vigencia de los conceptos psicoanalíticos - psicoanalisis freud 1

ca: la referencia simbólica y la tramitación mediante la palabra. La segun-
da, se reere al valor de la palabra en sustitución de la acción como me-
dio de tramitar la impresión psíquica. 3
Habrá que esperar al concepto de pulsión para dar cuenta, no sólo para
las histéricas sino “un para todos”, de la incidencia del cuerpo en el aná-
lisis. Sigmund Freud para hablar de “cuerpo” habla del síntoma, a la altu-
ra del historial de Dora tiene dos vertientes: la de la representación, en
tanto se trata de una representación reprimida y la vertiente de la pulsión,
ya que el síntoma toma la fuerza de la pulsión sexual. Hay una parte del
síntoma que no es susceptible de descifrar, queda un resto. La idea de
un resto se mantiene vigente a lo largo de toda la obra freudiana y la teo-
ría se irá modicando a través de la incesante pregunta que gira en torno
del destino posible de ese resto, inasimilable, indomeñable, lo no ligado
a la representación que toma sus distintas formas en la concepción de
obstáculo en la cura, entendido como momento fecundo.
Freud utilizó en alemán el término Trieb en oposición a instinkt utilizado
para referir los comportamientos animales que siguen un programa jado
por la herencia genética, y adaptados a su objeto. El sujeto al ser arrojado
al mundo del lenguaje pierde al organismo, la pulsión como marca de
satisfacción en el cuerpo lo constituye como cuerpo libidinal que no es un
dato de origen sino una construcción, no se es un cuerpo sino que se
tiene un cuerpo -en el mejor de los casos- y al perder el saber hacer de la
biología su objeto no está predeterminado, no hay programa, sólo podrá
ser un ser sexuado a través de un proceso de subjetivación que incluirá
todo lo teorizado por Freud como sexualidad infantil, conceptos como
Edipo y castración, fases del desarrollo libidinal, etcétera.
En 1905 en su texto “Tres ensayos de teoría sexual” en el apartado “Pul-
siones parciales y zonas erógenas”, Freud nos da una primera denición
de la pulsión:
“Por pulsión podemos entender al comienzo nada más que la agencia re-
MESA DE TRABAJOS LIBRES. CLÍNICA CONTEMPORÁNEA
presentante {Repräsentanz} psíquica de una fuente de estímulos intraso-
mática en continuo uir; ello a diferencia del «estímulo», que es producido
por excitaciones singulares provenientes de fuera. Así, pulsión es uno de
los conceptos del deslinde de lo anímico respecto de lo corporal”. 4
Es en este texto donde Freud realiza la armación de que los síntomas
son la práctica sexual de los enfermos, las psiconeurosis se sostienen en
fuerzas pulsionales de carácter sexual:
“Con ello no quiero decir que la energía de la pulsión sexual preste una
mera contribución a las fuerzas que sustentan a los fenómenos patológi-
cos (síntomas), sino aseverar expresamente que esa participación es la
única fuente energética constante de las neurosis, y la más importante,
de suerte que la vida sexual de las personas afectadas se exterioriza de
manera exclusiva, o predominante, o sólo parcial, en estos síntomas.”
La frase “los síntomas son la práctica sexual de los enfermos”, es la for-
ma que tiene de armar que la relación que un sujeto tiene con la sexua-
lidad sólo puede ser sintomática, no hay otra forma, armación capital
para el psicoanálisis ya que este no es un síntoma que se pueda remover,
es la forma que toma “lo incurable”.
Se podría formular la siguiente pregunta: ¿qué justica que un psicoanalis-
ta sea llamado a intervenir siendo el destinatario de los relatos que los
pacientes hacen de sus “prácticas sexuales” sino fuera pura y exclusiva-
mente en que también se constituyen como fuente de su padecimiento?
La introducción del concepto de pulsión posibilita el pasaje del trauma
acontecido a la fantasía. Freud dene a la libido como la energía de la
pulsión sexual, fuerza constante que soporta los síntomas, que proviene
de la pulsiones parciales, se revelan como representaciones convertidas
en fantasías y hay que aprender a interpretar su lenguaje, entre pulsión
sexual y objeto no hay sino una soldadura. Las pulsiones sexuales son
parciales porque no coinciden con la nalidad biológica de la reproduc-
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