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Sermón 218 A<br />
«aumentado» 3 ; en cambio, por tratarse de un nombre griego,<br />
son muchos los que saben que Nicodemo está compuesto de los<br />
términos «victoria» y «pueblo», puesto que víxoc. significa<br />
victoria, y Sí^oc pueblo. ¿Quién fue aumentado al morir sino<br />
quien dijo: Si el grano de trigo no muere, se queda él solo; si,<br />
en cambio, muere, se multiplica? ¿Y quién al morir venció al<br />
pueblo que lo perseguía sino quien después de resucitar será<br />
su juez?<br />
SERMÓN 218 A (fragmentos)<br />
Tema: La pasión del Señor.<br />
Lugar: Hipona.<br />
Fecha: Viernes Santo. 400-4<strong>10</strong>.<br />
(De un sermón sobre la pasión del Señor.) Pues si, cuando<br />
éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte<br />
de su Hijo, con mayor razón, una vez reconciliados, seremos salvados<br />
en su vida. Así, pues, Cristo murió por los pecadores, y<br />
Cristo es Dios. ¿Cómo no va a reinar el que sea encontrado ser<br />
justo en la vida de Dios, si cuando era pecador fue buscado<br />
por la muerte de Dios para que no pereciese? Seremos salvados<br />
en la vida de Dios, puesto que en la nuestra habíamos perecido.<br />
Pero, cuando oímos hablar de la vida y de la muerte de<br />
interpretati sunt, Ioseph interpretatur Auctus; Nicodemus autem, quia<br />
momen est populo sit compositum; quia VÍKOS victoria est, 8fino?<br />
populus. Quis est ergo moriendo auctus, nisi qui dixit: Granum tritici<br />
si non moriatur, solum remanet; si autem moriatur, multiplicatur (ib.,<br />
12,24-25)? Et quis etiam moriendo persecutorem populum vicit, nisi qui<br />
eos resurgendo iudicabit?<br />
SERMO CCXVIII A<br />
[RB 84(1974)262] (PL 39,1723)<br />
Ex SERMONE BE PASSIONE DOMINI. Si enim cum inimici essemus,<br />
reconciliati sumus deo per mortem filii eius, multo magis reconciliati,<br />
salui erimus in uita ipsius (Rom 5,<strong>10</strong>). Ergo Christus pro impiis<br />
mortuus est. Et Christus deus est. Quomodo non regnabit inuentus in<br />
uita dei iustus, quando, ne periret, morte dei quaesitus est impius? In<br />
uita enim dei salui erimus, quia in uita nostra perieramus. Sed cum<br />
3 Así es en verdad. Agustín pudo haberlo leído en San Jerónimo (Traducción de<br />
los nombres hebreos).<br />
La pasión del Señor 215<br />
Dios, hemos de distinguir de cuál se trata y de dónde procede.<br />
La vida nos la aportó él a nosotros; la muerte, en cambio, la<br />
recibió él de nosotros; pero no porque él la mereciese, sino en<br />
beneficio nuestro.<br />
(De un sermón sobre la pasión del Señor.) Cristo es, pues,<br />
el rey de los judíos; bajo su yugo ligero, también los gentiles<br />
merecieron la salvación, que les fue concedida con una misericordia<br />
mucho mayor. Esto lo muestra más claramente el mismo<br />
Apóstol cuando dice: Digo que Cristo fue ministro de la<br />
circuncisión en honor a la veracidad de Dios, para confirmar<br />
las promesas hechas a los padres; que los gentiles, en cambio,<br />
glorifican a Dios por su misericordia. No había obligación ninguna<br />
de quitar el pan a los hijos y arrojárselo a los perros, a<br />
no ser que éstos, humillándose a recoger las migas que vieran<br />
caer de la mesa de sus amos, enaltecidos y convertidos en<br />
hombres por la humildad, mereciesen acercarse a la mesa<br />
misma.<br />
(De un sermón sobre la pasión del Señor.) Contra lo que<br />
algunos piensan, no es el cuerpo el hombre viejo, y el alma el<br />
nuevo; el cuerpo es, eso sí, el hombre exterior, y el alma, el<br />
interior. Esta vetustez y novedad de que hablamos se encuentra<br />
en el hombre interior. Cuando el Apóstol decía: Despojaos del<br />
hombre viejo y revestios del nuevo, no mandaba despojarse<br />
del cuerpo, sino cambiar a una vida más santa. Esto enseñó<br />
luego a continuación, pues queriendo explicar sus palabras,<br />
audimus et uitam dei et mortem dei, discernamus quid, unde sit.<br />
Vitam quippe attulit nobis; mortem accepit a nobis, nec tamen pro suo<br />
mérito, sed pro nobis.<br />
Ex SERMONE DE PASSIONE DOMINI. Rex ergo iudaeorum Christus,<br />
sub cuius lene iugum etiam gentes memerunt salutem, quia eis misericordia<br />
maiore concessum est. Hoc apertius ipse ostendit apostolus, ubi<br />
ait: Dico enim Cbristum fuisse ministrum circumcisionis propter ueritatem<br />
dei, ad confirmandas promissiones patrum, gentes autem super<br />
misericordia glorificare deum (Rom 15,8-9). Ñeque enim debitum erat<br />
panem filiorum tollere et mittere canibus, nisi canes humiliati ad colligendas<br />
micas, quas de mensa dominorum (cadere) cernerent, per ipsam<br />
humilitatem exaltad atque homines facti, ad ipsam mensam mererentur<br />
accederé (cf. Mt 15,26-27).<br />
(1724) Ex SERMONE DE PASSIONE DOMINI. Ñeque enim, ut nonnulli<br />
putant, uetus homo corpus est, et nouus homo anima; sed corpus<br />
exterior homo est, anima interior. In interiore agitur haec uetustas<br />
et nouitas. Cum enim apostolus diceret: Exuite uos ueterem hominem,<br />
et induite nouum (Eph 4,24), non hoc iubebat ut corpus deponeretur,<br />
sed ut uita in melius mutaretur. Hoc denique consequenter edocuit;