vigencia de los conceptos psicoanalíticos - psicoanalisis freud 1

Dos imposibles freudianos (psicoanalizar y educar)
en la contemporaneidad
Ivana Velizan *
INTRODUCCIÓN
El desarrollo del trabajo da cuenta de la experiencia realizada por el Dis-
positivo Asistencial de la Cátedra Psicoanálisis Freud: I. En el mismo se
produce un entrecruzamiento de la institución educativa con la época. Es
interesante realizar una lectura desde el psicoanálisis sobre cómo las
escuelas con las que trabajamos se relacionan con los síntomas de la
época.
El Dispositivo se construyó sobre un trípode de trabajo: un Equipo Asis-
tencial conformado desde la Cátedra que trabajamos en concordancia
con el Equipo Interdisciplinario de Orientación (EIO) perteneciente a la
Secretaría de Educación del Municipio de Morón. Este equipo tiene como
objetivo detectar en forma temprana las problemáticas subjetivas en el
ámbito educativo y realizar las derivaciones pertinentes a nuestro Dispo-
sitivo. Por último, los Jardines Maternales (municipales) y Escuelas de
Nivel Inicial, son las instituciones de donde provienen los niños con los
que trabajamos.
DE LOS MALESTARES EN ESTOS TIEMPOS…
Sigmund Freud, en “Tótem y tabú” trabaja sobre lo que funda el lazo so-
cial. En su mito referente al culto del padre muerto sitúa del sentimiento
de culpabilidad de los hijos luego de matar al padre, sentimiento que se
MESA DE TRABAJOS LIBRES. DISPOSITIVO ASISTENCIAL
basa en una prohibición, dándole la posibilidad al lazo fraterno.
Por el contrario, en “El malestar en la cultura” se despliega lo que cono-
cemos como “la paradoja del superyó”. Mientras el sujeto renuncie cada
vez más a sus pulsiones, el superyó exige cada vez más renuncias. La
ganancia de placer entonces se ha trasladado a la renuncia misma, dicho
en términos lacanianos, hay un goce en la renuncia al goce.
En la actualidad el reinado de las renuncias pulsionales ha desfallecido, el
capitalismo se presenta del mismo modo que el superyó. En la época de la
globalización hay cada vez más consumo, se requiere siempre más, más
goce, más objetos que intentan suturar la falta sin lograrlo. El sujeto así,
obtiene una relativa satisfacción pero en realidad no es más que un recha-
zo a la castración. En esta civilización asistimos a la declinación cada vez
mayor de la función paterna como tal. La caída de los ideales trae apareja-
do débiles lazos sociales, estableciendo identicaciones líquidas, móviles.
Vemos cómo los conceptos freudianos cobran relevancia.
Las demandas que recibe la escuela tienen íntima relación con las nue-
vas formas del síntoma. Mientras más se aceptan las demandas más
demandante se vuelve. Dichas instituciones se manejan con signicantes
que el discurso social selecciona para identicar a los niños, es así, como
recibimos los llamados “niños violentos”, con “ADD” (décit atencional),
“dispersos”, “inquietos”, “hiperactivos”, niños que “no registran consig-
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