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vigencia de los conceptos psicoanalíticos - psicoanalisis freud 1

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ciente: “por lo que te tocó vivir”, ante lo cual, luego <strong>de</strong> un tiempo, la pa-<br />

ciente comenzó a reírse.<br />

En otras ocasiones, intervenía señalándole sus propias acciones o <strong>de</strong>ci-<br />

siones cuando ella se ubicaba más bien como la que pa<strong>de</strong>cía las accio-<br />

nes <strong>de</strong> <strong>los</strong> otros. En sus insistentes quejas en cuanto a que siempre es-<br />

taba sola y no tenía con quién hablar, no tenía un grupo <strong>de</strong> amigos, le<br />

recordaba sus frases: “en el fondo no quiero que me conozcan bien”. O:<br />

“yo me aíslo”, “no quiero hablar con nadie”.<br />

En una entrevista, haciendo referencia a esta última cuestión, dice: “me<br />

puse a pensar que si me eligen o no para hablar… bueno, yo elegí hablar<br />

con vos.”<br />

A partir <strong>de</strong> allí comienza a tambalear un poco la sentencia instalada en<br />

ella <strong>de</strong> tener que llevar una vida <strong>de</strong>safortunada por haberse quedado tra-<br />

bada en aquella escena, “en el pasado”, al <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> la paciente. Comienza<br />

a preguntarse por qué no pue<strong>de</strong> salir <strong>de</strong> allí. También se pregunta por qué<br />

todo recae sobre ella y por qué se queda escuchando cada problema <strong>de</strong><br />

sus hermanos. Otro modo <strong>de</strong> su pregunta, en aquel momento, fue: “estoy<br />

tan cansada <strong>de</strong> estar mal, ¿por qué estar bien no entra en el cuadro?”.<br />

Pregunta en la que la insto a <strong>de</strong>tenerse.<br />

Deci<strong>de</strong> prepararse para rendir dos materias <strong>de</strong>l secundario que le queda-<br />

ron previas. Y reere estar entusiasmada con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> comenzar una<br />

carrera al año siguiente.<br />

A partir <strong>de</strong> una entrevista en la que surge su enojo y bronca hacia su pa-<br />

dre, solapados hasta entonces <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la tristeza con la que se mostra-<br />

ba generalmente, dice: “mi viejo se me puso a hablar ayer, lo miraba y lo<br />

escuchaba… antes no lo podía ni mirar. Ya está, ya fue, no quiero estar<br />

más con ese odio a<strong>de</strong>ntro.”<br />

Luego <strong>de</strong> las vacaciones vuelve a hablar <strong>de</strong>l entusiasmo: “me emocionó<br />

la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> estudiar esta carrera.”<br />

Reere que volvió a soñar con su abuelo: ella lo iba a visitar al hospital y<br />

MESA DE TRABAJOS LIBRES. CLÍNICA DE ADULTOS<br />

éste le <strong>de</strong>cía: “hacete ver más, hacete notar más”. Le señalo que <strong>de</strong>l<br />

sueño se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> un giro en ella. Ya no se trata <strong>de</strong> que <strong>los</strong> otros se<br />

<strong>de</strong>n cuenta que ella está sino que la cuestión está <strong>de</strong> su lado, es ella<br />

quien toma la acción <strong>de</strong> hacerse ver, hacerse notar.<br />

En entrevistas posteriores expresa una fuerte necesidad <strong>de</strong> hablar y ha-<br />

cerse amigos. Aprueba las materias previas e inicia la carrera elegida.<br />

En “Las perspectivas futuras <strong>de</strong> la terapia psicoanalítica”, 1 Sigmund Freud<br />

da una indicación precisa acerca <strong>de</strong> la técnica analítica cuando se trata<br />

<strong>de</strong> la histeria <strong>de</strong> angustia a diferencia <strong>de</strong> la histeria <strong>de</strong> conversión. Algo<br />

previo al tratamiento es requerido, perteneciente a lo que hoy llamaría-<br />

mos estrategia y táctica en tanto coor<strong>de</strong>nadas <strong>de</strong>l acto analítico. Dice:<br />

“[…] estos enfermos no pue<strong>de</strong>n aportar el material <strong>de</strong>cisivo, […] no se<br />

consigue que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el comienzo <strong>de</strong> la cura […] trabajen bajo las condicio-<br />

nes <strong>de</strong> la angustia.” 2<br />

Sugerencia que nos conmina a la necesidad <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l semblante, único<br />

medio <strong>de</strong> transferencia, en sus tres vertientes: imaginaria, simbólica,<br />

real. Si consi<strong>de</strong>ramos que la función <strong>de</strong> todo discurso es la <strong>de</strong> hacer sem-<br />

blante, la presentación discursiva <strong>de</strong> la paciente parece <strong>de</strong>tentar a modo<br />

<strong>de</strong> señal cierta amenaza narcisista: “quedé trabada ahí”, “da lo mismo si<br />

estoy o no estoy”, incluida su dicultad <strong>de</strong> integrarse a <strong>los</strong> grupos.<br />

Si bien intenta dar una signicación <strong>de</strong> su pa<strong>de</strong>cer, remitiéndolo a la es-<br />

cena traumática que ubica en sus ocho años <strong>de</strong> edad, esto no le permite,<br />

sin embargo, la posibilidad fantasmática <strong>de</strong> velamiento y concomitante<br />

instalación <strong>de</strong> un síntoma.<br />

Po<strong>de</strong>mos ubicar con Freud y Jacques Lacan una inhibición que, a diferen-<br />

cia <strong>de</strong> un síntoma, permitiría liberar al yo <strong>de</strong> una constante amenaza.<br />

Para Freud, se trata <strong>de</strong>l freno <strong>de</strong> una función por el conicto entre dos<br />

<strong>de</strong>seos diferentes y nociones como la inseguridad, timi<strong>de</strong>z, etcétera, rela-<br />

cionadas con <strong>los</strong> miedos. La presencia <strong>de</strong> un <strong>de</strong>seo erotizado que resiste<br />

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