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SAN AGUSTÍN - 10

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632 Sermón 260 C<br />

mismo hijos de Dios a los hijos de los hombres, a los cuales,<br />

siendo pocos en esta tierra debido a la abundancia de pecados,<br />

cual granos en una era entre la abundancia de la paja, tal que<br />

parece que sólo ella existe, aunque ellos estén ocultos sin<br />

apenas dejarse ver, los multiplica en la Jerusalén celeste de<br />

acuerdo con su excelsitud, llamando a los que no son como si<br />

fueran. ¿De qué excelsitud habla? Porque la ceguera se ha apoderado<br />

de una parte de Israel hasta que entrase la plenitud de<br />

los gentiles, y así todo Israel se salve. Son palabras del Apóstol,<br />

que también dijo: ¡Oh excelsitud de las riquezas, de la sabiduría<br />

y ciencia de Dios! No busquemos, pues, las ruinosas alturas<br />

de las cumbres temporales. Estamos muertos y nuestra vida<br />

está escondida con Cristo en Dios. Cuando aparezca Cristo,<br />

nuestra vida, entonces apareceremos también nosotros con él<br />

en la gloria. Manténgase, pues, la vista fija en el día octavo,<br />

en que, agotado ya el curso circular del tiempo, caminan los<br />

piadosos. Dado que la esperanza anticipa nuestra vida en el<br />

cielo, vivamos con Cristo, hechos en él iguales a los ángeles de<br />

Dios y partícipes de la eternidad de quien no rehusó hacerse<br />

partícipe de nuestra mortalidad. Pues como, respecto a los sacramentos,<br />

pasados siete días se celebra la octava, así también<br />

en el misterio de Pentecostés, después de siete semanas que<br />

terminamos con el día 49, se añade el día octavo para obtener<br />

el 50: uno se añade al número menor y uno también al número<br />

mayor. La eternidad, simbolizada en el día octavo, no puede<br />

ni aumentar ni disminuir, y en ella existe siempre el hoy, por-<br />

quam grana in área prae multitudine paleae, quae velut sola sit<br />

undique videtur, ipsos latentes et paene non apparentes in caelesti Hierusalem<br />

multiplicat secundum altitudinem suam, vocans ea quae non sunt<br />

tamquam sint. Et de qua altitudine? Quia caecitas ex parte in Israhel<br />

jacta est, ut plenitudo Gentium intraret, et sic omnis Israhel salvus<br />

fieret (Rom 11,25-26), exclamatum est ab apostólo dicente: O altitudo<br />

divitiarum sapientiae et scientiae dei! (Rom 11,33) Non ergo quaeramus<br />

ruinosas altitudines temporalium sublimitatum. Mortui enim sumus, et<br />

vita (338) nostra abscondita est cum Christo in deo: cum Christus apparuerit<br />

vita nostra, tune et nos apparebimus cum ipso in gloria (Col 3,<br />

3-4). Perseveret itaque intentio in octavum, ubi transacto omni circuito<br />

temporum ambulant impii. Quoniam conversado nostra in spe praecedit<br />

in caelum (cf. Phil 3,20), vivamus cum Christo, in Christo, aequales<br />

angelis dei, et participes illius aeternitatis effecti, qui nostrae mortalitatis<br />

non recusavit particeps fieri. Nam sicut in octavis sacramentorum post<br />

septena dies octavus est, ita in sacramento pentecostes post septem<br />

septimanas, quas quadragesimo et nono díe concludimus, idem octavus<br />

additur, ut quinquaginta compleantur: unus in minore numero, et idem<br />

unus in maiore. Aeternitas enim, cuius habet signum iste octavus dies,<br />

nec augeri nec minui potest; et semper ibi hodie est, quoniam non<br />

El misterio del número 8 633<br />

que nada sucede a otra cosa que haya fenecido. Y ese día de<br />

hoy no comienza al terminar el de ayer ni termina al comenzai<br />

el mañana, sino que es un hoy eterno. Todas las cosas pasadas<br />

transcurrieron sin ponerse él, y todas las futuras vendrán sin<br />

amanecer él.<br />

7. Por tanto, olvidando lo pasado y en tensión hacia lo<br />

que tenéis delante, persiguiendo con la intención la palma de la<br />

vocación colestial, hermanos e hijos amadísimos, aun después<br />

de haber dejado los signos externos de los sacramentos, llevad<br />

siempre en vuestro corazón la esperanza de este día sempiterno.<br />

Y los vestidos blancos 2 , mediante los cuales se graba en vuestra<br />

memoria, cual palabra visible, la semilla resplandeciente<br />

presente en vuestra nueva vida, cambiadlos, sin cambiar lo que<br />

ellos simbolizan: el resplandor de la luz de la fe y la verdad;<br />

que no se manche con la suciedad de las malas costumbres.<br />

Todo ello para que aquel día no os encontréis desnudos y podáis<br />

pasar sin dificultad del resplandor de la fe al resplandor<br />

de la realidad. Y, una vez que atraveséis estas cancelas 3 , roe.<br />

díante las cuales os distinguía de los demás vuestra infancia<br />

espiritual, y os hayáis mezclado con el pueblo, juntaos a los<br />

buenos y recordad que las malas conversaciones corrompen las<br />

buenas costumbres; sed sobrios, justos, y no pequéis. Os he<br />

desposado con un solo varón para presentaros a Cristo como<br />

virgen casta. Temo que como la serpiente sedujo a Eva con su<br />

astucia, así también vuestros pensamientos se aparten de la<br />

alíquid alicui decedenti succedit. Et hodiernus ille dies nec a fine<br />

inchoatur hesterni, nec ad principium crastini terminatur, sed semper<br />

hodiernus est; quoniam omnia praeterita illo non occidente transierunt,<br />

et omnia futura illo non nascente ventura sunt.<br />

7. Praeterita itaque obliviscentes, et in ea quae ante sunt vos extendentes,<br />

secundum intentionem sequentes ad palmam supernae vocationis<br />

(cf. Phil 3,13-14), fratres et filii carissimi, etiam cum sacramentorum<br />

signacula posueritis, huius diei sempiterni spem semper in corde géstate;<br />

vestesque nítidas, per quas in novitate vitae vestrae lucidum germen in<br />

memoria vobis tanquam verbo visibili scribitur, ita mutate, ut illud quod<br />

indicant non mutetis, fidei luce et veritatis effulgens; [488] nullisque<br />

morum perversorum sordibus maculetur: ut in illo die non nudi inveniamini<br />

(cf. 2 Cor 5,3), et a gloria fidei in gloriam speciei sine ulla difficultate<br />

transeatis. Cum autem, quod hodierno die sollemniter geritur, ex<br />

istis cancellis, quibus vos a ceteris distinguebat spiritalis infantia, populo<br />

permixtí fueritis, bonis inhaerete; et mementote quia pervertunt mores<br />

bonos colloquia prava: sobrii estofe, iusti, et nolite peccare (Cor 15,33-<br />

34). Desponsavi enim vos uni viro virginem castam exhibere Christo;<br />

et timeo (339) ne sicut serpens Bvam seduxit astutia sua, sic et vestri<br />

2 Véase la nota 1 al sermón 223.<br />

3 Alusión al lugar reservado en la iglesia para los infantes, o recién bautizados,<br />

durante la semana pascual. Aquí quiere decir: «una vez que os mezcléis con los demás<br />

fieles», como explica a continuación,

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