vigencia de los conceptos psicoanalíticos - psicoanalisis freud 1

Poemas de amor, de locura y de muerte
o… ¿pensar el alta?
Laura Okita *
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo intentaré cernir algunas nociones que me han inte-
rrogado a partir de mi participación en el dispositivo de Hospital de Día en
CAMPI (Centro Asistencial Médico Psicológico Integral).
En primer lugar, queda planteada para mí, la pregunta con relación a la
articulación entre teoría y práctica. Sé que este tema constituye un deba-
te abierto.
La realidad de la experiencia nos muestra que en este tramado concep-
tual que actúa como fundamento y sostén de nuestra práctica, hay “su-
ras”. Esos intersticios en el tramado son los espacios por donde lo real
insiste, nos sorprende, nos conmueve.
Asimismo, resulta imposible pensar la clínica al margen de las caracterís-
ticas de la época y del discurso reinante, ya que éstos hacen surco en
nuestra práctica.
Hoy, la escucha analítica se confronta al marketing y a los imperativos
actuales de consumo que instalan, entre otras cosas, el “talle único” y la
“moda unisex” como forma de silenciar las diferencias individuales.
En nuestro ámbito de trabajo esto parece traducirse en la tendencia ge-
neralizada a imponer la utilización de manuales diagnósticos y estadísti-
cos para clasicar los fenómenos observados; desoyendo la singularidad
de ese paciente.
MESA DE TRABAJOS LIBRES. NUEVOS DISPOSITIVOS
La experiencia realizada en CAMPI me demuestra que se puede apostar
a otra clínica. Aunque aquí, a la escucha analítica del caso por caso, se
suma la complejidad (me reero a la gravedad) y, a veces, urgencia de los
cuadros clínicos de los pacientes que allí se atienden.
Lacan nos propone, en El Seminario, libro 3, “hacer de secretarios del
alienado y tomar su relato al pie de la letra”. Propuesta cuestionada en la
actualidad cuando el ofrecimiento de curas tan rápidas como engañosas
aparece como alternativa válida, a la que el paciente se somete, en su
afán de mejoría.
En muchos casos, la negación de lo inconciente y sus efectos cobra es-
pecial magnitud, orientando la cura a una “reeducación emocional” o
simplemente al silenciamiento sintomático a través de variadas técnicas
de sugestión o medicalización.
Al margen de la realidad de una época, el valor de la palabra y la escucha
analítica, propiciados por Freud hace más de un siglo, siguen aún vigentes.
Consideramos entonces que el psicótico “tiene algo para decir”, “un tes-
timonio singular”. Se intentará buscar la hendidura por donde algo de lo
subjetivo aparezca.
El dispositivo de Hospital de Día realiza una apuesta en este sentido.
Aspira a promover el pasaje del paciente a una posición activa ante su
enfermedad. Busca horadar su posición de objeto ante su padecimiento.
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