vigencia de los conceptos psicoanalíticos - psicoanalisis freud 1

¿Por qué traigo esta idea en función de la temática de la Jornada? Porque
podríamos preguntarnos si aquello que era neo, que era creación en 1937,
sigue siéndolo hoy en el 2008. Esta neo-creación, ¿dependerá de la época
o será una perspectiva que nos dicta una dirección de la cura a seguir, una
aspiración de obtener la diferencia absoluta, creación inédita de cada suje-
to singular? En el horizonte la ética, más allá de toda moral, construir una
diferencia fuera del “para todos” siempre será una cuestión novedosa.
Decía que el inconciente es un invento freudiano y podríamos pensar tam-
bién en esa línea el n de análisis como invento -producción del propio
análisis- que comportará una modicación a nivel pulsional, un reordena-
miento y un resto. Neo-creación que no preexistió, que es efecto del aná-
lisis y, por eso, invención inédita.
Siguiendo con “Análisis terminable e interminable”, dirá Freud:
“La recticación, con posterioridad (nachträglich), del proceso represivo
originario, la cual pone término al hiperpoder del factor cuantitativo, sería
entonces la operación genuina de la terapia analítica”. 2
Tenemos aquí la clave de la operación analítica. Este encuentro con lo
imposible, con lo que no puede ligarse a ninguna representación, institu-
ye algo nuevo (neo) y produce la decantación de esa diferencia absoluta
de la que hablamos -modo singular de satisfacción para cada quien-.
Varios años antes, Freud dicta las Conferencias. En la “27ª conferencia.
La transferencia”, formula el n de análisis del siguiente modo:
“El neurótico curado ha devenido en realidad otro hombre, aunque en el
fondo, desde luego, siga siendo el mismo: ha devenido lo que en el mejor
de los casos y bajo las condiciones más favorables podía devenir. Pero
esto es mucho. Cuando sepan todo lo que es preciso hacer y el esfuerzo
que se requiere para implantar esa alteración en apariencia tan ínma de
su vida anímica, advertirán la importancia que posee esa diferencia de
nivel psíquico”. 3 (El subrayado es propio)
MESA DE TRABAJOS LIBRES. EL QUE HACER DEL ANALISTA
Me interesa rescatar aquí, nuevamente, la idea del “hacer” -del lado del
analista (quehacer del analista) y del paciente-, de la “alteración” y la “di-
ferencia”, cuestiones que venimos rodeando desde el inicio. Nuestro ha-
cer iría en la línea de provocar una alteración y esa alteración es nombra-
da como una diferencia.
En resumen, la creación que comporta el n de análisis de cada quien,
siempre es singular, actual, y por ende, neo. La diferencia que se institu-
ye, si bien está inserta en una época, respeta el modo singular de goce
de cada quien. Ética, más allá de cualquier consideración moral. Y no sólo
podríamos armar que lo teorizado por Freud en relación con la neo-
creación del n de análisis sigue teniendo actualidad, sino que la propia
discusión sobre cómo concebir el n no ha perdido vigencia. De esa deci-
sión teórica depende, también, el modo de llevar adelante la dirección de
la cura.
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