vigencia de los conceptos psicoanalíticos - psicoanalisis freud 1

En “La sexualidad en la etiología de las neurosis” 3 Freud vuelve sobre el
tema de la causa para replantear el lugar que él le había asignado a las
escenas de seducción real del niño por parte del adulto. Ya no se trata de
sucesos accidentales traumáticos, sino de escenas pertenecientes al cam-
po fantasmático que tienen una función defensiva frente a la sexualidad
infantil autoerótica. Ha partido de los acontecimientos sexuales infantiles
traumáticos para arribar al papel traumático de la sexualidad infantil.
La controversia que mantiene con Jung se centra en esta problemática.
Jung decía que la causa de la neurosis radicaba en la falla del adulto en
su adaptación a la realidad.
Entendía la fantasía como un productor regresivo del adulto que distorsio-
naba la realidad de la época infantil.
Freud polemizará con esa conceptualización al sostener que la fantasía
tiene un valor real. Sin negar el movimiento regresivo (con estatuto de
simbolización y no de distorsión) su planteo intrinca progresión y regre-
sión: lo posterior organiza lo anterior y le otorga signicación, pero en
tanto hay algo que siempre escapa a la simbolización, el movimiento de
relanza. Se puede ubicar el trauma (Freud lo denomina en la polémica “el
factor infantil”) como el punto no subsumido a la simbolización, un punto
inasimilable. El factor infantil es un modo de denominar a la pulsión.
En estos desarrollos se observa que Freud no abandona el concepto de
trauma. Lo que hace es reformular su estatuto: de pensarlo en relación con
un suceso accidental como disparador, pasa a fundamentarlo en la activi-
dad pulsional. Lo traumático es constitutivo de la estructura del sujeto.
En “Más allá del principio de placer” 4 (1920) abordará nuevamente este
problema. Al interrogarse acerca de las leyes que regulan la vida psíquica
le aparecerá la repetición como un cuestionamiento a las leyes del princi-
pio del placer. Acude a las neurosis traumáticas para dar cuenta de este
problema. Sujetos que han padecido un accidente, han estado en la gue-
rra son llevados en sus sueños a repetir las escenas del horror. Si la re-
MESA DE TRABAJOS LIBRES. CLÍNICA CONTEMPORÁNEA
petición es pensada como un intento de elaboración del horror su otra
cara remite a la imposibilidad de elaboración. El nombre de esta imposi-
bilidad será denominado pulsión de muerte. Un hecho exterior (un acci-
dente sufrido, la guerra) se liga a un orden diferente: la pulsión de muerte.
La repetición es el intento fallido de incorporación simbólica de este or-
den pulsional. El trauma no responde sólo a un hecho exterior sino que
este hecho toca la pulsión de muerte, con lo cual se replantea la oposi-
ción exterior-interior. El trauma supera esta oposición en tanto su estatu-
to supone una articulación de estos opuestos. El encuentro con un suce-
so exterior conmueve el orden pulsional.
Entrevistas a sujetos que han estado en el incendio de Cromañón marcan
la vigencia de los planteos freudianos. Una persona que padece de impo-
sibilidad de salir de su casa y tiene reminiscencias constantes de la es-
cena del incendio, sueña que está en la puerta del boliche y ve a su ma-
dre que la busca desesperadamente sin poder encontrarla. La tragedia
se asocia signicativamente a la separación con respecto a su madre.
Otra persona que padece desde el momento del incendio de un profundo
estado de angustia se pregunta si ha sido justo que ella saliera ilesa
mientras otros jóvenes, tal vez mejores que ella, murieron. Habla de re-
proches que comúnmente le hacen sus padres. El incendio está asociado
en ella a una pregunta angustiante que no se atreve a formular: si sus
padres la hubiesen preferido muerta (los que murieron eran mejores).
Su angustia la remite a un no saber relativo al lugar que ella ocupa en el
deseo de sus padres. Estos enlaces asociativos marcan que lo traumáti-
co se ubica en la particularidad de cada sujeto en su relación con los
otros primordiales.
Lo traumático no es homogéneo a todos los sujetos. Sigue vigente la ar-
mación freudiana de que el sufrimiento debe entenderse uno por uno y no
ser colectivizado.
Sigue vigente la postura freudiana de articular el accidente traumático
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