, o bien <strong>de</strong>sarrollaban un<br />

espectáculo <strong>de</strong> más suntuosidad con cierto hilo argumental, por lo general <strong>de</strong> carácter<br />

alegórico. En ellas se incluían bailes, <strong>de</strong>sfiles <strong>de</strong> músicos, carros triunfales con<br />

diversos motivos,…, y, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recorrer las calles, terminaban con una pequeña<br />

representación teatral. Estas mascaradas tienen su origen en las mascaradas carnavalescas,<br />

por lo que solían organizarse también en esas fechas (Borrego Gutiérrez,<br />

2003, 96-98).<br />

Este Carnaval es el que ha muerto. Partiendo <strong>de</strong>l artículo, luego convertido en libro,<br />

<strong>de</strong> Jean-Richard Bloch, Carnaval est mort, Caro Baroja (2006, 29) se hace eco <strong>de</strong><br />

esa i<strong>de</strong>a con estas palabras: “El Carnaval ha muerto; ha muerto, y no para resucitar<br />

como en otro tiempo resucitaba anualmente. Era una fiesta <strong>de</strong> corte antiguo. Hoy<br />

queremos ser mo<strong>de</strong>rnos ante todo. Suelen <strong>de</strong>cir las gentes piadosas que como último<br />

resto <strong>de</strong>l paganismo, bien muerto está; pero es el caso que personas <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncia nacionalista<br />

tampoco le han solido <strong>de</strong>mostrar mucha simpatía. Al Carnaval no le mató,<br />

sin embargo, ni el auge <strong>de</strong>l espíritu religioso, ni la acción <strong>de</strong> las . Ha<br />

dado cuenta <strong>de</strong> él una concepción <strong>de</strong> la vida que no es ni pagana ni anticristiana,<br />

sino simplemente secularizada, <strong>de</strong> un laicismo burocrático, concepción que arranca<br />

<strong>de</strong> hace bastantes décadas”.<br />

O dicho <strong>de</strong> otro manera, muerta la Cuaresma, murió el Carnaval, porque frente a la<br />

rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las normas estrictas <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> ayunos y abstinencias, <strong>de</strong>bía prepon<strong>de</strong>rar<br />

previamente el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n en todos los aspectos, con liberta<strong>de</strong>s para hacer todo y<br />

comer y beber sin medida. “Hoy comamos y bebamos, que mañana moriremos”. Era<br />

fiesta en la que participaba todo el pueblo y todas las clases sociales, porque todos<br />

estaban sometidos a la estricta disciplina cuaresmal. Todos eran actores <strong>de</strong>l Carnaval<br />

y <strong>de</strong> la Cuaresma. Muerta ésta, <strong>de</strong>sapareció el sentido <strong>de</strong> aquél y con ello mudó todo.<br />

De actores se pasa a espectadores <strong>de</strong> <strong>de</strong>sfiles organizados y regulados por las instituciones<br />

oficiales; <strong>de</strong> la improvisación, se pasa a la programación; <strong>de</strong> la liberación total,<br />

se pasa a la mo<strong>de</strong>ración. El Carnaval, por tanto ha muerto; pero las mascaradas <strong>de</strong><br />

invierno siguen vivas. Centrémonos en ellas.<br />

¿Qué rasgos las i<strong>de</strong>ntifican? Primero, la época en que se <strong>de</strong>sarrollan. Todas se <strong>de</strong>sarrollaron<br />

en principio en época invernal, en concreto, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los Doce Días<br />

Mágicos que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Navidad a Epifanía. Y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ellos, señaladamente, los días<br />

26, 27 y 28 <strong>de</strong> diciembre, festivida<strong>de</strong>s, respectivamente, <strong>de</strong> San Esteban, San Juan<br />

Evangelista y Santos Inocentes. Y el pueblo así lo marca en el refranero zamorano:<br />

“Mes <strong>de</strong> diciembre, mes <strong>de</strong> sonsones (cencerros), mes <strong>de</strong> carochos y zangarrones”<br />

(Rodríguez Pascual, 1989, 12).<br />

Y lo ratifica la documentación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el siglo XV. A modo <strong>de</strong> ejemplo, en el Sínodo<br />

celebrado en Segovia por Juan Arias Dávila, en 1472, se lee: “que los dias <strong>de</strong> sant Estevan<br />

e <strong>de</strong> sant Juan evangelista e <strong>de</strong> los Ygnoçentes e en otros dias festivales, diziendose<br />

la misa e los otros oficios divinales, suelen e acostumbran fazer e <strong>de</strong>zir muchas<br />

burlas e escarnios e cosas torpes e feas e <strong>de</strong>sonestas <strong>de</strong> dicho e <strong>de</strong> fecho” (García y<br />

García, 1993, 450). En el Sínodo <strong>de</strong> Diego <strong>de</strong> Deza, celebrado en Salamanca en 1497<br />

se indica: “... no fagan ni permitan fazer, en el dia <strong>de</strong> sant Estevan ni <strong>de</strong> sant Juan<br />

ni <strong>de</strong> los Innocentes ni en otros dias, juegos ni çaharrones ni personas <strong>de</strong>sfraçadas,<br />

burlas ni <strong>de</strong>sonestida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> obra ni <strong>de</strong> palabra <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las yglesias,...” (García<br />

y García, 1987, 376). En el Sínodo <strong>de</strong> Ávila, <strong>de</strong> Alonso <strong>de</strong> Fonseca, celebrado en<br />

1481, también se prohíbe “que en los días <strong>de</strong> S. Estevan y <strong>de</strong> sant Juan Evangelista<br />

y <strong>de</strong> los Innocentes y en otros dias festivales <strong>de</strong> por el año y en las missas nuevas<br />

y en otras cosas semejantes, diziendo la missa y los otros divinales officios, salen y<br />

acostumbran fazer çaharrones, y vestir hábitos contrarios a su profession, los omes<br />

trayendo vestiduras <strong>de</strong> mugeres y <strong>de</strong> frayles y <strong>de</strong> otros diversos habitos y ponerse<br />

otras cossas <strong>de</strong> las que nuestro Señor les quiso dar, faziendose homarraches, y dizen<br />

muchas burlas y escarnios y cosas torpes y feas y <strong>de</strong>sonestas <strong>de</strong> dicho y <strong>de</strong> fecho...”<br />

(García y García, 1993, 130)<br />

29<br />

MASCARADAS <strong>DE</strong> ASTILLA Y LEÓN<br />

Bernardo Calvo Brioso | Ed. <strong>Junta</strong> <strong>de</strong> <strong>Castilla</strong> y <strong>León</strong>

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