vigencia de los conceptos psicoanalíticos - psicoanalisis freud 1
vigencia de los conceptos psicoanalíticos - psicoanalisis freud 1
vigencia de los conceptos psicoanalíticos - psicoanalisis freud 1
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ne allí, en el intervalo <strong>de</strong> la repetición. ¿De qué modo?: haciendo vivir lo<br />
habitual como extraño. 9<br />
Entonces, lo cómico pue<strong>de</strong> ser una herramienta que, constatada por el<br />
inconciente, permite armar la novela <strong>de</strong> la tragedia y luego dar por tierra<br />
el sentido jado haciendo lugar a la invención; favoreciendo que el sujeto<br />
<strong>de</strong>spierte a una nueva responsabilidad, 10 la <strong>de</strong> reconocer el cuerpo <strong>de</strong> su<br />
goce. La enunciación nos orienta. La intervención apunta al equívoco; una<br />
consecuencia probable: el alivio terapéutico y principalmente, encontrar-<br />
nos en el camino <strong>de</strong>l tratamiento con la llave la práctica <strong>de</strong> goce <strong>de</strong>l pa-<br />
ciente para que algo en su economía se modique. El analista a diferen-<br />
cia <strong>de</strong> ser el espectador <strong>de</strong> la tragedia, se propone como la causa <strong>de</strong>l<br />
“drama” y como sorpren<strong>de</strong>dor hace uso <strong>de</strong> la novela para ir más allá.<br />
VIÑETA: “SÁQUEME DE ACÁ”<br />
El pedido <strong>de</strong> interconsulta fue solicitado por el médico tratante <strong>de</strong> un<br />
paciente internado por haber ingerido una sustancia lacerante mientras<br />
trabajaba; para evaluar, antes <strong>de</strong>l alta, si fue un acci<strong>de</strong>nte o un intento <strong>de</strong><br />
suicidio.<br />
En la primera entrevista encuentro a un paciente que intenta mostrarse<br />
<strong>de</strong> buen ánimo para convencerme <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarlo salir. Dice: “no sé como me<br />
pasó, no tengo explicación” Nombra al hecho como acci<strong>de</strong>nte y con insis-<br />
tencia sostiene que no intentó suicidarse, niega estar <strong>de</strong>primido, argu-<br />
mentando “tengo proyectos […] ¡si hago changas para mi!” Al terminar la<br />
entrevista cuando estoy saliendo dice: “sáqueme <strong>de</strong> acá”.<br />
Pido seguimiento a mis compañeros hasta que lo vuelva a ver pues apues-<br />
to a poner a <strong>de</strong>cir el pa<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong>l sujeto para que aparezca la menti-<br />
ra que toda palabra es.<br />
En el control se señala el hacerlo recuperar algo <strong>de</strong> lo que dice no recuer-<br />
da, hacerlo entrar al or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l saber.<br />
En la segunda entrevista ya en la historia mis colegas consignaron intento<br />
MESA DE TRABAJOS LIBRES. ARTE Y PSICOANÁLISIS<br />
<strong>de</strong> suicidio (x60) dado que su mujer les dio una carta que refería a esto.<br />
Habría dos posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> intervenir: confrontarlo a “la verdad” <strong>de</strong> la<br />
carta. Apostando al “yo” <strong>de</strong>l sujeto y su comprensión. Hacerlo entrar en<br />
razón. Pero, aumentar su “conocimiento ¿habría cambiado algo en él?<br />
Esa no era una opción para la analista, la <strong>de</strong>cisión fue, como dije antes,<br />
apostar al <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>l paciente para que aparezca la mentira que toda pala-<br />
bra es. Aquel intervalo fuera <strong>de</strong> sentido.<br />
Entro al cuarto, lo encuentro no <strong>de</strong> tan buen ánimo. Le comento estar al<br />
tanto <strong>de</strong> la carta. El paciente dice reconocer la letra pero no la carta. En-<br />
tonces situándome <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo que no se sabe, le pregunto cómo si fuera la<br />
primera vez: “¿qué es lo que le pasó?”. Me dice: “ya le conté”. Le digo:<br />
“cuéntemelo otra vez”. Escucho nuevamente su relato. Le reitero si fue un<br />
intento <strong>de</strong> quitarse la vida. Niega. Le pregunto si en algún otro momento<br />
lo pensó. Respon<strong>de</strong>: “si no lo hice hace diez años cuando tenía motivos,<br />
cuando pensé que me arruiné la vida para siempre, pues perdí plata, tra-<br />
bajo, no lo iba a hacer ahora”. “¿Está mal con esto?”. “No, eso ya pasó,<br />
estaba mal no tenía ánimos”. Digo: “¿Qué era no tener ánimos?”. “Me<br />
levantaba <strong>de</strong> la cama, comía y volvía a la cama”. Armo: “estaba <strong>de</strong>primi-<br />
do”. Dice: “sí, estaba <strong>de</strong>primido”. Ante este relato que marca una ruptura<br />
en su vida, le pregunto la edad, y en vez <strong>de</strong> 63 dice 53. Le señalo: “¡diez<br />
años menos!”. Esta intervención provoca la sorpresa <strong>de</strong> encontrarse con<br />
lo inexplicable. El tiempo <strong>de</strong>l inconciente, el que va en otro sentido que el<br />
tiempo <strong>de</strong>l reloj, 11 se puso en juego. El paciente reconocía la letra pero no<br />
la carta. Podríamos <strong>de</strong>cir, no se reconocía en su mensaje. Ahora con la<br />
oportunidad <strong>de</strong> experimentar la creencia en el inconciente tuvo un en-<br />
cuentro con el sin sentido, lo pulsional que puso el conicto <strong>de</strong> su lado.<br />
Esta sorpresa termina en un corte y una invitación a consultorios exter-<br />
nos. Le digo: “¿Me va a venir a ver al consultorio cuando salga <strong>de</strong>l hospi-<br />
tal?”. En tono enérgico dice “¡Vengo por mi, no por usted!”. Digo: “por eso<br />
se lo ofrezco, es por usted -y en tono <strong>de</strong> broma digo-, ¡estemos advertidos<br />
[ 236 ]