foucault-michel_el-poder-una-bestia-magnc3adfica-sobre-el-poder-la-prisic3b3n-y-la-vida
foucault-michel_el-poder-una-bestia-magnc3adfica-sobre-el-poder-la-prisic3b3n-y-la-vida
foucault-michel_el-poder-una-bestia-magnc3adfica-sobre-el-poder-la-prisic3b3n-y-la-vida
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
150 EL PODER, UNA BESTIA MAGNIFICAf<strong>el</strong>icidad, de <strong>la</strong>s que Ia gente, en realidad, no gozaba en absoluto.Par ej emplo, en <strong>el</strong> ambito que me interesa, es muy divertido verque Ia sexualidad contemporanea se describe como algo completamenteespantoso. jTenga en cuenta que hoy solo es posible hacer<strong>el</strong> amor <strong>una</strong> vez que se apaga <strong>el</strong> t<strong>el</strong>evisor! jY en camas fabricadasen serie! "No es como en Ia epoca maravillosa en que ..." Quedecir entonces de esa epoca fantcistica cuando Ia gente trabajabadieciocho horas por dfa y <strong>una</strong> cama se compartfa entre seis, siempreque, c<strong>la</strong>ro estci, tuvieran Ia suerte de tener<strong>la</strong>? En este odioal presente o al pasado inmediato hay <strong>una</strong> tendencia p<strong>el</strong>igrosa ainvocar un pasado enteramente mftico. A continuacion, tenemos<strong>el</strong> problema expuesto por Habermas: si se abandona Ia obra deKant o de Weber, por ej emplo, se corre <strong>el</strong> riesgo de caer en Iairracionalidad.Estoy completamente de acuerdo con eso, pero, al mismo tiempo,<strong>el</strong> problema al que nos enfrentamos hoy en dfa es bastcintediferente. Me parece que, desde <strong>el</strong> siglo XVIII, <strong>el</strong> gran problemade Ia filosoffa y <strong>el</strong> pensamiento crftico siempre ha sido -lo es auny espero que siga siendolo- <strong>el</strong> de dar respuesta a esta pregunta:que es esta razon que utilizamos? Cuales son sus efectos historicos?Cuales son sus If mites y cuales sus p<strong>el</strong>igros? Como podemosexistir en cuanto seres racionales dichosamente condenados apracticar <strong>una</strong> racionalidad que, por desdicha, estci atravesada porp<strong>el</strong>igros intrfnsecos? Debemos mantenernos lo mas cerca posiblede esta cuestion, y tener presente a Ia vez que es central y, al mismotiempo, extremadamente diffcil de resolver. Por otra parte,si es extremadamente p<strong>el</strong>igroso decir que Ia razon es <strong>el</strong> enemigoque debemos <strong>el</strong>iminar, lo es en igual medida afirmar que todocuestionamiento crftico de esta racionalidad nos hace incurrir en<strong>el</strong> riesgo de deslizarnos en Ia irracionalidad. No hay que ol<strong>vida</strong>r -yno digo esto para criticar Ia racionalidad, sino para mostrar basta que punto <strong>la</strong>s cosas son ambiguas- que <strong>el</strong> racismo se formulo<strong>sobre</strong> Ia base de Ia racionalidad f<strong>la</strong>mfgera d<strong>el</strong> darwinismo social,convertido asf en uno de los componentes mas duraderos y persistentesd<strong>el</strong> nazismo. Era <strong>una</strong> irracionalidad, por supuesto, pero<strong>una</strong> irracionalidad que, al mismo tiempo, constitufa cierta formade racionalidad ...