vigencia de los conceptos psicoanalíticos - psicoanalisis freud 1

En el texto “El legado freudiano”, Jorge Alemán articula el masoquismo
moral con la pulsión, como coordenadas de pensamiento que nos permite
la lectura de acontecimientos, lugar en donde Freud se nos vuelve actual.
“En el hecho de que la Ley encuentra su raíz en la pulsión es donde apa-
rece el verdadero enemigo de una política radical. En la anticipación de
Freud, el Superyó es una pulsión disfrazada de Ley que impide concebir la
utopía de una sociedad por n acorde con el interés general de los ciuda-
danos. Ni siquiera el consenso democrático logrará neutralizar la repeti-
ción sin sentido de un goce inútil.” 2
Podemos pensar el goce inútil para el deseo, que es lo que se cede en
ese sometimiento donde se consagra al superyó en autoridad para dedi-
carle la vida.
El psicoanálisis tiene su prehistoria en la hipnosis, se funda y se diferen-
cia de ella, se puede leer en la hipnosis esta estructura donde el sujeto
es pasible de hacerse someter a una voz, de quedar ligado desconocién-
dose como objeto de esa voz y, como causa de su accionar. El psicoaná-
lisis en contraposición a la hipnosis intenta ubicar al deseo como causa,
desligando el actuar de la voz del otro: hipnotizador-superyó.
Sobre la temática de la crueldad y el sufrimiento, hay reexiones y relatos
en la losofía, la literatura, el cine, la pintura, pero el psicoanálisis nos
permite ubicar las condiciones que dan cuenta de la sintaxis, la gramáti-
ca en juego, a la luz de “Pegan a un niño”, texto de Freud de 1919, pode-
mos leer los modos donde el sujeto se vive como pegado, humillado,
apareciendo relieves para pensar la crueldad y el sufrimiento, y sólo así
modicar, por el modo discursivo el lugar de la subjetividad. Este hacerse
hacer daño, está ubicada muy tempranamente en la obra de Freud, ya en
“Psicopatología de la vida cotidiana”, texto de 1901, en el capítulo: “Ac-
ciones casuales y sintomáticas”, trabaja minuciosamente valiéndose de
ejemplos, donde da cuenta del propósito inconciente que tienen ciertas
MESA DE TRABAJOS LIBRES. METAPSICOLOGÍA
acciones, que aunque no se sospeche del perjuicio contra la propia per-
sona, son para esa nalidad, nos advierte que pueden quedar disimula-
das como torpezas, ser vividas como “pura casualidad”, sólo se puede
advertir la causalidad del daño, las pérdidas, reparando en los detalles,
que nos muestran que el bien no es una tendencia a la que se dirige el
sujeto.
“Este análisis vuelve a mostrarnos cuán vastos panoramas sobre la vida
anímica nos abren las acciones «inocentes» y «sin sentido» […].” 3
En otro ejemplo del mismo texto Freud nombra “al sentimiento de culpa
como lo que mueve a la autopunición”, 4 que la encontramos en: la acción
fallida, en la confesión, las pérdidas, entre otras cuestiones que ocasio-
nan diversos y claros padeceres.
Vuelvo a citar otro párrafo de Schopenhauer, para pensar un contrapunto
con el psicoanálisis:
“[…] Los esfuerzos sin tregua para desterrar el sufrimiento no dan más
resultado que cambiar su gura. En su origen aparece con la forma del
menester, de la necesidad, del cuidado por las cosas materiales de la
vida. Si a fuerza de trabajo se logra expulsar el dolor desde este aspecto,
inmediatamente se transforma y adquiere otras mil sonomías, según las
edades y las circunstancias, que son el instinto sexual, el amor apasiona-
do, los celos, la envidia, el odio, la ambición, el miedo, la avaricia, la en-
fermedad, etcétera. Si no encuentra otro modo de entrar en nosotros, lo
hace bajo el manto triste y gris del tedio y de la saciedad […]. Si se logra
expulsarlo, no sin combate, vuelve a sus antiguas metamorfosis, y vuelta
el baile a continuar.” 5
En este párrafo Schopenhauer da a ver este “baile” humano como un
destino. Freud no nos habla de un destino, en todo caso el destino puede
pensarse en “los destinos de la pulsión”, vuelta contra si mismo, trastor-
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