17.10.2013 Views

Gustave Flaubert Madame Bovary

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Emma vivía totalmente absorbida por las suyas y no se preocupaba del<br />

dinero más que una archiduquesa.<br />

Pero una vez un hombre de aspecto enclenque, rubicundo y calvo entró en<br />

su casa diciéndose mandado por el señor Vinçart, de Rouen. Retiró los alfileres<br />

que cerraban el bolsillo lateral de su larga levita verde, los clavó sobre su manga<br />

y alargó cortésmente un papel.<br />

Era un pagaré de setecientos francos, firmado por ella, y que Lheureux, a<br />

pesar de todas sus promesas, había endosado a Vinçart. Emma mandó a la<br />

muchacha a casa de Lheureux. Éste dijo que no podía ir.<br />

Entonces el desconocido, que había permanecido de pie, dirigiendo a<br />

derecha y a izquierda miradas curiosas disimuladas por sus espesas cejas rubias,<br />

preguntó con aire ingenuo:<br />

—¿Qué respuesta da al señor Vinçart?<br />

—Bueno —respondió Emma—, dígale… que no tengo… Será la semana que<br />

viene… Que espere…, sí, la semana que viene.<br />

Y el buen hombre se fue sin decir palabra.<br />

Pero al día siguiente, a mediodía, Emma recibió un protesto; y a la vista del<br />

papel timbrado, donde aparecía varias veces y en grandes caracteres:<br />

LICENCIADO HARENG, UJIER EN BUCHY, se asustó tanto, que fue corriendo<br />

a toda prisa a casa del tendero.<br />

Lo encontró en su tienda atando un paquete.<br />

—¡Servidor! —dijo—, estoy con usted.<br />

Lheureux no dejó su tarea, ayudado por una joven de unos trece años, un<br />

poco jorobada y que le servía a la vez de dependienta y de cocinera.<br />

Después, arrastrando sus zuecos sobre el entarimado de la tienda, subió<br />

delante de <strong>Madame</strong> al primer piso y la hizo pasar a un estrecho despacho donde<br />

en una gran mesa de pino había algunos libros registro protegidos<br />

transversalmente por una barra de hierro cerrada con candado. Contra la pared,<br />

debajo de unos cortes de indiana 65 , se entreveía una caja fuerte, pero de tal<br />

dimensión que debía contener algo más que pagarés y dinero. El señor<br />

Lheureux, en efecto, tenía casa de empeños, y era allí donde había guardado la<br />

cadena de oro de <strong>Madame</strong> <strong>Bovary</strong>, junto con los pendientes del pobre tío Tellier,<br />

quien, forzado al fin a vender, había comprado en Quincampoix una mísera<br />

tienda de alimentación, donde se moría de su catarro crónico, en medio de sus<br />

velas, menos amarillentas que su cara.<br />

Lheureux se sentó en su amplio sillón de paja diciendo:<br />

—¿Qué hay de nuevo?<br />

—Tenga.<br />

Y le enseñó el papel.<br />

—Bueno, ¿qué puedo hacer?<br />

Entonces Emma se enfureció, recordando la palabra que él le había dado<br />

de no endosar aquellos pagarés; él lo reconoció.<br />

65 Indiana: tela de algodón estampada, fabricada primitivamente en la India e imitada<br />

después en Europa. La industria textil alcanzó un gran desarrollo en Rouen a principios del siglo<br />

XVII, que se amplió a comienzos del XX. En <strong>Madame</strong> <strong>Bovary</strong> se mencionan varios tipos de telas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!